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miércoles, agosto 26, 2015

La frontera enjaulada


Venezuela es un misterio, vista desde lejos, a la luz de estos nuevos tiempos, parece un territorio donde putas, ladrones, traficantes y hampones de toda calaña han tomado el mando en el país. Relatos de terror sobran, así como sus complementos de la lenidad institucional para castigar a tanto criminal, para muestra están los recintos carcelarios transformados en spa de lujo para quienes puedan pagárselo mientras cumplen “condena”, los pobres sin capital no tienen derecho a nada de eso que se ve por los cientos de canales digitales pues los periódicos, televisoras y radioemisoras hacen mutis gracias a la censura oficial.

Otro de los fenómenos es éste de la diáspora nacional, no pasa un día sin que alguien me comenté sus planes de emigración o se lamente por no poder hacerlo, quienes ya se fueron supuran su descontento por las redes pidiendo más acción por parte de los sectores democráticos a lo que muchos que aún están por acá les responden de una manera tan agria que pareciera más una respuesta nacida de la envidia que otra cosa. A quienes se han ido nada se les puede censurar, tengo la certeza de que la mayoría se exilian ante la impotencia y el temor, cosa altamente válida, además darle (y darse) un futuro mejor a los hijos no puede criticarse desde ningún ángulo, a los únicos que si critico es a quienes alguna vez fueron actores principales de esta debacle y a la hora de la verdad huyen para ponerse a salvo en vez de soportar lo que bien colaboraron a crear, esos me desagradan.

Entre esa gente que ahora es exiliada a medias, pues dejaron a sus familias resguardadas en otro país pero que por razones laborales, al ser altos funcionarios todavía siguen por estos lados. Hay uno que conozco y que por cariño todavía lo tengo en mis redes sociales, a esa persona le vi en su muro varios anuncios de esos que llaman memes, apoyando la deportación masiva de colombianos a su país de origen así como aplaudiendo el cierre de la frontera con todo y alambre de púas. No sé, me gustaría que le hicieran lo mismo a sus familiares en ese país donde viven a ver si va a sentirse tan bien aplaudiendo la medida.

No tengo nada en contra de la legalidad, ciertamente hay países cuyas leyes migratorias son casi infamantes, sin embargo hasta en esas naciones tienen unos lapsos  para acomodar todas las formas  apegadas a la ley y así poder ser emigrantes con todos los deberes y derechos de un ciudadano común, no esa manía de llevarlos arrastrados y tirarlos al otro lado de la frontera sin que exista ni siquiera una defensa amable, con el agravante de que les derrumban sus casas y pierden hasta la ropa a manos de unos soldados que son peones de otros más desalmados. Personalmente veo muy mal eso, no solo por el componente humano, ese de las buenas maneras e intentar no dañar al prójimo, también está esa otra preocupación de como reaccionaran los del vecino país pues esas acciones más parecen declaraciones iniciales de guerra que otra cosa.

Aunque de seguro están envalentonados gracias a la aparente simpatía de Santos con estos animales de este lado de la frontera, no creo que el Uribismo se quede de brazos cruzados ante tanto atropello sobre todo con el precandidato de gira por el país. Seguramente el presidente colombiano ha pactado de alguna manera para que el escandalo también acalle las críticas internas por el plan de paz con las farc que incluyen la exclusión de las penas de cárcel por sus delitos, al igual de su par venezolano que tiene el agua al cuello por el descontento generalizado de la pobreza institucionalizada, la verdad no sé, pero como en política cualquier cosa puede pasar, no dudo que vayan en ese sentido las negociaciones bajo cuerda de los comunistoides vía Habana, recordemos que hablamos de criminales amparados por un estado forajido, no de gentes que son respetuosas de leyes.

Aunque la percepción general es que no habrá guerra con los vecinos, tengo la idea de que en algún momento se puede ir de las manos, los fanáticos que seguramente ya se frotan las manos para quedarse con los bienes de los deportados al final solo son carne de cañón, un conflicto podría ser la solución interna para encontrar los “culpables” en el extranjero, recordemos que la izquierda es la “ideología” más lacrimosa que existe, ellos cometen las barbaridades pero cuando el otro se defiende es quien se transforma en criminal.

La cosa angustia más cuando vemos que los colombianos son expertos en guerras pues tienen años en eso con sus enemigos internos, mientras que por este lado unos pocos malvivientes tienen en jaque a las autoridades desde hace años sin que nadie le haya podido poner el cascabel al gato, mal nos veo, además seguramente los vecinos se acordarán del plan Colombia y sus socios lo reactivaran, con eso acaban con lo que queda del país y nosotros, los pendejos, como siempre ,saldremos perdiendo.
José Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


lunes, agosto 24, 2015

Desde esta esquina

Las vacaciones son añoradas, no conozco a nadie que le desagrade estar sin la obligación de ir a trabajar y aun así cobrar su quincena de manera normal, en un país donde la economía es algo normal debe ser una maravilla salir de vacaciones y planificar cualquier plan, desde visitar los lugares interesantes de su región hasta unos días fuera del país en cualquier parte donde le provoque y su bolsillo le alcance, muchas veces hasta vale la pena endeudarse con la tarjeta de crédito para lograr tal fin, pero estamos en Venezuela, donde ir a la playa es todo un drama por lo que significa para el resto de la quincena tal gasto.

Estando de vacaciones  (quizás la única ventaja que tenemos los profesores sea la de tener largos periodos vacacionales) no he podido ni siquiera ir al cine con mi hija, es muy caro hacerlo, sobre todo si la quincena no da ni para el mercado y ciertas cosas del vivir hay que comprarlas en el mercado negro. Con eso del mercado negro me llama la atención una cosa. Un buen amigo me comentó que se fue de viaje para cuba, iba a hacer un documental sobre no sé qué cosa, como es costumbre recibió petitorios de cosas para traer, entre esas cosas que le pidieron, su novia le pidió por favor que le trajese toallas sanitarias ya que se supone que allá los turistas tienen acceso a ciertas cosas que para los ciudadanos están vedadas fuera del racionamiento perenne, al final le pidió a otra persona que iba desde Suiza que le llevase  el producto pues quería evitarse el viaje y le pareció más sencillo, el asunto se pone curioso cuando en el hotel donde se alojaba, el administrador ve cuando el amigo Suizo le entrega lo pedido y este se ofrece a conseguirle más, en cuba también hay un mercado negro bastante común, cual es la sorpresa de mi amigo al ver el empaque que dice “HECHO EN VENEZUELA”, mientras acá las mujeres tienen que hacer largas colas o buscar en el con los bachaqueros ese producto (e imagino que otros también) en cuba se encuentran sin gran problema cosas hechas acá pero que ni aquí se encuentran.

Lo único que puedo pensar es en quien se está enriqueciendo con tales negocios, ¿Cómo alguien en nombre de una fulana solidaridad apuesta por la miseria de sus coterráneos? ¿Qué maldición gitana nos ha caído encima?.

Buscando respuestas más o menos coherentes me topo con una pared, no existen conclusiones lógicas más allá de la escatológica. Cualquier conclusión se queda corta frente a la realidad local, el hecho de que un dólar cuesta ya ochocientos bolívares y sumando, que la canasta básica esté por encima de los setenta mil bolívares y un sueldo estándar sea de apenas siete mil quinientos, puede dar una idea a los lectores de cómo va el asunto acá.

Tengo que confesar que estoy deprimido, hasta hace unas semanas era una suposición, ahora es una realidad diagnosticada por un psiquiatra. Es complicado no estarlo cuando la pobreza se instala en tu casa, cuando no se ve salida por ninguna parte pues hasta la del aeropuerto internacional está cerrada gracias a que con tu sueldo no puedes ni siquiera pagar el taxi que te lleve a la terminal, cuando se aproximan las compras de uniformes escolares y te das cuenta que al comprar apenas una muda te vas a quedar sin comer quince días, pero por ser tu responsabilidad no puedes evitarlo, los hijos van primero.

Una de las peores cosas en este país es no saber a ciencia cierta nada, solo son suposiciones sobre lo que va a pasar o lo que está pasando, por ejemplo, tengo un par de semanas sin servicio de internet, razón por la cual estoy desconectado del acontecer nacional, ningún medio dice nada, todos son vitrinas de la maravilla revolucionaria, quienes se atreven a señalar están presos, los medios cerrados, las concesiones eliminadas y hasta el papel periódico limitado so pena de dejar de venderles materia prima para que no se metan con la revolución, estamos cercados, quien sabe hasta cuándo seguirá esta situación, el miedo es mucho, de ambos lados del espectro, el poder sabe que ha hecho y le teme a las represalias, buena parte de la oposición ha hecho negocios con el gobierno lo que lo hace parte del mismo problema, estado y hampa ya se confunden pues en un error de cálculo se hicieron socios para el control social sin darse cuenta de que malandro no respeta ni obedece, la miseria está insertada de manera muy profunda en la sociedad sobre todo si contamos que el 98% está en pobreza crítica ganando menos de un dólar diario, esa suma da un panorama desolador, cuando todo explote, si es que explota se llevará a muchos por delante sin distinción de nada.

La calle se siente rara, a las ocho de la noche están casi desiertas, el miedo se huele, ellos lo saben (el gobierno), todos lo sabemos, lo que no es para cuando se terminará la pesadilla, quizás lo único que tengo claro es que estaremos peor antes de estar mejor.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


viernes, agosto 14, 2015

Los “venezolanos”

Siempre se lee o escucha por ahí sobre las costumbres del venezolano, esa frase me incomoda pues presupone un país homogéneo donde todos pensamos más o menos igual, sin importar clima, historia, modos de vida, economía o educación, realmente la sociedad criolla, desde su simpleza, es una compleja red de gente con pensamientos y costumbres que cambian casi que de cuadra en cuadra.
Uno por supuesto tiene como rasero inicial su familia, cuando comienza a hacer vida social de adulto, se entera (algunas veces de la peor manera) que no todos tenemos la misma forma de mirar el mundo, creo que para conocer o cuando menos intentar prever el futuro debemos comenzar a mirarnos desde las diferencias, no para concentrarnos en ellas, más bien para buscar los puntos coincidentes que al final nos hagan poder coincidir en algo constructivo dirigido a apuntalar nuestro futuro.

Pongamos como ejemplo una ciudad, para no extendernos demasiado, Maracay es una ciudad que apenas tiene poco más de cien años como tal, a pesar de los 315 años oficiales, no fue hasta finales del siglo XIX que un dictador andino le dio forma de ciudad, pasando de ser un asentamiento agrícola a la capital política del país por casi treinta años, eso por supuesto deja cicatrices en la conformación de su población.

Gracias a esa intervención es la ciudad, aparte de la capital nacional, con más asentamientos militares, lo que favorece la emigración, también alguna vez fue un polo de desarrollo económico lo que logró que muchas familias emigrasen desde lejanos poblados, sobre todo los llaneros, como si fuera poco esta ciudad  ha ido creciendo hasta tragarse algunos poblados cercanos que fueron lejanos hasta hace apenas cincuenta años y ahora son parte de esta megalópolis del tercer mundo, de hecho proporcionalmente menos del cincuenta por ciento de la población tiene más de cincuenta años en la ciudad, lo que la convierte en una vitrina de lo que podría ser el país en general.

Al sur están las barriadas más miserables, todo es calor, suciedad y miseria. Allí se cometen actos atroces todos los días, al parecer sus habitantes se sienten cómodos con el asunto pues cada día crece más la delincuencia, amén de que la situación económica no colabora. Al norte de la ciudad también hay barriadas pobres pero por  alguna razón no son tan sucias como sus pares del sur, al sureste de la ciudad hay barriadas conformadas por exiliados de pueblos que a mitad del siglo XX fueron reubicados para construir una base naval, como es el caso de Turiamo, ellos trajeron de la costa sus costumbres y festejos, al norte también hay mucho poblador de la costa que en algún momento emigraron con sus costumbres, conucos y animales, ahora son parte de este conglomerado humano. Es natural ver en las barriadas casas muy lujosas al lado de otras muy humildes, que desentonan pero que a nadie espantan, la razón es simple, fueron familias que en algún momento tuvieron una economía boyante, sin embargo sus vecinos no tuvieron tanta suerte pero el arraigo y la costumbre pudieron más que los preceptos sociales, razón por la cual todos viven más o menos contentos en el mismo sitio. Eso nos habla de una ciudad sin oligarquías ni necedades sociales por aquello de la división de clases, esto último es un mal invento de control social que se ha inventado la izquierda para lograr sus fines políticos pues saben que más del 90% de la población es pobre y por tanto susceptible a sufrir de complejos, generar odio es fácil, lo complicado es lo contrario.

Me parece que para lograr entendimientos debemos quitarnos la careta de la igualdad, ciertamente todos somos iguales, si nos miramos al espejo todos estamos constituidos de manera similar, un sexo, dos brazos, dos ojos, dos piernas, una cabeza y un cerebro, ahora, si la fatalidad pone de su parte hay quienes nacen diferentes con necesidades igualmente diferenciadas, pero como son minoría, al resto solo nos resta apoyarlos, en cuanto a los que nacemos completos creo que debemos mirarnos realmente bien y ser implacables con nuestros defectos, si eres pobre entonces trabaja mucho para superarlo, si el trabajo manual no se te da toca estudiar bastante para poder usar la inteligencia como modo de vida, si naces con una excelente posición social, heredaste un buen negocio o empresa entonces lo que te toca es tratar a tus empleados como te gustaría que te tratasen a ti, eso de explotar a los obreros, maltratar a todos los empleados en función de que tú eres el jefe me parece una estupidez, sin embargo pedo dar fe de que también muchos obreros son un cumulo de resentimientos que caminan y esperan solo la oportunidad para importunar, por lo general confunden amabilidad con otras cosas menos amables, lo que causa no pocos problemas laborales, razón por la cual he visto mucho jefe iracundo.

El asunto al final no es de igualdad si no de tener las mismas oportunidades o cuando menos buscarlas por sí mismos y dejar esa idiotez de que papá estado debe ofrecerte todo en bandeja de plata para que tu flojera se haga notable.  La cosa empieza por tener una economía fuerte que permita el ahorro, una universidad a reventar de estudiantes donde primero vaya la inteligencia al igual que los estudios básicos, recobrar la dignidad del empleo y que nosotros como conglomerado humano reconozcamos nuestro lugar, siempre aspirando a llegar más alto, no ésta apatía de desesperanza que nos está matando como país y que nos ha llevado a esta situación de miseria donde la mejor vía pareciera ser la del aeropuerto internacional y no las calles de nuestras ciudades.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



lunes, agosto 10, 2015

La Tercera vía y el siglo XXI

Las estadísticas al parecer no mienten, tengo rato viendo varias, no solo esas fantasiosas que publica una fulana encuestadora que por casualidad es de un ministro, cuyos datos arrojan siempre un país de fantasía que desconozco, también las otras más o menos apegada a lo que miro y en especial esas que no son públicas, todas coinciden en afirmar que la oposición y el gobierno se disputan apenas el 40% del electorado, bajo un apartado que llaman tercera vía, que supongo alejado de los supuestos dogmatismos de “izquierda” y “derecha” (cosas que la verdad no existen en este país, más allá de la retórica idiotizante), me llama profundamente la atención que ninguno de los bandos haga hincapié en ese detalle.

Del Psuv no dudo que se aleje de cualquier cosa que los descentre de su discurso manido, de la MUD ya no me queda duda de su vacío ideológico por aquello de la multiplicidad de personalidades y partidos que lo cobijan, lo que me impresiona más es que NINGUN político joven o viejo haya puesto el dedo en la llaga para alborotar el avispero, creo que todos esperan que las cosas se solucionen por generación espontánea o simplemente por desgaste, cosa que ya observamos en todas las esquinas.

Ahora bien, la verdad no tengo mucha información precisa de esa “tercera vía” o de como la percibe el venezolano de a pie, pero voy a hacer u ejercicio especulativo a fin de desentrañar en primer lugar ese asunto tan extraño. Según lo que he leído por ahí, el primer intento se llamó “teoría mixta” y fue impulsada luego de la segunda guerra mundial, algo así como un hibrido ideológico para calmar los ánimos en plena “guerra fría”, cuando el mundo entero estaba a disposición de las dos grandes potencias que se mataban por quítame estas pajas y que esperaban cualquier empujoncito para lanzarse bombas atómicas al mayoreo, debe haber sido una época fea para los paranoicos, menos mal no existía el internet.

Ya a finales del siglo XX resurgió la cosa como “tercera vía”, el mismo hibrido pero con más retórica, cosa que cuajó en el sentir de la izquierda europea que sin ser tan radicales como los talibanes tropicales también exigía cierta atención, si le sumamos que aquellos son países con férreos controles en la administración, tengo la idea de que esa teoría es la que sustenta muchos gobiernos de aquellas latitudes, donde la acción social no está desvinculada de lo privado y a su vez tampoco lo obstruye a menos claro que la empresa privada esté haciendo mal, en ese caso, las herramientas de la ley funcionan, con abogados de por medio, grandes demandas y al final gana el más hábil, no el que disponga de más contactos entre los gobiernos, como acá.

Entonces, luego de este vuelo de pájaro sobre el aparente significado del asunto, no me suena tan mal la cosa, hay algunos elementos del socialismo que no son del todo desagradables (si funcionaran claro), eso de la atención hospitalaria pública, un buen programa de pensiones, unos programas de casas para los menos afortunados en materia económica, las iniciativas ecológicas férreas para que nuestro medio ambiente no colapse y la ayuda social son cosas que no deberían desaparecer. Pero también debe apoyarse la iniciativa privada, pagar impuestos, saber en qué se invierten esos impuestos, apuntalar un modelo educativo funcional, permitir la sustentabilidad económica del país, tener unas políticas de apoyo a la empresa privada que asegure su permanencia, volver a la meritocracia para que desaparezca tanta ineficiencia, eliminar de  una vez por todas la hegemonía partidista que facilita el compadrazgo y el amiguismo, borrar de la faz de la tierra las horrendas misiones que más que ayudar destrozan el impulso vital de crecimiento de la población más necesitada pues los acostumbran a esperar regalos en vez de estudiar y trabajar por su futuro, mano dura con la criminalidad, todo sin olvidar el respeto por las opciones de vida de cada quien. Muy importante eliminar la influencia militarista de todas las esferas de la vida nacional, relegarlos a sus cuarteles donde realmente sirven de algo.

Los candidatos inteligentes deberían olvidar de su vocabulario eso tan feo de que son de una “izquierda democrática” o cualquier tontería similar, eliminando los extremos ideológicos construimos un mejor país. En este mundo pluralizado, donde se están dando cambios a gran escala que hace veinte años eran impensables, donde la ideología ha perdido pureza pues todo se entremezcla hasta lograr una consistencia más acorde con las aspiraciones de todos, es importante que volvamos la mirada a otras opciones, hay un 60% de electores potenciales que desprecian ya las opciones corrientes, si vamos hacia un mundo democrático toca abrirse a otras opciones para poder comenzar a salir de este atraso tan atroz.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


domingo, agosto 09, 2015

Reflexión dominical III

La política en Venezuela es un asunto que dará que hablar a los historiadores por siglos, imagino que también psiquiatras, sociólogos, criminólogos, antropólogos y psicólogos tendrán material para sus tesis por un buen rato, el país ha sido revuelto desde sus bases hasta las cúpulas, por primera vez en más de cien años el éxodo ha sido más que notorio, todos los más o menos educados están haciendo planes, ya hasta la gente se está organizando en el extranjero para recibir a los emigrantes, en algunos casos hasta les pagan el viaje como préstamo para que puedan escapar de este desastre, tal y como los cubanos lo hicieron alguna vez con sus paisanos.

Entre todo esto que vivimos un ministro imbécil como todos, dice en público que Venezuela no está en la miseria, claro, imagino que él gana veinte mil dólares mensuales y ve todo color de rosa mientras en las calles el sueldo básico si apenas llega a los 12 dólares, los pequeños comerciantes si acaso logran los cien dólares mensuales. Si la población está entre los 12 y los 100 dólares mensuales, creo que teorizar sobre una supuesta riqueza está muy lejos de poder hacerse, claro, a menos que seas un ministro quien tiene que resguardar su cargo y sus prebendas, no vaya a ser que le quiten el guiso del aceite de Oliva importado, el cual por cierto cuesta casi una quincena de sueldo de profesor.

He leído sin sorpresa ni asombro, que supuestamente las hijas del galáctico son millonarias, viven cuan reinas y hasta una de ellas disfruta de inmunidad diplomática gracias a un cargo que le dieron en la ONU, ser millonario y vivir en Nueva York, seguramente es muy revolucionaria la cosa. Alguna vez se oyó el nombre de esa infanta para unas hipotéticas elecciones, que imagino no van a ser, esa mujer no tiene carisma ni para llevar una verbena pro fondos, menos aún para gobernar o cuando menos hacer la pantomima de que lo hace.

Uno dice que este animalejo que está en la presidencia tampoco tiene carisma, pero tuvo la bendición del muerto, le supieron sacar el jugo a la cosa antes que se le vieran las costuras, imagino que tras bastidores la pelea fue a cuchillo y usando todas las armas disponibles, desde la intimidación hasta el asesinato para que todos asintieran en el partido y fuera de él, seguramente los contratos volaron, los billetes fluyeron para engrasar toda la maquinaria electorera, hasta un fraude lograron hacer, no es que sea nada nuevo el asunto es que el tal fraude fe muy evidente, tanto así que hasta el candidato opositor salió quemado por cobarde al no exigir ni permitir que los opositores exigieran un reconteo serio, con la excusa de un montón de muertos posibles que hoy ha crecido por otros motivos.

Cuando uno lo piensa así, la cosa causa más espanto pues la perspicacia de quienes pensamos mal es una cosa seria. Soy creyente en que todo tiene relación, eso de que los penales de máxima seguridad sean resorts para que los hampones se sientan cómodos y puedan hacer sus negocios con tranquilidad, eso otro de que ahora los medios de comunicación le dan cobertura a traficantes de caraotas, de aceite, harina o leche y si acaso algún pobre diablo que vende medio kilo de marihuana o algunas piedras pero en ningún caso hay alijos grandes, que si existen pues los gobiernos vecinos viven decomisando toneladas de drogas, los militares más descarados es difícil, el hampa hace lo que le da la gana, los ministros y sus cómplices exhiben riquezas difíciles de explicar sin tener ese incomodo silencio de quien duda en confesar sus crímenes. Todo eso nos habla de que hay toda una red de criminales amparados por el todo poderoso estado.

Eso de que la hija del difunto sea millonaria no lo dudo ni  un momento, si yo fuese un tipo así de seguro tendría en primer lugar más hijos, después todos tuviesen lo suficiente para vivir holgados hasta que se mueran, en estas tierras uno jamás sabe cuánto vive y si quien baila con el diablo nunca sabe cuándo se acaba la fiesta.

Esta fiesta creo que se está acabando, no solo la fulana está ida del país, ahora los jerarcas meten a sus esposas, hijos, nietos, hermanos y hasta exesposos aplican como candidatos o altos funcionarios, así se aseguran lealtades que de otro modo no existirían, muy mal los veo. En ese momento uno quizás agradezca no tener nada y que lo importante si acaso quepa en una maleta, ellos pues se hicieron millonarios a costa de la tragedia de muchos y quien mal obra mal termina, el crimen paga pero siempre pasa factura, amanecerá y veremos.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




  

sábado, agosto 08, 2015

País de Reos

La gente anda loca, no es para menos, con la situación nacional mucho han aguantado, desde mañana tendré que dejar encerrado a mi gato, tengo la sospecha que algunos vecinos ya o ven con cara de gula. En serio, con la carne a 1300 el kilo, 800 el café, 1500 las caraotas rojas pero 1000 las negras, los sueldos siguen iguales y la inflación al parecer está empeñada en romper los records, más allá de las iniciativas gubernamentales que no se ven por ninguna parte, quizás lo único visible son las colas los días de compras e igualmente en esos días he visto la cara de angustia de algunas señoras al enterarse que no hay nada a precio regulado, se les ve en la mirada desencajada con sonrisa forzada cuando le dan las gracias a uno por le información, se les ve por encima la angustia de no tener que comer, cuando se supone que esa era la razón máxima que alegan estos animalejos de rojo.

Últimamente he dejado que mis simpatías políticas sean más que visibles. La verdad no puedo pasar junto a algún militar sin que, de alguna manera pueda hacerle ver cuanto lo desprecio, así muchos estén en desacuerdo creo que ellos o cuando menos lo que representan son los culpables máximos de este desastre, decir las razones ocuparía mucho espacio, sin embargo solo les digo que al haber aceptado ser subordinados de los cubanos perdieron toda posibilidad de credibilidad, si a eso le sumamos que muchos también se subordinaron al malandraje desatado y hasta cobran comisión por eso tienen más que méritos para ser despreciados por muchos.

Quizás alguien se preguntará la razón de que a pesar de todo lo mal que se habla de este régimen, aun pueda escribir por acá, la respuesta es simple, soy un fulano más, no tengo  el gran impacto en la opinión pública, tampoco es que todos saben de mi existencia, de otra el cuento sería distinto.

Muchos piensan que la libertad es poder hacer lo que queramos cuando queramos, en Venezuela tenemos ese espejismo, hay muchos presos indefinidamente sin juicios ni formalidades, simplemente son recluidos en cualquier sitio de espanto por orden de algún animal del Psuv  , los demás somos reos del país, un día para poder hacer compras de cosas reguladas, si es que hay claro,  en cuanto a la salud solo tienes dos opciones  te gastas lo que no tienes en cuentas de clínicas o usas el sistema de salud público, del que puedo dar fe de la mística de los médicos y enfermeras que quedan (muchos emigraron o se fueron al sector privado) pero sin insumos ni equipos mucho no pueden hacer, por cierto a TODOS los empleados públicos se les suspendió el servicio de pólizas privadas, así que ya no tendremos cobertura para nosotros ni para nuestros familiares.

Si es ese asunto de la salud toca sumarle la ausencia de medicinas, no hay, tanto así que ya están recetando las de uso animal, de esas por lo menos todavía se encuentran e imagino que si mi gato se cura seguramente a mí no me matará. ¿Viajar? No es imposible, pero sí muy forzado, aunque sea hacerlo en autobús a cualquier playa, llevando todo en un par de cavas con hielo, siempre será un gasto exorbitante para casi todas las economías.

En fin, se supone que la libertad debe ser un asunto global, entre otras cosas libertad también significa tener opciones, estar libre de tomar cualquier decisión en cualquier momento, no está única posibilidad que ya ni es opción, lo que nos falta es el grillete en el tobillo para terminar de sentirme preso, no creo que a la gente le agrade mucho vivir así, sin embargo mientras los militares están dotados de privilegios cuan fuero real, los grandes jerarcas tengan su patente de corso extendida a todos sus colaboradores, la oposición siga creyendo que trata con gente honorable que hará honor si por casualidad pierden en las elecciones, los pendejos sigan creyendo que cualquier vaina será peor que esta quinta república, sobre todos los más adultos cuya estupidez y resentimiento no les da para pensar que nunca jamás en nuestra historia republicana fuimos tan pobres no tan mendigos como hoy día.

Ojalá y cuando suceda lo que tenga que suceder mi gente querida se encuentre entre los sobrevivientes, no entre las víctimas, cuando el odio culmine tendremos otro país, no tan cordial pero si cuando menos más avezado con algunas fórmulas para no permitir nunca más que los animales resentidos de la “izquierda radical” vuelvan a ser ni porteros en un ministerio, suena feo pero será la única manera, recordemos que lo mejor que sabe hacer la izquierda es justificarse y acusar a todo el mundo de que ellos son los buenos, cuando la historia dice otra cosa.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

jueves, agosto 06, 2015

Una salida honrosa a esta crisis

Hoy había escrito un artículo donde me quejaba de la situación del país, ciertamente es horrorosa, pero luego de pensarlo bien he decidido no publicarlo ya que si gente más importante que yo se queja y nadie le hace caso, ¿Qué sentido tiene que este cero a la izquierda se queje?. Como para liberar de mi sistema mental, voy a exponer una solución que si bien la he anunciado otras veces, creo que toca igualmente remarcarla, quien quita y esta vez me haga caso algún político serio, que ha de haber en alguna parte.

Ciertamente el gobierno tiene cercados todos los poderes, las armas están todas en su poder, el hampa también, las fuerzas del orden mejor ni hablamos de ellas, hasta han invertido en premios internacionales totalmente desmerecidos, las elecciones apestan a fraude. Entonces, no tenemos salida, hay que hacer “nuevas” propuestas que nos empujen a una solución a mediano plazo.

Una de las que se me ocurren es la de dividir el país en dos grandes partes, la del progreso, donde moraremos los que no queremos al socialismo y la otra de estos bestias, donde puedan hacer las cosas como les venga en gana y los creyentes terminen de joderse solos, sin oposición ni quejas.

¿Cuál sería ese lado?, eso lo discutimos luego, pero del lado que sea existe la infraestructura educativa, económica, de salud, comunicaciones lo suficientemente establecida como para fortalecerla hasta hacerla florecer, solo tenemos que tener ganas y convocar gente que realmente sabe, además claro de tener el guaramo necesario para poder asumir tal responsabilidad, ¿los símbolos?, ¿el arraigo?, ¿la historia? , eso no importa, todo eso carece de valor cuando el hambre y las balas hablan, dejémonos de pendejadas sensibleras, ciertamente hay mucha historia encerrada en nuestras calles, mucho sentimiento, sin embargo con tanto muerto a diario eso no se disfruta, los mismos monstruos del estado se han encargado de deformar nuestra historia hasta hacerla irreconocible, la cultura clama un espacio pues no la dejan respirar, la educación se ha vuelto un adefesio, la ignorancia es al parecer política de estado, ¿entonces? ¿Qué perdemos? Al final no perdemos nada, Bolívar murió hace siglos y su memoria igual la podemos honrar en Cumaná como en Maracaibo, igual es el sentimiento, por mí que se traguen el panteón nacional.

Ejemplos de la funcionalidad de ese trato sobran, desde la conflictiva India de mediados del siglo pasado, la Alemania de pos guerra, Corea y otros más que no recuerdo, sin embargo en todos los casos el lado comunista es de  los pobres y el otro es quien progresa.

El trabajo sería verdaderamente rudo, la separación siempre es dolorosa, sin embargo lo será menos que salir en avión para ser los eternos extranjeros que empiezan de cero en cualquier parte sin que vida y obra importen mucho. Podríamos ser lo que siempre fuimos, un país donde la pobreza era un asunto relativo, donde el estudio sea sinónimo de progreso, donde la investigación acumule créditos y posibles ganancias, sin el escandaloso control de cambio, con el futuro entrando todos los días por todas las vías y no este vertiginoso escape, la salud pues podría ser un espacio tan normal que nadie le pondría mayor atención, con gente capaz y honesta al frente de todas las instituciones del estado, en fin, una reorganización profunda, desde cero.

Como ya sabemos las leyes que funcionan y las que no, se podría hacer un hibrido entre la constitución actual y la difunta, abrir un poco más el compás para unirnos a la modernidad global, inventarnos una moneda nueva o dolarizar, ofrecer seguridad jurídica para el desarrollo de la economía y transformarnos en otro monstruo económico, total, países más pequeños son más fuertes, han logrado más que nosotros en el mismo periodo histórico, nosotros podemos solo si expulsamos la plaga comunista, derogamos la derecha ultrosa  integrando la pluralidad de ideas que permite que nadie se erija como mandamás nunca jamás, por supuesto incluyendo un par de reformas, cero reelección de ningún cargo de elección e impulsar los contrapesos que confiere las oposiciones en un país decente.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

miércoles, agosto 05, 2015

La OMS y el PSUV

Siempre me he negado a pensar en que la gente no piense, que la idiotez sea una especie de virus que corroe la lógica, sobre todo en mi país donde hay demasiadas muestras de que hay un virus espantoso matando las neuronas, de otra la situación seria diferente, tendríamos gente realmente inteligente en el gobierno, los militares serian cuando menos gente que ha leído algo más que las 50 sombras de grey y los políticos no harían las estupideces que hoy día cometen a diario, sin vergüenza , tanto así que hasta lo publicitan en los medios de comunicación.

Imagino que en el mundo se preguntaran ¿Qué pasa en ese paisucho que todos parecen estar locos?, seguramente mis lectores que no son pocos, aunque tampoco es que mi blog está cercano al de Bocaranda (runrunes.com) , se preguntarán a que se debe tanta rabia en mis letras el día de hoy, pues bien, cuando lees que el presidente achaca todos los males al pentágono y los funcionarios hacen lo mismo, uno se pregunta de verdad si esos fulanos creen que TODOS somos tan idiotas para tragarnos ese cuento. Ciertamente la CIA ha cometido estupideces de marca mayor durante toda su existencia, las milicias de ISIS, Bin Laden y muchos otros son una prueba de que los gringos realmente se han equivocado con su política, sin embargo acá el caso es diferente.

Si me hablasen de guerrillas urbanas, medianamente organizadas, cuyos ataques hicieran realmente daño al estado, se vale pensar en alguna “asesoría” extranjera, si tuviesen armas cuyo modelo nos hiciera pensar en que los fulanos de verdad tienen un proveedor extranjero, si por lo menos fuésemos como Nicaragua o El Salvador en los ochentas (ojalá que nunca pase), podríamos dar alguna veracidad a lo que el estado grita desde los púlpitos de su secta chavista-leninista neo galáctica.

Pero cuando escuchamos que el fulano y sus acólitos acusan al pentágono del repunte de la delincuencia, aun sabiendo que mucha de esa delincuencia ha sido apertrechada por ellos mismos, cuando los muertos que se cuentan por miles al mes, en su mayoría han sido ajusticiados por tener algún teléfono de marca, un vehículo de menos de seis años (eso se considera “nuevo”) , una moto y hasta los taxistas  o los conductores de autobuses son víctimas, cuando todos sabemos que si bien ganan más que un profesor universitario tampoco es que andan con sumas millonarias encima y quienes viajan en esos vehículos lo hacen por necesidad, yo particularmente prefiero caminar, solo tomo buses cuando voy a algún sitio muy lejano, eso si mi bolsillo siempre con hambre no tiene suficiente para pagar un taxi.

No creo que el señor Obama esté patrocinando rateros, creo que si los patrocinase por lo menos les exigiría robar bancos, total, se supone que la CIA es tan vergataria que son capaces de organizar cualquier cosa posible y salirse con la suya. Solo falta que digan que los Pranes son también empleados a sueldo de los gringos, por cierto, en ese grupo de gente que supuestamente colabora con el departamento de estado están “los bachaqueros”, esta nueva mafia de mercado negro que hace malabares para proveerse de todos los productos regulados para luego venderlos hasta diez veces su valor y que la verdad a veces son la solución para encontrar cosas importantes del vivir.

De ser cierta esa especie, la OMS debería emitir un alerta rojo de epidemia mundial de idiotez, un virus mortal que acabará con la raza humana y que de seguro la izquierda mundial tiene que ver con la propagación, olvídense por favor del Sida, el Cáncer y esas otras epidemias mortales, el virus de la idiotez extrema es lo que acabará con la raza humana, hay demasiadas evidencias sueltas como para no pensar en ello, quizás los que todavía pensamos somos los únicos no contagiados pero quien sabe hasta cuándo tendremos esa “ventaja”, sobre todo si los idiotas manejan las armas, el dinero y el poder ( aunque declaraciones de gente como la tal Kelly Osbourne y el Donald Trump hagan dudar), no sé, creo que de ser ciertas todas las idioteces del gobierno, deberíamos solicitar que se nos de la Isla de Margarita en comodato para fundar la “República independiente de Venezuela insular” así tendríamos refugio, además de poder lanzar un cordón sanitario, no vaya a ser que terminemos tan imbéciles como ellos y culpemos a los vendedores de “Vuelve a la vida” de ser los responsables de ser espías de algún imperio inventado.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




martes, agosto 04, 2015

Con los amigos todo, para el enemigo, las leyes


Hoy me he encontrado con un amigo de mi adolescencia, quien tiene años viviendo en otro país, me preguntó qué opinaba de la situación pues la desolación del centro comercial donde nos reunimos es una cosa muy diferente a la que el recordaba de hace diez años cuando tomó su maleta y a su familia para irse a otro mundo a trabajar, volvió a plantearme la pregunta sobre cuál es la razón para que no suceda nada si de vaina la gente come, si todo está tan costoso que él, que se vino con unos cuantos dólares, no puede creer que cosas que antes se asumían como baratijas hoy cuesten tanto dinero.

Dividí mi respuesta en tres partes, la primera es la censura, según algunas estadísticas que me han facilitado, la penetración de las redes sociales y el internet en general no superan el 16% de la población, si a eso le sumamos que el espectro radioeléctrico, donde canales y radioemisoras son vitrinas del estado donde las noticias son escogidas con pinza so pena de cierre del medio, los periódicos serios son muy caros para el grueso de la población quien difícilmente gastará los ochenta bolívares de un ejemplar de “El Nacional” , sin embargo esta población que vive en la pobreza gasta la mitad en diarios como “Meridiano” que si bien no dice la gran cosa sobre la situación, por lo menos habla sobre deportes, hipismo, loterías y  horóscopos que al final son una suerte de muletas para apostar en cualquiera de los juegos de azar en los que la miseria invierte sus esperanzas de dinero rápido para intentar paliar sus múltiples deficiencias, además el estado invierte millonarias sumas en “periódicos” regalados en todas partes para hacerse propaganda. Tenemos un país desinformado que difícilmente hace frente común pues en su mayoría no sabe lo que sucede en otras ciudades.

Otro elemento es la acefalía opositora, como todo izquierdoso que se respete, el estado está claro en que ninguna acción que conlleve a la tan esperada explosión social es autogenerada, todos los episodios de esa naturaleza son manipulados por gente cuyo oficio es precisamente el de agitar a las masas, en ese caso pienso que el gobierno mantiene una vigilancia estrecha contra quienes pretenden hacer ruido en ese sentido, sin embargo según veo en las redes ya están sucediendo cosas  sin que exista ninguna direccionalidad aparente,  hay noticias de saqueos y hasta de alertas militares en ciertas partes del país. Si también tomamos en cuenta el asunto económico que ocupa las mentes de todos, ese otro feo asunto del hampa, la desesperanza y el miedo, la sumatoria es una cosa de esas que se cuenta fácil pero es de difícil creencia, la forma de superarlo suena peor que esta eterna vida de colas y sueños.

Eso me espanta pues una vez despierta la turba, el desorden imperará y puede degenerar en una guerra campal donde los frentes se diluyan hasta convertirse en una escabechina de muertos sin sentido (como todas las guerras), quizás de ganar algún bando, los restantes se fundirán para continuar el conflicto, si han leído un poco de historia de manera seria pueden entreverse esas cosas en las guerras que siguieron a la de independencia. No es nada bonito el panorama del futuro cercano.
Uno tiene la costumbre de juzgar por el propio rasero, al leer los titulares rimbombantes sobre escasez y hambre se extraña y hasta levanta la ceja, presumiendo de exagerados a los señores que hacen esas noticias, sin embargo hoy sin querer hice un chiste que desnuda nuestra terrorífica situación “Coca Cola debería publicar un recetario, esa vaina es lo único que queda en los anaqueles ciertamente es eso el producto más abundante en los supermercados, nada de lo otro que ya ni quiero nombrar por la molestia de pensar en ello.

Tengo tiempo diciendo que siento el halito fétido de la guerra en mi nuca, ya he estado en varios sitios donde se escucha gente de diversas raleas diciendo voz en cuello que si hay guerra ellos tomarán sus fusiles contra la revolución, claro, hay que tomar en cuenta que todas las armas están distribuidas entre los malvivientes de los fulanos “colectivos” y esos otros que se uniforman en todas sus variantes, hasta los de franelita con la cara del che y disfraz de ministro aplican, pero como en este país hasta lo impensable se hace corpóreo uno nunca sabe, ojalá esté equivocado y todo fluya dentro de la más estricta regla democrática que tampoco es mucha garantía de nada, sobre todo  esta tierra donde la regla gubernamental es “Con los amigos todo, para el enemigo, las leyes”.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback


lunes, agosto 03, 2015

Desde el ojo de la cerradura


Hacer memoria es algo interesante, sobre todo para gente como yo, que abuso de la facultad del olvido, todo lo que me incomoda lo relego a un espacio de mi cerebro por el que muy pocas veces me paseo, en algunas ocasiones cuesta un poco más pero al final lo logro. Estoy trabajando en un texto autobiográfico, obligándome a recordar lo bueno, lo malo y lo interesante que he hecho en estos 43 años de vida, intentando deslastrarme del asunto político para quizás encontrar algunas respuestas, con el añadido de tener la excusa para fabular.

Ese ejercicio crea algunas cuestiones marginales, reflexiones que si bien no caben en la dimensión de mi intención, no pueden ser desechadas y buscarle acomodo en otros espacios como este por lo menos. Haciendo memoria me he dado cuenta no sin cierta sorpresa que soy el único de mis amigos de adolescencia que continúa soltero, entre esos casados hay algunos que viven en el eterno terror de que su esposa los atrape en alguna cosa que ellas consideran “malas” desde la clásica intención de infidelidad hasta la inocua conversa regada de licor que como mucho los hará trastabillar en la escalera de su casa y si acaso vomitar el impoluto baño de la casa, nada grave.

Lo de la infidelidad es algo más que criticable, no pongo resistencia en ese punto, además si vas a ser infiel por lo menos cuida las formas, es mejor divorciarse y ser feliz que vivir casado con una mujer que no te provoca más que obligación, eso ha de ser espantoso. Lo otro, eso de salir con los amigotes alguna vez no es nada malvado siempre y cuando no sea para gastar todo el ingreso familiar, quizás la reflexión de todo esto es que esos panas viven aterrorizados, en una eterna adolescencia donde cualquier desliz es visto como una afrenta a la autoridad materna, se supone que crecer significa marcar tus propias reglas y hacer lo que nos venga en gana, siempre y cuando el respeto al prójimo, así como la honestidad deben ser las piedras angulares de nuestro proceder, toca dejar a los hijos un buen ejemplo.

Lo más sorprendente es la aceptación de su situación, ese eterno justificar el proceder de sus esposas, ese bajar la cabeza ante la “autoridad” indiscutible de una mujer que te administra desde la cuenta bancaria hasta la vida, sin que tengas escapatoria más que vivir como un espía, cuidándote de lo que dices, lo que haces y hasta de lo que piensas, en fin, una condena que pagas sin cometer más crimen que ese de proponer matrimonio, obedecer tácitamente las reglas sociales y sonreír aun sin ganas para no faltar el respeto a los ritos.

Todo esto viene a colación por la situación del país, tengo la idea de que entre otras cosas la resignación nos tiene jodidos, al igual que los maridos sometidos, los venezolanos estamos bajo la egida constante de la búsqueda de un “líder” que nos señale el camino, no hemos superado la costumbre de la horda, esa que manejó las estrategias de la guerra de independencia y de las muchas otras que siguieron, todos somos muy pájaros bravos, muy machotes pero en asuntos con el poder simplemente bajamos la guardia y nos justificamos de cualquier manera. En la MUD se piensa en “política” manipulando la cosa hasta que se pueda hacer manejable, desde el Psuv se saben fuertes pero son en el fondo la misma porquería , en ambos extremos del espectro se manejan las mismas formas, la ganancia es lo buscado, lo otro simplemente es una excusa para defender el cargo.

Los militares, de esos no quisiera no acordarme, todos son unos lacayos de quien les da las ordenes, se dejaron montar a los cubanos como jefes sin protestar, de otra, si fueran gente pensante las academias militares se quedarían desiertas como lo están las universidades, ya  nadie puede alegar ignorancia, ni decir que eso es una exageración, los cadetes ven eso desde el primer día, además, quien se resigna a vivir a las órdenes de cualquier energúmeno, no puede ser considerado gente, me disculpan los familiares y amigos de gente así, no hay excusa posible para ser eso y sentirse gente.

La costumbre es una cosa espantosa, no reflexionar sobre ella es peor, ya muchos saben los días que les toca hacer compras, muchos guardan lo que pueden para lograr tener algo en el bolsillo para esos momentos, los que más pueden pues hacen acopio de contactos para conocer quienes les puedan surtir desde el mercado negro, los que no pues nos jodemos y terminamos amoldándonos a mal vivir sin mucha resignación. Desde que caí en cuenta lo de los esposos maltratados que hacen malabares para que la gente crea que son absolutamente felices o que son felices a su manera por un asunto de costumbres, me he dado a la tarea de pensar en mi país como un matrimonio imposible donde ambas partes de la pareja serán felices realmente después que se decidan al mal trago del divorcio con todo lo que conlleva, hasta que eso no suceda siempre seremos los maltratados, de eso no hay escapatoria, esas situaciones nunca mejoran, solo empeoran hasta que el tiempo, la vida o la paciencia se agotan pues los abusadores nunca tienen suficiente, siempre quieren más.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



domingo, agosto 02, 2015

Reflexión Dominical II

No estar deprimido, asustado, molesto (o algo peor) , prejuiciado o cualquiera de los terroríficos verbos que forman parte del sentir de todos los ciudadanos que intentamos sobrevivir  cada día en este país, muchas veces (como hoy) pretendo hacer un ejercicio sacando la ecuanimidad que no poseo, solamente para no sentir tanta animadversión por alguien, es más, el problema es que la molestia es con tanta genta que hasta asusta la cosa, nunca creí que iba a terminar sintiendo tanta repulsa por un grupo específico de personas, sobre todo cuando solo se saben unos cuantos nombres, los otros se distinguen pues su posición política, así como sus razonamientos públicos los delatan.
Lo peor , para mí cuando menos, es que desde hace muchos años había desterrado ese extraño sentimiento que se parece al odio, tanto así que muchas veces les he dado la mano a enemigos jurados porque me había olvidado de cuanto me odian, pero como los tiempos obligan he terminado por claudicar ante tanto desbarajuste. Es difícil no hacerlo cuando te enteras que tu sueldo no te alcanza para comer, que vivir, vestirse, tener un seguro médico, medicinas y hasta la aparentemente inocua pero muy necesaria sesión de esparcimiento, son cosas prohibitivas para uno, en esos momentos de frustración la verdad no pienso mucho ni en el país ni en los otros que como yo viven el mismo drama cada día.

Saber que fulano de tal hace mercado en Curazao, que mengano tiene una flota de aviones, que perencejo es un meganarcotraficante, que menganita es amante de medio mundo y por eso gana millones de dólares y cualquier otro detalle de esos me importa nada (por no decir que un carajo), la verdad me importa mi despensa, la de mi hija, la de mi viejo, poder encontrar nueva casa, apartamento o habitación pues mi casero me pidió desalojo y aparte de la incomodidad del caso también me da mala vibra tener que terminar enemistado con este señor que se ha portado tan bien, pero todo apunta que va a tener que aguantarse hasta que encuentre la formula, lo demás, eso que también importa solo es un eterno ejercicio de parchar y medio equilibrar presupuestos para sobrevivir sin terminar bajo algún puente o peor, morirse de un infarto cuando comprar pollo o carne se te va toda la quincena.

Mientras escribo esto me viene a la memoria un artículo que reseña una cadena nacional donde el fulano presidente habla de una gran cruzada para sustituir importaciones, si ese gran carajo hubiese hecho ese anuncio hace unos años, quizás me alegraría pues es una deuda que hemos venido arrastrando desde hace un tiempo, esa infamante dependencia de las importaciones de todo, pero lo hace cuando los supermercados están desabastecidos y hasta un kilo de humildes caraotas rojas cuesta el doce por ciento de un salario mínimo, sin hablar de la proteína animal que cuesta hasta veinte por ciento, que si lo sacamos por quincenas , un kilo de carne de segunda puede costar fácilmente la mitad de una quincena, es decir, que estamos pasando por un momento trágico para la economía nacional.

Si no supiera que no hay producción en nuestros campos, tampoco hay reses para la producción de carne, mucho menos de todo lo demás, quizás podría darle un voto de confianza y tener la esperanza de que algo así aparezca, pero ese anuncio más que tranquilizar, desespera, eso quiere decir que con esa excusa van a desaparecer aún más rubros, lo poco que queda se disparará y con ello toda la poca calidad de vida se deteriorará hasta niveles nunca antes vistos, la miseria será mucho peor.

Sigo pensando de manera individual y me acostaré feliz de que hoy tengo que darle de comer a mi hija, quien por cierto se alegra sobre manera pues la carne es un artículo de lujo que aparece en nuestra mesa muy pocas veces, hoy hay desde pollo en el almuerzo hasta cena con jamón y queso amarillo, toda una cena de gran categoría ya que su costo es prohibitivo la mayor parte del tiempo, afortunadamente no tengo enfermos crónicos en mi familia, además poseo un oficio que me permite algunos ingresos extraordinarios sin tener que vender el alma en el camino.

Mi problema empieza en tres días cuando lo poco de mi despensa se reduzca, cuando me toce juntar algo de valor para decirle a mi casero que le toca aguantarse, en el momento que tenga que comprar los uniformes escolares, cuando mi hija me pregunte por el futuro y no sepa que responderle, en ese momento me acuerdo de tanto fulano, fulana, perencejo y sutanejas que impulsan, protegen, resguardan y hasta se hacen pasar por gentes para defender esta porquería de gobierno.

Entonces, en momentos como estos, cuando pienso que una de las posibles soluciones es dejarse de pendejadas y suspender todo el dialogo, la cordura, hasta la educación a ver si de una vez por todas comenzamos a transitar el camino correcto, no este empedrado de dificultades que nos ha obligado la ineptitud de muchos, la apatía de otros tantos, la ignorancia de las mayorías y la maldad de las “elites”.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

sábado, agosto 01, 2015

Hipocresía tropical


Cada vez que hablo con alguna persona que no conoce Venezuela, la primera imagen que tienen de nosotros es la de un pueblo desmadrado, es decir, sin vergüenza para la fiesta, donde la bebida, las mujeres y la rumba parecieran el deporte nacional, una suerte de parranda eterna entre playas, llanos y montañas, con mujeres hermosas en cada esquina, donde la extracción socio cultural no es determinante para  participar de cualquier fiesta. Como conclusión colateral podremos decir que (según nos miran) somos un país sin complejos ni mojigaterías, nada más lejos de la realidad.

En este país vamos años luz de distancia del resto del mundo, vivimos una especia de “fundamentalismo tropical” absurdo para esta tierra, no se la razón, quizás la desesperación de la desesperanza lleva a la gente a refugiarse en los más absurdos tabúes, que si bien funcionaron hasta el siglo pasado a estas alturas deben ser erradicados de nuestro gentilicio para comenzar a poder entender este mundo globalizado.

Mi país se subdivide entre quienes se abrogan la capacidad de censurar cualquier cosa que se medio aleje de su canon, los religiosos de muchas tendencias encerrados en sus pruritos en contra de lo que consideran anormal, la “gente bien” que se solaza en su absoluta ignorancia con sus sueños de carros, casas, negocios fabulosos, extremismo político (de ambos lados del espectro) y al final desdeñan hacer crecer su intelecto pues ni les interesa ni les conviene, aquellos cuyo mayor orgullo es el de exhibir su ignorancia, mala hablar, peor educación cuyo primer impulso es el de rechazar cualquier amago de razón y se escudan tras la mitomanía del “comandante galáctico”, esos que (supuestamente) escriben sus loas llenas de palabras como “pueblo, “patria”, “libertad” y “paz” con verbo rebuscado a quienes nadie les ha dicho que el romanticismo murió hace más de cien años, por último la ínfima minoría de gente pensante, que somos tan pocos que ya nos sentimos locos gritando a las paredes.

La muestra está en que mientras en otras naciones, pensar en el matrimonio entre personas del mismo sexo se discute en todos lados, acá la gente se persigna espantada, la gleba los intenta apedrear y el estado los ignora. Si hablamos de la legalización es peor, automáticamente todos los fumadores de marihuana pasan al rincón de los ignorados, se ganan el aura de malvivientes, lo que conlleva a una especie de secularización del vicio, donde todos fuman pero nadie dice nada, colaborando de paso con el negocio del narcotráfico y su carga de violencia al no poder disponer de fuentes legales donde satisfacer su necesidad. Seguro alguien se sorprenderá y dirá que estoy algo loco, que hay otras cosas más importantes en este momento político, quizás tienen razón, pero tampoco pueden ignorar esas otras realidades.

Seguir siendo un país pleno de prejuicios absurdos y anacrónicos nos hace sensibles a que animales de uniforme sigan dictando las reglas del país, esos mismos prejuicios hicieron que gente como Jaime Lusinchi o Carlos Andrés Pérez cayeran en el descredito, uno por beodo y el otro por manirroto, si ponemos en una balanza los despropósitos de ambos gobiernos para contrastarlos con solamente los últimos tres años de esta mal llamada  “re(in)volución” descubriremos sin sorpresa alguna que aquellos otros gobiernos tan mal vistos eran en realidad toda na muestra de honradez al lado de lo que ha hecho el PSUV.

Si la gente fuese un poco menos mojigata quizás mi país fuese una muestra de modernidad, estaríamos más cerca de aquel primer mundo soñado y no este quinto vivido, de mi parte pongo las conversas con mis alumnos, mi hija, a cuanto joven se me acerca para intentar hacerles pensar que lo común es malo solamente en la medida que lastima a terceros, si no lastima a nadie ni exige que nadie se identifique con esa “normalidad forzada”, entonces debe ser admitido y culturalmente digerido, un paso necesario no solo para aceptarnos como iguales, también para comenzar a allanar el camino hacia el futuro, donde militares, religiosos y fundamentalistas vivan en sus enrejados sin obligar a nadie a asumir una falsa posición, evitando de paso volver a ser esto que nadie quiere ser pero que al final nos resignamos a vivir por no poder escapar.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback