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lunes, agosto 03, 2015

Desde el ojo de la cerradura


Hacer memoria es algo interesante, sobre todo para gente como yo, que abuso de la facultad del olvido, todo lo que me incomoda lo relego a un espacio de mi cerebro por el que muy pocas veces me paseo, en algunas ocasiones cuesta un poco más pero al final lo logro. Estoy trabajando en un texto autobiográfico, obligándome a recordar lo bueno, lo malo y lo interesante que he hecho en estos 43 años de vida, intentando deslastrarme del asunto político para quizás encontrar algunas respuestas, con el añadido de tener la excusa para fabular.

Ese ejercicio crea algunas cuestiones marginales, reflexiones que si bien no caben en la dimensión de mi intención, no pueden ser desechadas y buscarle acomodo en otros espacios como este por lo menos. Haciendo memoria me he dado cuenta no sin cierta sorpresa que soy el único de mis amigos de adolescencia que continúa soltero, entre esos casados hay algunos que viven en el eterno terror de que su esposa los atrape en alguna cosa que ellas consideran “malas” desde la clásica intención de infidelidad hasta la inocua conversa regada de licor que como mucho los hará trastabillar en la escalera de su casa y si acaso vomitar el impoluto baño de la casa, nada grave.

Lo de la infidelidad es algo más que criticable, no pongo resistencia en ese punto, además si vas a ser infiel por lo menos cuida las formas, es mejor divorciarse y ser feliz que vivir casado con una mujer que no te provoca más que obligación, eso ha de ser espantoso. Lo otro, eso de salir con los amigotes alguna vez no es nada malvado siempre y cuando no sea para gastar todo el ingreso familiar, quizás la reflexión de todo esto es que esos panas viven aterrorizados, en una eterna adolescencia donde cualquier desliz es visto como una afrenta a la autoridad materna, se supone que crecer significa marcar tus propias reglas y hacer lo que nos venga en gana, siempre y cuando el respeto al prójimo, así como la honestidad deben ser las piedras angulares de nuestro proceder, toca dejar a los hijos un buen ejemplo.

Lo más sorprendente es la aceptación de su situación, ese eterno justificar el proceder de sus esposas, ese bajar la cabeza ante la “autoridad” indiscutible de una mujer que te administra desde la cuenta bancaria hasta la vida, sin que tengas escapatoria más que vivir como un espía, cuidándote de lo que dices, lo que haces y hasta de lo que piensas, en fin, una condena que pagas sin cometer más crimen que ese de proponer matrimonio, obedecer tácitamente las reglas sociales y sonreír aun sin ganas para no faltar el respeto a los ritos.

Todo esto viene a colación por la situación del país, tengo la idea de que entre otras cosas la resignación nos tiene jodidos, al igual que los maridos sometidos, los venezolanos estamos bajo la egida constante de la búsqueda de un “líder” que nos señale el camino, no hemos superado la costumbre de la horda, esa que manejó las estrategias de la guerra de independencia y de las muchas otras que siguieron, todos somos muy pájaros bravos, muy machotes pero en asuntos con el poder simplemente bajamos la guardia y nos justificamos de cualquier manera. En la MUD se piensa en “política” manipulando la cosa hasta que se pueda hacer manejable, desde el Psuv se saben fuertes pero son en el fondo la misma porquería , en ambos extremos del espectro se manejan las mismas formas, la ganancia es lo buscado, lo otro simplemente es una excusa para defender el cargo.

Los militares, de esos no quisiera no acordarme, todos son unos lacayos de quien les da las ordenes, se dejaron montar a los cubanos como jefes sin protestar, de otra, si fueran gente pensante las academias militares se quedarían desiertas como lo están las universidades, ya  nadie puede alegar ignorancia, ni decir que eso es una exageración, los cadetes ven eso desde el primer día, además, quien se resigna a vivir a las órdenes de cualquier energúmeno, no puede ser considerado gente, me disculpan los familiares y amigos de gente así, no hay excusa posible para ser eso y sentirse gente.

La costumbre es una cosa espantosa, no reflexionar sobre ella es peor, ya muchos saben los días que les toca hacer compras, muchos guardan lo que pueden para lograr tener algo en el bolsillo para esos momentos, los que más pueden pues hacen acopio de contactos para conocer quienes les puedan surtir desde el mercado negro, los que no pues nos jodemos y terminamos amoldándonos a mal vivir sin mucha resignación. Desde que caí en cuenta lo de los esposos maltratados que hacen malabares para que la gente crea que son absolutamente felices o que son felices a su manera por un asunto de costumbres, me he dado a la tarea de pensar en mi país como un matrimonio imposible donde ambas partes de la pareja serán felices realmente después que se decidan al mal trago del divorcio con todo lo que conlleva, hasta que eso no suceda siempre seremos los maltratados, de eso no hay escapatoria, esas situaciones nunca mejoran, solo empeoran hasta que el tiempo, la vida o la paciencia se agotan pues los abusadores nunca tienen suficiente, siempre quieren más.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback



domingo, agosto 02, 2015

Reflexión Dominical II

No estar deprimido, asustado, molesto (o algo peor) , prejuiciado o cualquiera de los terroríficos verbos que forman parte del sentir de todos los ciudadanos que intentamos sobrevivir  cada día en este país, muchas veces (como hoy) pretendo hacer un ejercicio sacando la ecuanimidad que no poseo, solamente para no sentir tanta animadversión por alguien, es más, el problema es que la molestia es con tanta genta que hasta asusta la cosa, nunca creí que iba a terminar sintiendo tanta repulsa por un grupo específico de personas, sobre todo cuando solo se saben unos cuantos nombres, los otros se distinguen pues su posición política, así como sus razonamientos públicos los delatan.
Lo peor , para mí cuando menos, es que desde hace muchos años había desterrado ese extraño sentimiento que se parece al odio, tanto así que muchas veces les he dado la mano a enemigos jurados porque me había olvidado de cuanto me odian, pero como los tiempos obligan he terminado por claudicar ante tanto desbarajuste. Es difícil no hacerlo cuando te enteras que tu sueldo no te alcanza para comer, que vivir, vestirse, tener un seguro médico, medicinas y hasta la aparentemente inocua pero muy necesaria sesión de esparcimiento, son cosas prohibitivas para uno, en esos momentos de frustración la verdad no pienso mucho ni en el país ni en los otros que como yo viven el mismo drama cada día.

Saber que fulano de tal hace mercado en Curazao, que mengano tiene una flota de aviones, que perencejo es un meganarcotraficante, que menganita es amante de medio mundo y por eso gana millones de dólares y cualquier otro detalle de esos me importa nada (por no decir que un carajo), la verdad me importa mi despensa, la de mi hija, la de mi viejo, poder encontrar nueva casa, apartamento o habitación pues mi casero me pidió desalojo y aparte de la incomodidad del caso también me da mala vibra tener que terminar enemistado con este señor que se ha portado tan bien, pero todo apunta que va a tener que aguantarse hasta que encuentre la formula, lo demás, eso que también importa solo es un eterno ejercicio de parchar y medio equilibrar presupuestos para sobrevivir sin terminar bajo algún puente o peor, morirse de un infarto cuando comprar pollo o carne se te va toda la quincena.

Mientras escribo esto me viene a la memoria un artículo que reseña una cadena nacional donde el fulano presidente habla de una gran cruzada para sustituir importaciones, si ese gran carajo hubiese hecho ese anuncio hace unos años, quizás me alegraría pues es una deuda que hemos venido arrastrando desde hace un tiempo, esa infamante dependencia de las importaciones de todo, pero lo hace cuando los supermercados están desabastecidos y hasta un kilo de humildes caraotas rojas cuesta el doce por ciento de un salario mínimo, sin hablar de la proteína animal que cuesta hasta veinte por ciento, que si lo sacamos por quincenas , un kilo de carne de segunda puede costar fácilmente la mitad de una quincena, es decir, que estamos pasando por un momento trágico para la economía nacional.

Si no supiera que no hay producción en nuestros campos, tampoco hay reses para la producción de carne, mucho menos de todo lo demás, quizás podría darle un voto de confianza y tener la esperanza de que algo así aparezca, pero ese anuncio más que tranquilizar, desespera, eso quiere decir que con esa excusa van a desaparecer aún más rubros, lo poco que queda se disparará y con ello toda la poca calidad de vida se deteriorará hasta niveles nunca antes vistos, la miseria será mucho peor.

Sigo pensando de manera individual y me acostaré feliz de que hoy tengo que darle de comer a mi hija, quien por cierto se alegra sobre manera pues la carne es un artículo de lujo que aparece en nuestra mesa muy pocas veces, hoy hay desde pollo en el almuerzo hasta cena con jamón y queso amarillo, toda una cena de gran categoría ya que su costo es prohibitivo la mayor parte del tiempo, afortunadamente no tengo enfermos crónicos en mi familia, además poseo un oficio que me permite algunos ingresos extraordinarios sin tener que vender el alma en el camino.

Mi problema empieza en tres días cuando lo poco de mi despensa se reduzca, cuando me toce juntar algo de valor para decirle a mi casero que le toca aguantarse, en el momento que tenga que comprar los uniformes escolares, cuando mi hija me pregunte por el futuro y no sepa que responderle, en ese momento me acuerdo de tanto fulano, fulana, perencejo y sutanejas que impulsan, protegen, resguardan y hasta se hacen pasar por gentes para defender esta porquería de gobierno.

Entonces, en momentos como estos, cuando pienso que una de las posibles soluciones es dejarse de pendejadas y suspender todo el dialogo, la cordura, hasta la educación a ver si de una vez por todas comenzamos a transitar el camino correcto, no este empedrado de dificultades que nos ha obligado la ineptitud de muchos, la apatía de otros tantos, la ignorancia de las mayorías y la maldad de las “elites”.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

sábado, agosto 01, 2015

Hipocresía tropical


Cada vez que hablo con alguna persona que no conoce Venezuela, la primera imagen que tienen de nosotros es la de un pueblo desmadrado, es decir, sin vergüenza para la fiesta, donde la bebida, las mujeres y la rumba parecieran el deporte nacional, una suerte de parranda eterna entre playas, llanos y montañas, con mujeres hermosas en cada esquina, donde la extracción socio cultural no es determinante para  participar de cualquier fiesta. Como conclusión colateral podremos decir que (según nos miran) somos un país sin complejos ni mojigaterías, nada más lejos de la realidad.

En este país vamos años luz de distancia del resto del mundo, vivimos una especia de “fundamentalismo tropical” absurdo para esta tierra, no se la razón, quizás la desesperación de la desesperanza lleva a la gente a refugiarse en los más absurdos tabúes, que si bien funcionaron hasta el siglo pasado a estas alturas deben ser erradicados de nuestro gentilicio para comenzar a poder entender este mundo globalizado.

Mi país se subdivide entre quienes se abrogan la capacidad de censurar cualquier cosa que se medio aleje de su canon, los religiosos de muchas tendencias encerrados en sus pruritos en contra de lo que consideran anormal, la “gente bien” que se solaza en su absoluta ignorancia con sus sueños de carros, casas, negocios fabulosos, extremismo político (de ambos lados del espectro) y al final desdeñan hacer crecer su intelecto pues ni les interesa ni les conviene, aquellos cuyo mayor orgullo es el de exhibir su ignorancia, mala hablar, peor educación cuyo primer impulso es el de rechazar cualquier amago de razón y se escudan tras la mitomanía del “comandante galáctico”, esos que (supuestamente) escriben sus loas llenas de palabras como “pueblo, “patria”, “libertad” y “paz” con verbo rebuscado a quienes nadie les ha dicho que el romanticismo murió hace más de cien años, por último la ínfima minoría de gente pensante, que somos tan pocos que ya nos sentimos locos gritando a las paredes.

La muestra está en que mientras en otras naciones, pensar en el matrimonio entre personas del mismo sexo se discute en todos lados, acá la gente se persigna espantada, la gleba los intenta apedrear y el estado los ignora. Si hablamos de la legalización es peor, automáticamente todos los fumadores de marihuana pasan al rincón de los ignorados, se ganan el aura de malvivientes, lo que conlleva a una especie de secularización del vicio, donde todos fuman pero nadie dice nada, colaborando de paso con el negocio del narcotráfico y su carga de violencia al no poder disponer de fuentes legales donde satisfacer su necesidad. Seguro alguien se sorprenderá y dirá que estoy algo loco, que hay otras cosas más importantes en este momento político, quizás tienen razón, pero tampoco pueden ignorar esas otras realidades.

Seguir siendo un país pleno de prejuicios absurdos y anacrónicos nos hace sensibles a que animales de uniforme sigan dictando las reglas del país, esos mismos prejuicios hicieron que gente como Jaime Lusinchi o Carlos Andrés Pérez cayeran en el descredito, uno por beodo y el otro por manirroto, si ponemos en una balanza los despropósitos de ambos gobiernos para contrastarlos con solamente los últimos tres años de esta mal llamada  “re(in)volución” descubriremos sin sorpresa alguna que aquellos otros gobiernos tan mal vistos eran en realidad toda na muestra de honradez al lado de lo que ha hecho el PSUV.

Si la gente fuese un poco menos mojigata quizás mi país fuese una muestra de modernidad, estaríamos más cerca de aquel primer mundo soñado y no este quinto vivido, de mi parte pongo las conversas con mis alumnos, mi hija, a cuanto joven se me acerca para intentar hacerles pensar que lo común es malo solamente en la medida que lastima a terceros, si no lastima a nadie ni exige que nadie se identifique con esa “normalidad forzada”, entonces debe ser admitido y culturalmente digerido, un paso necesario no solo para aceptarnos como iguales, también para comenzar a allanar el camino hacia el futuro, donde militares, religiosos y fundamentalistas vivan en sus enrejados sin obligar a nadie a asumir una falsa posición, evitando de paso volver a ser esto que nadie quiere ser pero que al final nos resignamos a vivir por no poder escapar.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




viernes, julio 31, 2015

Izquierda ladrona

Hace muchos años hubo algo llamado izquierda, el universo político latinoamericano que estuvo por bastante tiempo dominado por liberales y conservadores fue mutando para intoxicarse con otro par de cosas que dieron en llamar izquierda y derecha. Imagino que para muchos de los pioneros de la democracia ser de “izquierda” fue un paso interesante pues suponía cortar con la tradición, de alguna manera rompe esquemas y por primera vez estaba bien visto ser ateo, por ejemplo, también algunas otras particularidades que podía permitirse alguien que no fuese de derecha.

El mundo ha dado muchas vueltas desde aquellos tiempos, los fundadores de los partidos de los años veinte del siglo pasado, olvidaron (afortunadamente) sus ataques izquierdosos para instalarse en una democracia que intentaba unir de alguna manera todas las tendencias con la tradición del trabajo y la honestidad por delante, si no me creen hagan memoria a ver cuál de los “escándalos” de la cuarta república tiene tan siquiera una décima parte de ese otro escándalo de las empresas de maletín que apenas el año pasado rasparon todos los dólares, oh sorpresa todos los indiciados son cercanos a la alta dirigencia gubernamental, nadie fue culpable.

Ahora bien, en vista de estas apreciaciones anteriores, toca pensar que cosa es esta que queda, creo (algo muy particular) que uno de los grandes problemas del chavismo o el madurismo es esa vena retaliativa que poseen todos los fanáticos aspirantes a ser alguien, que aunque se saben sub-calificados no les importa mal hacer su trabajo solo que cuando fracasan la culpa siempre será de otros, jamás de ellos. El asunto es que he oído de muchos y eso ya es más que visible, que la envidia los carcome, si algo funciona es sensible a ser expropiado para ellos sentir que pueden hacer funcionar la cosa, si una vez que poseen la empresa, la fábrica, las divisas o la materia prima, la iniciativa no funciona, enseguida aparece como culpable el mismo de siempre, que dicho sea de paso tengo la certeza de que le vale madres lo que por acá suceda.

Es inocultable la gula con la que el estado mira empresas Polar, ya ellos (el gobierno) viven dentro de las fábricas, supervisan el destino de toda la mercadería, tutelan los precios pero no importa, igual la van a expropiar pues su “prestigio” les va en eso, sin importar que al final, al expropiarla va a tener el mismo destino que todas las empresas del gobierno, quebrará, los empleados tendrán desmejoras en el sueldo, desaparecerá el producto, todos los beneficios se esfumaran pero los antiguos obreros que se sentían vituperados por los ingenieros cobrarán su afrenta elevándose a la cima gerencial.

En fin, el chavismo está lleno de imbéciles cuya característica principal es un odio hacia todo lo que no entienden. No creen en el estudio ni el esfuerzo para salir adelante, todo lo quieren rápido y en esa manía inmediatista han matado todo el musculo productivo del país. Hace años bajo alguna excusa similar expropiaron el 90% de las tierras cosechables y altamente productivas, hoy día son un erial, en esas tierras cayeron muchas fincas ganaderas, hoy la carne es un  lujo, según me han contado fuentes bastante confiables los ganaderos hasta mataron sus rebaños lecheros pues ya no es rentable procesar la leche, el producto no genera ganancia ni para mantenerse, los granos son una exquisitez, los supermercados están vacíos, pero nadie dice nada.

Otra cosa, el hampa, se supone que hay policías y toda una estructura judicial para procesar y castigar al delito, la verdad es que solo quienes no están debidamente protegidos por algún benefactor de poder o por alguna modesta fortuna pueden ser procesados, si posees alguna de las otras dos nunca lo vas a ser. Es común escuchar historias de “vacunas” ,extorsiones, pago por protección para tu vida, tu negocio, tu carro , tu casa, para que no te secuestren, para sobrevivir. También es harto conocido que los sitios receptores de esos fondos son las cárceles de máxima seguridad donde los reclusos poderosos manejan a su antojo todos los hilos del quehacer hamponil , también es sabido que sus asistentes son TODOS los estratos del poder judicial, desde las secretarias hasta los oficiales de la “gloriosa” GN quienes muy amablemente fungen como asistentes. Pero el presidente en cadena nacional anuncia que acabará con el paramilitarismo colombiano que ha infectado las calles de nuestra sacrosanta patria.

Está jodido el presidente, por lo menos a los pobres los podía manejar con la mentira del imperialismo, ese cuento del hampa manejada por Colombia es una chorrada tan falsa que ni el borrachito chavista, ese que duerme cerca de todas las licorerías de barrio, que cada tarde comienza a gritar sus consignas mientras los otros viandantes le dan algo para completar y comprar su botella de Cocuy , se cree eso , todo el mundo sabe en los barrios como se mueve el asunto, todos en los barrios saben que desde la cárcel se manejan los negocios, así que el presidente la ha vuelto a poner.

Cuidado si el fulano estallido social que se cansan de pedir todos por todos lados pero que nadie se asume la tarea de estimular, no nace en los barrios, no por el hambre si no como la evolución natural de los muertos que expondrá la fulana operación OLP, nadie dice que no sea necesaria, el problema es que es el gran socio quien ahora demuestra su amistad matando a la competencia.
Razón tiene quien  dice que expropiar es robar, la guerra la veo cerca, mi mayor deseo es que podamos escapar y si no cuando menos que nos podamos defender y sobrevivir, ojalá esté equivocado.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

miércoles, julio 29, 2015

Razonamiento rojo

Soy de esos que se niegan a discutir con idiotas cuyos argumentos no tengan lógica, es muy difícil para mí pensar en molestarme (más) en pelear con gente que la verdad no tiene el más mínimo sentido común, a pesar de que decidí no enemistarme con nadie por sus ideas políticas pues creo que es más sensato tratar a los contrarios si no para hacerlos entrar en razón cuando menos si para intentar hacerlos avergonzarse de su idiotez, desnudando con argumentos sensatos las estupideces de los jerarcas, es que de verdad es muy fácil destrozar tanto argumento manido del discurso gubernamental y como acá no hay quien no tenga por lo menos una deficiencia que no puedan cubrir, entonces todos somos víctimas de una u otra manera.

Como no siempre estuvo la política en la palestra, tengo amigos de muchos años que por alguna misteriosa razón perdieron la integridad intelectual en el camino y decidieron hacer vida activa dentro de esta porquería que se empeñan en llamar revolución, a casi todos los he borrado de mis redes, sin embargo unos pocos todavía los tengo agregados pues el cariño de muchos años de amistad es complicado de eliminar por una rabieta, pero todo tiene un límite.

Una amiga muy querida con quien tengo más de veinte años de amistad, cuyos hijos y mi hija se dicen primos, es una de esas personas, el problema de mi amiga es que su intelecto no le da para mucho y decidió hace unos años ser una absoluta lacaya del sistema , más por necesidad que por otra cosa, nunca estudió más allá del bachillerato y le toca estar en la cresta de la ola de la lisonja para poder tener empleos que le aseguren más que el sueldo básico, además claro de llenarle el ego. En una publicación que hizo en las redes sociales, gastó por lo menos un par de cuartillas para intentar demostrar las razones por las que no es válido reclamarle nada a la revolución, la piedra angular de su razonamiento es que 16 años no son nada, explicaba con cierta pomposidad que el ser humano a los 15 años no es la gran cosa y todavía necesita de la ayuda de sus padres para poder concluir y llegar a feliz término con sus planes de vida, por tanto la “revolución” es como una pobre quinceañera que necesita de la protección de todos para florecer más allá de los desaciertos.

Tengo que ser sincero, el primer impulso fue el de insultarla de manera personal, nada de mensajitos ni de responder post de manera pública, sin embargo me contuve y le contesté algo más o menos mesurado sin estridencias generadas por esta visceral arrechera que me embarga ante su razonamiento.

Le coloqué que si en 16 años estamos a nivel de recogelatas el año próximo nos comeríamos perros y gatos, si  es que alguno quedara para comer después de tanta hambre. La amiga no respondió, pero una seguidora me dijo que eso no podía verse así que no siempre dos más dos no eran cuatro, en ese momento decidí escribir esto para dejar constancia de mi opinión, tampoco es que valga mucho pero prefiero dejarlo por escrito y en las redes solo para que nadie me venga con la tontería de que nunca se dijo.

En vista de la opinión de mi amiga y de la respuesta de su seguidora, la cosa me preocupa en grado sumo, cuando la gente se enceguece ante una realidad de manera insostenible solo por el mendrugo de sueldo y la posibilidad de mantener un cargo que en cualquier país decente jamás tendrían acceso pues su formación no les da más que para empleos de muy bajo nivel, el futuro es peor de lo que pensaba, si a eso le sumamos las alarmantes noticias de que van a solicitar una “habilitante” para que el presidente decrete la eliminación de las bandas paramilitares colombianas cuando aquí todos sabemos que las bandas armadas son la suma de los mal vivientes que malviven del crimen junto a los otros que usan uniforme o corbata pero que comparten las ganancias con los primeros, puedo pensar con toda justicia que estamos al borde de una escabechina anunciada, todos pasamos a ser sospechosos a pesar de no estar más cerca del paramilitarismo que mi abuelita (que en paz descanse) , toda la palabrería hueca de la paz solo estará asociada a la paz de los sepulcros para la gente critica, los otros se harán oídos sordos y se escudaran en las “necesidades” de la revolución.

Lástima me da esa gente. Aunque me niego a insultarlos debo admitir que lo pienso de las maneras más escandalosas, esas que uno aprende en los bares o con los conductores maracuchos, no puedo adivinar el futuro, sin embargo ya se anuncia para quien esté atento, es una lástima perder amigos por causa de la política, pero peor es tener como amigos a gente que no piensa pero que se escuda en su ignorancia disfrazándola de intelectualidad, esa que todavía no se ha dado cuenta que ser intelectual es preguntarse cosas y buscar múltiples respuestas, no conformarse con argumentos estúpidos para tranquilizar su conciencia y hacer felices a sus jefes, de esa manera escapar a su destino. Son historias tan repetidas que hasta ministros hay de esa condición, imagínense el resto de los funcionarios de alto, medio y bajo nivel, amanecerá y veremos.

José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




martes, julio 28, 2015

Autoridad y ridículo, hermanados por la revolución.



Mi relación con las figuras de autoridad siempre ha sido mala, sobre todo cuando me tropiezo con esos que se empeñan en atornillar a todos sus idioteces y se incomodan cuando son señalados sus errores, eso aplica igualmente con las figuras autoritarias de mi niñez, claro se ha acentuado en la adultez, creo que esa es una de las razones para que haya escogido profesión y oficio solitario, ser fotógrafo es un asunto de soledad, nadie comparte el espacio tras el lente de mi cámara y por lo general el producto terminado tampoco es sensible a cambios posteriores o cuando menos eso lo hace otra persona cuando ya me he desentendido  del encargo, en el caso de la docencia es mejor aún la cosa, uno va sus clases, da los buenos días en la sala de profesores y solo vuelve al salir para dejar la asistencia, los jefes anda metidos en sus líos burocráticos, las secretarias en sus chismorreos y yo camino a mis otras obligaciones sin tener muy en cuenta a nadie más, debo admitir que es la misma estrategia usada por mi tanto en las universidades como en otros institutos, así me libro de tener que cargar con cosas que no me interesa, además como la ley me hace autónomo lo que digan o piensen de mis clases no me interesa mucho que digamos, con hacer bien mi trabajo tengo más que suficiente.

La cosa se pone álgida cuando leo las noticias y me tropiezo con idioteces como la prisión del jefe del gremio de los licoreros, no conozco al señor, ni siquiera se su nombre pero con tanta delincuencia no me parece lógico que pongan preso a un hombre cuya actividad comercial puede ser absolutamente ignorada, hasta donde se nadie se muere si no toma algún licor, tampoco la estabilidad del país va a ser fracturada por los altos precios del alcohol o va a patrocinar una invasión de alguna fuerza multinacional de licoreros indignados que viene en defensa de sus iguales para intentar liquidar la fuerza del estado por no permitir que los ciudadanos beban a las puertas de la licorería, discúlpenme pero son unos IMBECILES de marca mayor los organismos de ¿inteligencia y seguridad? En este país que de no ser tan seria la situación podría tildarlo de caricaturesco.

Otro detalle es la prisión de los “tuiteros”, la verdad no veo como una DOCTORA en química, profesora titular de una muy honorable universidad nacional puede hacer tambalear el país o ser una amenaza para tano gorila armado hasta los dientes, si me dijeran que la cárcel la ha ganado por producir en masa explosivos de ala potencia a partir de panelas de jabón azul o quizás asaltó un camión lleno de fertilizantes para producir más explosivos, cocina metanfetaminas para poder ganar más dinero en vez del miserable sueldo docente o algunas de las muchas cosas malvadas que puede hacer cualquier científico para lograr daños, pero no, a la mujer la ponen presa por decir cuatro barbaridades que le lastimaron los chacras a los grandes jefes y la pusieron presa, así hay muchos en la misma condición, solo por escribir en 140 caracteres ( peor, las gritaron) cosas que molesten al gobierno.

Más allá del impulso primario de insultar, ahora sería interesante pensar como alguien sin ejército, armas, periódicos o cualquier real factor de poder puede lastimar a quienes detentan todas las estructuras de poder, es como que a mí, un profesor cualquiera, que vive del quince y ultimo y que ruega por algún trabajo o vender alguna foto de vez en cuando para equilibrar mí siempre precario presupuesto, me pongan preso por haber “amenazado” al presidente de Rusia, al de cuba o a quien sea, si se supone que hay libertad de expresión puedo decir lo que me venga en gana, como mucho pueden demandarme por difamación e injuria pero en ningún caso por haber amenazado la “majestad” de las autoridades, no sean ridículos por favor.

Alguien me dijo una vez “algo habrán hecho pues las acusaciones son muy serias”, seamos claros en este país cuando alguien se antoja y tiene poder no hay ley que no estén dispuestos a quebrantar con tal de salirse con la suya, después de aquel cargo inventado de “presidente encargado” cualquier vaina es posible. A mi me gustaría ver preso a tanto corrupto, tanto ladrón, a los militares vende patria, esos que tiene fortunas de difícil explicación , esos otros incursos en narcotráfico, con acusaciones bastante bien documentadas que sin embargo nadie investiga, es más hasta programas de televisión les regalan para que desde ahí hagan su defensa, los otros que se robaron la millonada de dólares en empresas de maletín pero los culpables fueron los fulanos raspacupos, hay tanta gente que merece estar en la cárcel, tanto criminal de verdad suelto como para que al final pongan presos a los más pendejos, eso señores del oficialismo no es ser serios es todo lo contrario, somos la burla del mundo y ustedes aplauden con felicidad como los idiotas, sin sentido ni lógica. con exceso de patria, como les gusta a sus jefes.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback







sábado, julio 25, 2015

El Esequibo, la crisis y el PSUV

El cerebro humano es un misterio y sus creencias lo hacen más complicado, el hecho de que a pesar de todo lo que sucede, exista gente que aún cree que el país tiene salvación de la mano de estos fulanos rojos, es la constatación de que la mente humana es un embrollo total y no hablo del ciudadano analfabeta funcional, ese que cree que un escapulario santero lo va a salvar de las balas o en que todo se resuelve con brujerías, los caballos, la lotería y las rifas lo harán salir de su miseria, más bien me sorprende cuando me tropiezo con profesores universitarios y gentes de las más diversas profesiones que defienden a capa y espada lo indefendible.

Pues bien, en estas tardes conversaba con un par de colegas, ellos, sabiendo mi tendencia política me felicitan diciendo que muy a su pesar estas elecciones las tiene perdidas el oficialismo, yo les contesto que no creo eso pues el fulano oficialismo, especialista en trampas y porquerías no va a soltar su patente de corso con tanta facilidad, a ellos les importa nada la opinión de las mayorías, sobre todo cuando ya no tienen las mayorías por eso de la terrible gestión que han hecho. Los amigos se sorprenden y con un, no vale Briceño, ¿en serio tú crees que las elecciones son trampa les contesto afirmativamente y acoto que, además, alguna cosa se inventaran para comenzar a anular a los candidatos con más posibilidades antes de buscarse una excusa para suspender las elecciones, la conversa siguió por oros caminos, al cabo de dos semanas comenzaron a aparecer las fulanas inhabilitaciones.

En aquella conversa, uno de los colegas, alega que las maquinas fueron auditadas por un ente internacional, que eso es un aval, yo le pregunté quien había seleccionado la muestra a estudiar, el me respondió que el CNE fue quien seleccionó la muestra, entonces eso anula la validez del muestreo, esa gente con tal de salirse con la suya es capaz de seleccionar “aleatoriamente” solo las maquinas que funcionan como deberían funcionar y en caso tal son unas decenas, el resto puede seguir haciendo trapacerías, así pues pasan por legales los actos más atroces de la ilegalidad gubernamental, ¿no ven el premio de la FAO por el avance en materia alimentaria? Cuando se necesitan ocho sueldos básicos para cubrir la canasta alimentaria.

Con lo de las inhabilitaciones, les decía igualmente a este par de crédulos colegas que cuando te quieren hacer daño de alguna manera, el discurso les da para todo, por ejemplo, si me allanan la casa, como no van a encontrar nada, son capaces de decir que el vacío de cerveza que tengo en mi balcón junto al coleto secándose en una pared son pruebas tangibles de un plan desestabilizador pues son implementos para hacer bombas molotov, que yo amenazo al pueblo con desatar la violencia, así como si encuentran alguna revista porno o en el historial de mi pc exista alguna visita a algún sitio de esos, fácilmente pueden acusarte de ser un pervertido sexual que acosa a las inocentes damiselas que trabajan en algunos bares, que de tan buenas que son los clientes les pagan para escuchar sus lamentos en habitaciones alquiladas por media hora y que su vestimenta responde al ánimo de levantar el humor de quienes van a esos sitios a llorar sus penas, así cualquiera  hace daño , si le sumamos que son los amos de tribunales, cuarteles y cárceles pues la cosa no pinta nada bien para sus víctimas.

Lo peor fue la cara de mis colegas, ellos estaban impresionados por mi razonamiento pues entendieron que no carece de lógica, la historia reciente da muchas razones para creer que eso es posible. Es más, ante la crisis que estamos viviendo, donde comer es un esfuerzo monumental en eso de la economía, el inicio de la temporada escolar debe parecerles a los del gobierno una puñalada trapera a sus intenciones de hacerse los locos, tanto así que ya se oyen rumores de suspender la obligatoriedad del uniforme escolar para medio tapar su estupidez en eso de mantener una economía decente, entonces les aparece de manera feliz el conflicto del esequibo.

Me han dicho (la verdad me parece espantoso pero en cualquier caso esta gentuza es capaz de cualquier cosa) de que ya están haciendo leva de “colectivos”, milicias y hasta de presos comunes menores de cuarenta años para mandarlos al frente de guerra si las negociaciones no prosperan, los jefesotes esperan que sin fuerza aérea ni armada, estos malandros hagan su guerra de guerrillas y salgan victoriosos y en caso contrario alegar cualquier excusa para tener al culpable de nuestra miseria al otro lado de alguna frontera, en caso de caer el gobierno también tener una excusa válida para solicitar asilo político en cualquier país a fin que los reciba, de esa manera poder disfrutar de lo robado por el tempo que les quede de vida, mientras los que nos quedamos pues sufrimos las consecuencias de sus actos. Si la guerra no fuese una cosa tan atroz, con tanta sangre de por medio, a lo mejor me haría gracia, ese plan sería una escabechina anunciada, cualquier ejercito con un buen patrocinante detrás hace estragos entre una tropa indisciplinada y por lo general cobarde (recordemos que los malandros y los comunistas cuando pierden lloran como niñas asustadas),cuando el petróleo con su millonada de ganancias llama hasta los aliados se hacen enemigos por cuestión de dinero, aquí ya no se produce nada, no hay dinero , por tanto sería una derrota cantada.

Ojalá se vacíen las cárceles y se los manden a los guyaneses que desde ya deben tener batallones enteros de expertos curtidos en todos los campos de batalla del mundo, así nos deshacemos de la hez del chavismo junto a los otros desgraciados que nos han llevado hasta acá, que paguen sus culpas y con trabajo volvamos a ser un país de inmigrantes y no este de emigrantes tristes que inundan las calles del mundo donde por cierto ya no somos tan bienvenidos.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomebac

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viernes, julio 24, 2015

Maduro y el exilio

Ciertamente el  “presidente” hace todo lo posible para que nadie lo tome en serio, ayer dio unas declaraciones que aseguraban que ningún joven estaba yéndose del país, que todos quieren patria y que esa noticia no es más que un rumor malsano de la burguesía. Ahora si nos vamos a las cifras para no hablar de la experiencia personal, donde más de la mitad de la gente que conozco se ha ido del país, de los que quedan, casi la mayoría está en trámites o comenzando a planificar la huida a como dé lugar, veamos las cifras que unos amigos de una encuestadora muy importante me han hecho llegar, las cifras solo corresponden a los estados Aragua y Carabobo, sin embargo creo que lustran bastante el punto de la falacia gubernamental.

Según esa encuesta de la que no puedo dar detalles pues son cifras que pertenecen a quien pagó por el estudio y yo simplemente me remito a comentar, dice que más del 62% se quiere ir del país a como dé lugar, esos son datos fiables de una muestra bastante amplia que desmiente las barbaridades del presidente. Ahora si el asunto es la interpretación, voy a darle una oportunidad pensando en que quizás las cifras que maneja se las otorgó algún asistente cuya población muestra está en los estratos c y d de la población, esos amigos que la verdad difícilmente lleguen a fin de mes y cuya educación no va más allá del sexto grado, ahí si me la gana. Otra opción es que las entrevistas a los fulanos jóvenes de la patria se hayan realizado en los recintos de la UBV (Universidad Bolivariana de Venezuela) donde prima más el asunto político que la sensatez ciudadana.

Invito a cualquier lector a que se dé unas vueltas por los departamentos de control de estudios de cualquier universidad pública o privada (excepto la UBV por razones lógicas) y pregunte por la cantidad de egresados solicitando documentos para ser legalizados con miras a poder usarlos en el exterior, se quedarán asombrados al constatar cuanta gente se está yendo o se quiere ir y va preparando todo para cuando consiga la manera de hacerlo, si le incomoda mucho eso de estar perdiendo el tiempo en convencer a los funcionarios de esos departamentos que usualmente son de todo menos simpáticos, pregunte entre sus amigos, conocidos y familiares, se dará cuenta que habrán muchos que con tristeza aseguran tener un hijo, un amigo o un ser querido haciendo maletas para irse por cualquier vía.
Entonces se dará cuenta que el “presidente”  es un gran mentiroso (altamente factible) o está mal informado y declara basándose en lo que le dicen sus asesores lo que también lo hace un mal gerente pues quien ejerce cargos de jerarquía ha de tener información de primera mano para no quedar como idiota frente a mucha gente.

Al final el problema no es que el presidente diga estupideces, ya es costumbre escuchar idioteces que niegan lo evidente, el asunto es que mientras el país está ardiendo por los cuatro costados, la gente ya ni comer completo puede (los que pueden comer claro) pues la inflación se traga completos todos los ingresos de cualquiera, la gente se muere por falta de medicinas, el hampa está desbordada matando gente al por mayor, hasta la educación básica está en veremos ya que solo hablar de los uniformes escolares y útiles estamos en presencia de un gasto de cuando menos cinco sueldos básicos que no muchos pueden disponer, en fin este país pareciera atacado por los cinco jinetes del apocalipsis y el muy imbécil grita que la derecha internacional y los paramilitares están infiltrados para desestabilizar pero además inventa falacias como esa del éxodo criollo hacia donde sea.

Si acá la alta cúpula gubernamental fuese de gente realmente inteligente hace rato le hubieran dado capirotazos a todos estos animalejos que están en el gobierno, que después de basar sus campañas en un odio irracional contra los adecos y copeyanos por el despilfarro de los años setenta, mismo que nos llevó a la primera gran devaluacion, no solo lo repitieron si no que lo hicieron peor, en aquellos tiempos tardaron 30 años en comenzar a devaluar, esta gentuza lo ha hecho diez veces en diez años y hasta se inventaron una nueva moneda para disfrazar la pobreza, este “Bolivar fuerte” que ya ha muerto de desnutrición.

Claro que todos quieren irse a alguna parte, de alguna manera están haciendo planes, maletas, ánimos y hasta promesas a vírgenes y santos, se están separando familias, hay divorcios, hijos que dejan a sus viejos para buscar otro mejor destino donde comer no sea una odisea y el futuro algo factible. Presidente, por mucho que desee que no pase está sucediendo, usted y su equipo han logrado hacer que se vacíe el país, el asunto no es que la gente se vaya, es que TODOS los emigrantes son la gente más preparada de la nación, solo quienes no tiene la inteligencia ni la preparación necesaria se quedan y de seguro su gente les da trabajo para poder rebuscarse, en lo personal estoy haciendo arreglos , cuando lo tenga todo a punto tomaré a mi hija y me iré , como sea y adonde sea antes que este país termine de matarnos, aunque para ser sincero hay una larga lista de malos deseos que quisiera que sucedieran para no tener que irme adonde seguramente  seré un extranjero eterno sin la posibilidad de que nadie truque mi nacionalidad para terminar de presidente como otros que conocemos.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

jueves, julio 23, 2015

Crónica de la fatalidad recurrente

Historia de la normalidad venezolana

Fernando Perez tiene veinte años, está en el octavo semestre de ingeniería en una universidad pública, es un tipo normal, sábados de cerveza, domingos de flojera, viernes de parranda y el resto de la semana estudios con una que otra escapada ocasional, tiene una novia llamada Martha Ramirez, ella también estudia en la misma universidad, sin embargo ella cursa una carrera administrativa, él es opositor ultroso ella por el contrario está inoculada con el virus del socialismo, hace vida política en su comunidad, pertenece a una unidad de combate electoral , en su casa le tienen hasta un altar al comandante eterno.

Como ya es de esperarse a los padres de Martha no les agrada mucho el novio, dicen que es un patiquín del norte de la ciudad cuya familia vive de las miserias de la clase pobre, claro, ellos viven en una zona populosa de la ciudad, de esas donde no es raro oír disparos a media noche ni motos en estampida, por lo que hacer reuniones o llegar tarde a casa es cosa riesgosa, mientras el joven novio vive en una zona clase media de las típicas venezolanas donde todos se creen descendientes de la realeza y sin embargo viven con las mismas angustias de la otra clase menos favorecida.

Lo que los padres de la joven no saben y a Fernando le da fastidio explicar es que su padre y madre también son de extracción humilde, ellos nacieron en un barrio pobre de la capital, sin embargo a fuerza de estudios y trabajo los viejos fueron ascendiendo en la escala económica, fueron cuidadosos hasta para tener hijos pues estos llegaron cuando la familia tenía casa y negocio fortalecido, lo que le permitió a la familia crecer con cierta holgura a pesar de los vaivenes de la economía nacional. Por esa es la razón para que Fernando estudie en una universidad pública y vaya como cualquier otro pues al padre de este no quiere permitir que el joven olvide sus raíces, evitando de esa manera que creciera convertido en una suerte de monstruo creído por el dinero que ganaron sus padres, como hay tantos en la ruta.

Martha se hace la vista gorda con el asunto político, ciertamente en algún momento fue activista, participaba desde pequeña en los llamados círculos bolivarianos de la mano de sus padres, creció admirando la figura del presidente, sin embargo cuando conoció a su actual novio, este la encandiló con su verbo e inteligencia, evitaban el cuento de las ideologías para no perturbar la calma del amor, sin embargo ella notaba cierta incomodidad cada vez que el joven la visitaba en casa de sus padres, este evitaba a toda costa pasar mucho tiempo allí, pero el amor como cosa mágica todo lo puede, pues se encargó de que estos muchachos se enamorasen sin parar mucho a lo que teóricamente les impediría, una vez que se hicieron pareja fueron distanciándose de los amigos políticamente incomodos para ambos, discutían pocas veces sobre ese asunto, poco a poco, cuando la razón pudo más que la costumbre, Martha llegó a pensar que su novio tenía razón, ella observaba como poco a poco la familia del novio iba perdiendo poder adquisitivo, ya no habían las cosas lujosas de al principio.

Ahora que Martha manejaba un poco más las teorías administrativas veía con absoluta sorpresa  como la economía del país estaba en franco declive, eso traía peleas en su casa pues sus padres decían que cualquier cosa era mejor a la dictadura de la derecha, cerrando sus oídos a las sensatas palabras de la joven quien al final resolvió nunca más discutir con sus padres sobre el tema, no tenía sentido y además creía que poco a poco dejaba de admirarlos pues una vez que los comenzó a comprender y se asomó al abismo de su poca inteligencia, se aterró, eran sus padres y como tal los amaba, por tanto tocaba aguantarlos .

Una tarde de marzo, Fernando le pidió matrimonio a Martha, fueron felices, se escaparon de la universidad, total, estaban en tesis y ya de salida, fijaron boda para el año entrante de manera tal que les permitiese reunir dinero suficiente para una ceremonia modesta pero rodeados de amigos y parientes queridos, salieron a comer en un restaurante lujoso, tomaron vino, se rieron, se besaron y hasta alguna que otra travesura bajo el mantel.

Salieron a buscar el carro, en ese momento salía un tipo de mala catadura, tenía una franela roja e iba montado de parrillero en una moto, les gritó que eran unos sifrinos de mierda que viva mi comandante maduro, acto seguido una lluvia de metralla acabó con celebración y la vida de ambos muchachos.
Según el informe preliminar el autor material era un Pran que esa noche andaba de fiesta en el este de la ciudad, andaba molesto por que los guardaespaldas de un alto funcionario lo habían echado del restaurante donde pretendía que le pusieran música vallenata a todo volumen, que no estaba detenido pues una ministra encargada del asunto penitenciario había dado el permiso, teóricamente para negociar la paz dentro del penal adonde él era jefe.

Tres horas más tarde, cuando la policía levantó los cuerpos e hizo los contactos pertinentes con las familias de los fallecidos, al padre de Fernando le dio un infarto que tardó unos días en matarlo de la tristeza , la madre vendió hasta las tazas para el café , se mudó de país con los hermanos restantes y el alma reducida.

 La familia de la joven se tragó su patria, en medio de la conmoción por la muerte de Martha, un vecino que había crecido con ella entre juegos y escuela pero que al crecer decidió seguir los malos pasas de los mandamases del barrio, le explicó al señor Ramírez quien había sido y cuál era la verdadera razón de la muerte de su hija, además del porque nunca pondrían preso al responsable pues era un protegido del alto gobierno, en un arrebato de furia varios familiares cercanos quemaron en una pira afiches, altares y hasta una constitución, del señor Ramírez  lo único que se sabe es que ahora es alcohólico, la señora  vive en tratamiento psiquiátrico, sus hermanos han ido emigrando, otros familiares cercanos que ahora son parte del gobierno tienen prohibida la entrada a la casa de la familia Ramírez por considerarlos cómplices.

 Por ahí me contaron que al señor lo sacaron a empujones de un bar cuando comenzó a gritar a una comisión policial que eran una mierda y que al parecer eso de tener patria quedaba mejor en la entrada de un pozo séptico, que su patria se a podían meter por donde les cupiese y que el socialismo solo sirve para matar, nunca más para construir, lástima que no lo pensó hace veinte años.

Lo que leyeron con anterioridad es pura y absoluta ficción, el hecho de que lo podamos leer como algo factible nos da una dimensión de lo trágico que es vivir por acá donde la impunidad, la idiotez y la ignorancia se dan la mano para aterrorizarnos a todos sin distingo de clase social raza o credo.
José Ramón Briceño  , 2015

@jbdiwancomeback


miércoles, julio 22, 2015

Postales de mi ciudad

He tenido la sensación de que existe una relación directa entre las calles y sus habitantes, en cualquier sitio adonde he ido lo primero que observo con detenimiento es cómo funciona el tráfico, la manera de comportarse tanto de peatones como de los conductores y de ahí he sacado siempre una tesis más o menos ajustada a la realidad de la forma en que funciona esa ciudad y del grado de civilismo tanto de los ciudadanos como de los gobiernos locales. Si no me creen hagan un ejercicio de memoria, salgan a la ciudad y deténganse un rato a ver alguna avenida principal, visiten una plaza o algún espacio público, verán que tengo razón.

Venezuela no es la excepción, en esa relación ya todos conocemos la anarquía de nuestras calles, entre motorizados, mototaxistas, taxistas y autobuseros hacen que manejar por las calles sea un acto temerario, de hecho yo me niego a manejar, alguna vez tuve licencia y en alguna parranda la bité junto a todos mis documentos, renové todos los papeles excepto la licencia, esa negativa me ha traído hasta problemas con las distintas novias que, acostumbradas a que los hombres sean sus choferes se indignan cuando me niego a manejar simplemente porque no me da la gana, prefiero restar problemas a mi estrés que sumarlos por asuntos de ego.

En la ciudad donde vivo no es la excepción, es una locura. En esa onda de hacer comparaciones entre el comportamiento de las calles y los gobiernos se me ha ocurrido una alegoría perfecta. En mi ciudad como en todas las ciudades y pueblos del país hay una Plaza Bolívar, la de Maracay fue por mucho tiempo la plaza más grande de latinoamerica y hoy mantiene el sitial como la Plaza Bolívar más grande del mundo, orgullo del estado Aragua. Hace poco fue restaurada, con algunos errores pues el alumbrado de la plaza que es hecho con unos hermosos postes de bronce importados por el general Gomez a principios del siglo XX desde Italia fueron cruelmente pintados de negro por alguna iniciativa de los muy bestias, en vez de pulirlos y agregarle alguna resina que los proteja de la interperie prefirieron pintarlos para ahorrarse algo de dinero.

La plaza está custodiada por unas personas de uniforme, no son policías pero lo parecen, andan desarmados pero son los vigilantes perfectos, hay como cincuenta en cada turno y al parecer se esfuerzan bastante en hacer su trabajo, en principio no tiene gran problema y hasta se agradece la vigilancia en este país donde los criminales te acechan en cualquier parte, la cosa se pone álgida cuando comienzan las prohibiciones.

No puedes pasar fumando ni por la acera del frente, están prohibidas las reuniones de más de tres personas en la plaza, más de una vez me he peleado con gritos y demás con esos funcionarios idiotas que no entienden que ando con un grupo de mis alumnos de fotografía, aprovechando el aura de seguridad que emana del espacio público para hacer las practicas, no dejan que los niños patinen pues alegan que dañaran los mosaicos del piso, bien vale la prohibición a los jóvenes que hacen piruetas y cuyo peso podría fracturar una baldosa pero a u niño de apenas seis años que si acaso rodará y el mayor efecto lo hará con las rodillas cuando se caiga de los patines o de la bicicleta no hará daño alguno, hasta los he visto (a los vigilantes) prohibiendo a la gente que se acerque a la fuente, quien sabe por cual razón.

Si hablamos de las glorietas están terminantemente prohibidas para todos, si pasas a hacerte una foto, sale de la nada un vigilante con un papelito para exigirte que salgas de allí, que allí no se puede estar, no he hecho la prueba pero creo que si voy con alguna franela alusiva a la oposición me sacaran de allí a trompadas sin derecho a réplica. El mensaje pareciera ser, pasa a la plaza, mírala pero no la uses,  no traigas a tus hijos que la contaminas, no hagas nada en ella pues tenemos que mantenerla impoluta, si tienes familiares paséate por el frente, no sabemos si ese es un grupo opositor que viene a matar iguanas y ardillas para acusar al gobernador de venderlas en el mercado negro como sustituto del pollo o si por el contrario vendrás a comerte los mangos o a ensuciar la memoria del comandante eterno con tus pensamientos obscenos.

El funcionamiento de esa plaza creo que sería una muestra tangible tanto del civilismo de los habitantes que prefieren no ir antes que pelearse con los “vigilantes” y mas importante, del talante del gobierno que te prohíbe todo con tal de lograr sus fines, una parábola del pensamiento de esta izquierda retrograda que nos ha tocado en suerte, además del retrato de un estado policial donde solo los pendejos (como uno) es afectado pues estoy más que seguro de que los altos funcionarios jamás pasarían por el incordio de decirle a sus hijos que no pueden usar los patines, la patineta o la bicicleta en la plaza pues está prohibido y vaya que mi papá me llevaba a la plaza a pasear con mi triciclo hace más de 35 años, era bella y no tenía mil vigilantes ávidos de “poder”, pero eran otros tiempos y hasta otra República que por cierto me gusta más que esta en la que vivo.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback

Plaza Bolívar de Maracay, foto: @plurifotos



martes, julio 21, 2015

Los que han logrado escapar


Hace unos días leí en un muro de Facebook que alguien estaba molesto pues escuchó aun conocido que vino al país de visita y habló muy mal de cómo van las cosas en Venezuela, otra persona le respondió que si es una mala costumbre del venezolano habar mal de su tierra, esa persona dice ser chilena de nacimiento, imagino que de alguna familia de las tantas que se exiliaron por acá cuando la cosa se les uso muy dura a ellos entre los militares y la izquierda ultrosa que los gobernó. Ciertamente es raro escuchar un inmigrante que no recuerde con cariño su patria, sin embargo tengo la idea de que la mayoría emigró, no escapó, en esos casos la nostalgia gana.

Alguna vez tuve la oportunidad de reunirme con algunos compatriotas en el exilio, en muchos casos me buscaban conversa para saber cómo van las cosas en el país pues casi todos tenían mucho tiempo afuera y una de las “terapias” usadas para vencer la nostalgia es intentar olvidar, pues es sencillo quedarse atorado en el fanatismo vía redes sociales cuando lo más sensato es entrarle al empleo en ese nuevo país, cosa que por lo general consume todas las energías disponibles de cualquier mortal, además adaptarse a una idiosincrasia diferente es un asunto sumamente complicado así todos hablen el mismo idioma, si es otro el idioma la cosa es más difícil y estar pendiente de las cientos de atrocidades que suceden cada día acá no lo hace más llevadero.

Casi todos los que conozco, esos que han emigrado, en algunos casos de manera apresurada, sin plan ni norte , más allá de escapar del país. Otros en cambio se tomaron su tiempo, hicieron planes, contactos y hasta empleos encontraron mucho antes de tomar el avión, sin embargo casi todos tienen en común algunas historias de pavor, atracos, hambre, secuestros, tristezas y hasta asesinato de seres queridos, por tanto en todos los casos piensan que han escapado de la bala o del puñal, el avión es un refugio malquerido que los aleja de sus querencias pero les asegura la vida.

Tengo la creencia de que los compatriotas que hablan mal del país lo hacen como aquellos que han pasado por un divorcio caótico, de esos donde la mujer o el hombre son quienes ejercen la violencia como modo de expresar su amor, de esas que persiguen, fiscalizan y hacen escándalos en cualquier lado, que aun a pesar de estar divorciadas y legalmente desvinculadas poco les importa investigar donde está el infeliz incauto con alguna novia para tomar por asalto el sitio solamente para hacer algún tipo se show que los avergüence a todos, con la diferencia que si hacemos la alegoría con el país tenemos que sumarle a esa bárbara salvaje y loca mujer un ejército de guardaespaldas que además tienen de su lado a jueces y policías , razón por la cual andas en total desventaja, en estos casos la única solución es poner tierra de por medio.

Cuando estás en otro país y ves que no hay racionamiento de nada, que encuentras de todo en cada esquina, que comer con tu sueldo no es nada del otro mundo, la leche existe, los granos no son para ricos (eso de las lentejas a 900Bs. Es una grosería mayúscula), que puedes pensar en un futuro con tu trabajo, que un robo es parte de la mala suerte y no una ruleta bastante factible en cualquier sitio adonde estés y lo contrastas con lo que has dejado atrás. Todas esas consideraciones bastan para que consideres a tu patria además de mala gente un peligro potencial.

Si le sumas, que la dirigencia gubernamental tiene 16 años ganando elecciones fraudulentas, la oposición pareciera negociar con ellos todo el tiempo, que no hay salida electoral a la vista de todos los fraudes que suponemos deben existir, que los organismos que debieran protegernos son socios incondicionales de todo lo criminalmente posible en esta tierra, caramba, es muy difícil no hablar mal de todo esto, sobre todo cuando miramos con estupor como a pesar de toda la porquería que nos sucede a nadie pareciera importarle, hasta defienden la gestión del gobierno para acusar a cualquiera que les digan que tienen que acusar de su miseria, sin ver que ellos mismos, con su apoyo irrestricto han colaborado sin pausa a lograr que la Venezuela del siglo XXI sea más parecida a la del siglo XIX pero mientras la guerra de independencia mataba a todo aquel que se tropezara, sin importar mucho el bando.

No es que me agrade escuchar o leer como se habla mal de mi país en ninguna parte, tengo claro que hay muchas cosas que me encantan, sin embargo he tenido que dejar de disfrutar de la mayoría de ellas gracias a todo lo descrito con anterioridad, sin olvidar claro que mi sueldo de maestro no me alcanza ni para un octavo de mercado pues está más de un 80% por debajo del costo de la canasta básica. Toca estar claro en que quienes escapan del infierno no tienen buenos recuerdos de él, quienes han pasado por situaciones de estrés continuado les es complicado tener pensamientos amables pues en su mayoría están tan distantes en el tiempo que su corazón está más ligado a la repulsa que al amor, cosa normal, como en algunos divorcios.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback