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lunes, noviembre 17, 2014

Me importa nada


La familia y los amigos son parte integral de la vida de todos los seres humanos, lo normal es que también eso incluya cierta dosis de solidaridad entre los integrantes de esos núcleos, un asunto que habla bien de los amigos y familiares es que se den apoyo entre sí. Cuando algún amigo encuentra un alto cargo en cualquier parte se supone que hará lo mínimo para ayudar a la gente cercana, por tanto no es de extrañar que muchos de los proveedores de servicios sean cuando menos conocidos cercanos de los jefes.

Antonio Guzmás Blanco decía que no había problema en meter la cuchara en el erario nacional, el asunto era que jamás esa cuchara debía de ser exageradamente grande como para lesionar las finanzas del estado, sin embargo la situación del país ya está dando muestras más que evidentes de que el despilfarro ha sido tan exagerado que ya hasta se acabaron los fondos de la nación.

Tengo que ser absolutamente sincero, la verdad (aunque indigna la cosa) me importa nada que Aristobulo tenga un yate que equivale a un millón de sueldos docentes, que Diosdado le pague a su hija lujos impensables, que las infantas vivan vida de ricas y famosas, que el tal fulano del ministerio ese haga fiestas pantagruélicas con “acompañantes” traídas en avión desde Suecia con vodka y viagra incluida, que los ministros pasen de mendigos a millonaios en tres horas o que las fulanas de los fulanos hagan sus compras en Miami, así como casi todo el alto gobierno, los mandos medios se conforman con quintas y cositas por el estilo.

Lo que verdaderamente me acojona es que como docente tenga que vivir matando tigres para medio sobrevivir, que la verdad sea más rentable vender refrescos y perros calientes que estudiar ocho años seguidos (pregrado y posgrado) que tenga mentirle  a diario a mi hija con el cuento de que el estudio es progreso económico (progresas sí, pero en este país donde el intelecto es mal visto pues no vale), que mi país sea ahora un campo de concentración, ahora la gente planifica vivir en guetos creados para dejar por fuera el hampa, que todos los días existan muertos por mil cosas menos de muerte natural, que la leche en polvo sea un lujo, que tomar el wiski de pobres que beben los Méxicanos toque creerse potentados por una botella que en otro país de tan normal nadie la voltea a ver, que ahora las calles sean campos de batalla con reportes de muertos (mensuales) más altos que los de la guerra entre Palestinos y Judíos, que ahora vivimos en un estado policial donde te averiguan hasta el número de zapatos que usas, todos somos sospechosos de alguna vaina, expresarse sea un delito que se pague con cárcel sin juicio, que los juicios sean tan amañados que ya nadie cree en ellos, de hecho la expresión común es que solo los pobres van presos, los otros o se van de vacaciones o terminan de jefes de alguna oficina gubernamental, que para comprar cualquier cosa es un drama económico para cualquier familia, tener casa un asunto de contacto político o rastrerismo simple. Que tener futuro sea una cosa tan distante que nadie quiere pensar en eso.

Por cierto hoy me acabo de enterar que quieren retirar todos los beneficios de la función docente, encima de mal pagados ni la vejez que es lo único que lo ayuda a uno en pasar una eternidad mal pagado y cansado en las aulas de clase, vamos a tener tranquilos, eso si me importa y debería importarle a todos pues de una u otra manera todos les debemos algo a los docentes.

Volviendo al tema, la verdad lo que haga la gente con su plata me importa muy poco, lo que me importa es que esos lujos desproporcionados no han sido ganados con esfuerzo real, fue hecho a costa de mis beneficios como ciudadano pensante y participante de esta sociedad, no le debo nada a la ley, no le debo nada ni al portugués de la esquina, tampoco ando fraguando ningún delito pero vivo en una celda de castigo reuniendo medio para completar un real, como decía mi abuelita. En vez de pasar los años maduros recogiendo los frutos de la juventud aún sigo buscando vueltas para evitar la quiebra, eso no solo me pasa a mí, estoy seguro que millones de venezolanos piensan y sienten igual que yo.

Nadie habla del tema pero estoy convencido que el gran problema de este país no es la política, ni los partidos y mucho menos la idiotez extrema que expresan casi todos los personeros del régimen, aunque tienen un altísimo índice de culpabilidad, el cuento acá es económico, carajo, terminen de reconocer que el comunismo es una porquería, váyanse si les da la gana, yo apoyaría una anmistia pero jamás vuelvan ni de vacaciones, terminemos de jalarle bolas los europeos (para no volver al lugar común) metámonos en la eurozona para que vean como se termina esta puta hiperinflación y lo que antes parecía imposible, gracias a una buena economía (por lo menos no inflacionaria) reduciría drásticamente la violencia extrema que hay hoy, cuando los trastes esos que llaman Smartphones sean los peroles que son y no el símbolo de estatus que parecen ser en este país de pobres.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback

 
José Briceño

sábado, noviembre 15, 2014

La mordaza cultural

Hace tiempo viene rodando una cosa espantosa llamada “ley de cultura”,  que la apoyan por cierto otros personajes no menos funestos que se hacen llamar “cultores” , el estado por cierto se ha aprovechado de estos últimos para que se crean la gran cosa anulando de paso a quienes de verdad hacen cultura. Esta anulación viene acompañada de la destrucción metódica y constante de los museos e instituciones que siempre apoyaron al quehacer cultural, así mismo las universidades poco a poco han dejado de ser polos de creación y reflexión por obra y gracia del estrangulamiento económico pues los presupuestos educativos son deficitarios.

Hay quienes se incomodan con mi posición y me recomiendan entrar en el debate, yo me niego a entrar en ningún debate, a participar en nada organizado por el gobierno pues estoy claro en que todo es una payasada pues las fulanas consultas son farsas ya que las decisiones están tomadas, los documentos firmados y los funcionarios instruidos en los resultados que deben dar tales eventos, la posibilidad de disentir está negada, lo que más me molesta es que nadie parece darse cuenta, van a las reuniones, se emocionan, hacen discursos y se pavonean sin pudor alguno.

¿Las razones para que no crea en una ley de cultura?, son varias, voy a exponer algunas, en principio creo que la cultura no debe ser normada, las diferencias entre cultores, artesanos y artistas son más que evidentes, mientras que el arte es producto de un proceso de pensamiento, investigación, estudio, técnica y discurso, los artesanos son mercachifles de “cosas bonitas” que fácilmente se pueden hacer en serie y que en ningún caso responden a proceso mental alguno, simplemente hacen lo que venden, lo hacen a mano pero tampoco son la gran cosa en eso de crear. Los “cultores” son una suerte de pericos amaestrados cuya función es organizar, ejecutar y cobrar por “expresiones de la cultura popular”, sin investigación posterior ni profunda, haciendo énfasis en creerse la gran cosa por su trabajo. Ya expuesta la diferencia déjenme decirles que quienes están impulsando la tal ley son los últimos dos especímenes, quienes por cierto son los beneficiarios de todo el esfuerzo gubernamental pues su nulidad intelectual los hace fácil presa de las manipulaciones estatales, amén de que son felices con las migajas que los ministerios les dan.

Otra cosa, la cultura no debe ser normada pues es darle marco legal a la censura, el pensamiento disidente es el motor de todo trabajo creativo además la mente realmente creativa está en un constante proceso de duda sobre todo lo que le rodea, si le pones bridas a la creación terminaras haciendo propaganda, que al final es el fin supremo de todo artista de la revolución, los demás estamos fuera del status quo.

La paranoia gubernamental no tiene límites, una vez leí que un fulano escribió un “sesudo” artículo sobre como Kellogg nos estaba dando mensajes subliminales para tumbar al gobierno desde las cajas de cereal, entonces si esos barbaros dicen tales cosas, no me quiero imaginar cuando exista una ley que los avale para decir que tal o cual fulano es contrarevolucionario pues su trabajo es una muestra tangible de los valores burgueses y va preso. Todo amparado en el marco legal que ellos mismos armaron, lo que falta es que el día de mañana me vengan a decir que para participar en tal o cual salón debo estar inscrito en el sindicato de artistas revolucionarios, tal y como sucede en Cuba y los países comunistas.

No tenemos teatro de calidad pues no hay muchas salas, las librerías están como los supermercados, los libros a precios inalcanzables (si consigues el que buscas), la prensa está amordazada de mil maneras, la televisión ni se diga y lo poco que nos queda, los artistas serios están en desbandada por dos cosas, el mercado es muy pequeño, casi nadie vende su trabajo y los grandes concursos se han vuelto ferias de promoción gubernamental donde va primero la propaganda que el arte. Los museos olvidados, sin presupuesto al igual que las universidades, mientras en su lado de la realidad vemos a cultores y artesanos buscando sus migajas que son una suerte de premio a la ignorancia. Al final ser ignorantes hace felices a esos otros ignorantes con títulos que hacen vida en las altas esferas del gobierno. Si el pensamiento se regula con leyes lo matas.
José Ramón Briceño

@jbdiwancomeback


viernes, noviembre 14, 2014

El desván de las promesas


Mi abuela, que en paz descanse, al principio era simpatizante del  galáctico, igual mi viejo. Eso fue hace mucho tiempo, yo era apenas un fulano que solo quería beber y salir con las amigas de turno además claro de los infaltables amigotes, para ese tiempo ya las promesas del galáctico me sonaban a papelillo de fiesta infantil, pura bulla y nada de cumplir, esa abuela y mi viejo me regañaban pues “Tú eres muy joven y no sabes nada, nosotros los viejos sabemos más y ese tipo es el hombre”, años después el tiempo me dio la razón, hoy me he levantado pensando en esa época, sobre todo por el desconsuelo de no haber cobrado ni la quincena ni los efímeros “aguinaldos” aun.
Me ha dado por imaginar cómo sería la vida de todos si lo prometido hubiese sido verdad y quisiera compartirlo con todos a ver si con un ejercicio imaginativo logran (si es que algún oficialista me lee) la tristeza de este país, más allá de la fiesta y las mujeres hermosas.

En unos días vienen las vacaciones navideñas, esta tarde comparé el pasaje a Margarita para celebrar la navidad con mi novia y los hijos (el de ella y la mía) a la orilla del mar, menos mal que me dio por seguir la profesión docente, así tengo trabajo fijo y el sueldo me alcanzará para todo lo que deseo, el día de navidad le daré la sorpresa de la casa que compré, tal como la soñé, montada sobre una montaña sin vecinos ni regeton, la acabo de financiar por el ministerio de educación a 25 años sin intereses y las cuotas apenas se llevarán el 10% de mi sueldo, no me preocupa la cosa pues si nos enfermamos vamos al hospital y listo, sin colas ni tramites complicados nos atenderán, tenemos la vejez ya planificada pues lo que más preocupa lo tengo listo, pensión y gastos de medicinas corren por cuenta del estado, para eso tenemos petróleo a borbotones.

Debo pensar además en cambiar el carro este año no vaya a ser que se deprecie, he visto varios modelos y me interesa uno pequeño con aire acondicionado, el que tengo se lo regalaré a mi hija para que vaya a la universidad, mientras tanto se quedará en casa para tenerlo de repuesto por si el de diario se daña y toca llevarlo al mecánico, menos mal que eso de los repuestos lo resuelvo por internet y el mismo vendedor se lo lleva al mecánico, así no tengo que salir de mi casa a nada, total, como hay de todo lo más preocupante es encontrar un buen precio por el  repuesto.

La verdad no sé qué haré este año, ya me tienen harto familiares y amigos pidiéndome medicinas o alojamiento todas las vacaciones, la verdad los quiero pero cada navidad tengo un gentío en mi casa, el problema no es darles de comer o de beber, eso es hasta agradable, el problema es que ya la casa no aguanta más gente en ese eterno peregrinar de gente entre el sofá y las hamacas, todos esos que esperan turno para viajar por tierra, hasta un muy buen amigo se viene todos los años a pasar el año nuevo con su familia y amigotes en la orilla del mar, siempre se trae una carpa inmensa con todos los peroles para el camping, la deja en mi garaje para irse a Choroní o a Ocumare de la costa, dice que acá todo es tan seguro que pagar hotel es un desperdicio de dinero.

Llegan a mi ciudad en un tren que cruza el país de frontera a frontera, del mar hasta la selva, transita las 24 horas por todo el territorio nacional y es más barato y cómodo que andar en carro propio o en bus, todos te respetan, no hay malvivientes y hasta la policía es servicial.

En cuanto a mis aficiones, me propondré hacer un par de exposiciones individuales este año, espero vender la mitad de las fotos cuando menos para sufragar parte de los gastos del viaje de vacaciones de agosto, quiero ir a Grecia con mi novia, eso lo pago en 24 meses con un interés casi ridículo, los muchachos verán que se inventan a mi edad ya puedo planificar lo que quiera, hoy espero no olvidarme de llamar al editor a ver que ha pasado con los libros que quiero publicar, si no se venden no importa, cumplí una meta y eso es lo importante así toque regalar al mayor para que algun día uno de mis nietos se tropiece con algo escrito por el abuelo y pueda envanecerse por alguna cosa de su familia y mi hija lo use en la universidad para aterrorizar a profesores y compañeros de clase como usualmente hace desde pequeña.

Hay más cosas que se pudieran imaginar pero el espacio es poco, las carencias muchas y las esperanzas como el jabón de lavar, el champú, el enjuague, el jabón de baño o la leche en polvo a precio regulado, escasas y caras.
José Ramón Briceño Diwan
@jbdiwancomeback








jueves, noviembre 13, 2014

Las elecciones

Es normal que escriba cosas incomodas, sin embargo toca hacerlo, aunque al final uno sepa que no cambiará la gran cosa pero por lo menos, mañana, cuando mi hija y mis nietos me reclamen por no haber hecho nada para mejorar su futuro, el señor Google podrá dar fe de que no solo lo pienso, lo escribo y hasta me leen (lo que estoy muy agradecido por cierto) para que ellos no me culpen, hay otros que pasan agachados los menos son colaboracionistas y otros adjetivos calificativos de mayor calibre que no escribiré.

Todo esto viene a colación pues escuché que venían elecciones otra vez y hay quienes dicen que esto mejoraría si tenemos la mayoría en la Asamblea, déjenme decirles que la verdad no creo, los que piensan en las elecciones y hasta tienen las intenciones de presentarse, no creo que con mala intención, aunque su discurso exuda candidez que en un país democrático pudiese tener validez.
El asunto es que los que están en el gobierno han demostrado con creces ser expertos en eso de encochinar todo, hasta cambiaron las reglas electorales para adjudicarse más curules de manera “legal”, están tan acostumbrados a manejarse con la mano izquierda que ningún acto de este me suena a buena fe, tras de cada cosa hay alguien que se enriquece, muchos que se empobrecen, todo sigue en franca caída sin que a nadie se le ocurra una manera efectiva de lograr detener este eterno estar peor sin que aparezcan visos de estar mejor, tanto así que la miseria y la desidia son lo normal en estos tiempos, cualquier otra cosa es rechazada o satanizada, han igualado el país hacia abajo, jamás hacia arriba.

Digamos que es cierto ¿alguien puede dar fe de que las ultimas ciento veinticinco elecciones de los últimos años han sido legales? ¿si nadie quiso auditar las papeletas electorales? , discúlpenme pero a mí me parece que contrastar número de votos emitidos con votantes pero no auditar las papeletas para verificar con certeza que las papeletas coincidan con los votos emitidos para cada mesa y activar de paso un acta, deja mucho espacio para que cualquier funcionario de rango medio o algún externo pueda vulnerar los votos electrónicos, asignando votos totalmente fraudulentos, digan lo que quieran, a mí me parece así, puedo estar equivocado pero cualquier cosa puede pasar en este país y por lo general pasa.

Uno habla el tema en la calle y se encuentra de todo, desde convencidos en la limpieza del proceso, hasta quienes me dicen que no invente cosas pues mal puedo terminar, sin embargo nadie me puede dar ninguna fe real de que los aparatos puedan ser intervenidos remotamente en su emisión electrónica, por tanta para mi pueden ser totalmente fraudulentos. Ahora, todo el discurso hace que uno se sienta mal de no querer ir a votar, al final si no voto me roban el voto y si lo hago también.
Tengo que ser sincero, tengo una posición ambivalente, creo que los partidos, los diputados, la sociedad civil organizada y los pocos con cierta fuerza que quedan, deben exigir al CNE que se cuenten también las papeletas, en la última elección los colectivos o quienes sean afectos al gobierno hicieron fiesta de papeletas, sacándolos de los centros de votación sin que el fulano plan republica hiciera algo, se supone que eso no debe suceder (conozco gente bastante confiable que me contó haber presenciado tal cosa, si no pues youtube lo tiene).

Aunque suene a ciencia ficción todos sabemos que es muy posible, esas baldosas para los castros bien pueden ser los fondos para un equipo en Cuba, los traen de China y se acabó el problema y así se quitan de encima la posibilidad de filtraciones que los dejen desnudos frente a la opinión internacional sin tener margen para negarlo todo como siempre hacen.

Disculpen por favor mi pesimismo pero no es para menos la preocupación, veo con desencanto absoluto las calles, los empleos, la gente, las esperanzas y hasta las creencias, nadie me enseña una salida racional y en un tiempo prudente, todo son solo variantes retoricas de aquel “Tiempo de dios es perfecto”, mientras pienso que Dios es eterno y yo un mortal común y corriente que solo quiere futuro para él y para los suyos.
José Ramón Briceño

@jbdiwancomeback
Foto; José Briceño

martes, noviembre 11, 2014

La muerte es una constante


La muerte es una constante en todos los seres vivos, todos sabemos que vamos en ese camino, no importa cuánto pelees, te cuides, hagas dieta o te atiborres de vitaminas, igual te mueres, tampoco importa mucho si fuiste un alma caritativa o un bárbaro más, en algun momento te vas para no volver, el asunto dramático es el cómo, el cuándo y la razón de esa muerte. Lo que pasa después, nadie puede dar fe, simplemente es especulación religiosa y un deseo intenso de todos los que por acá seguimos.

El asunto este de morirse debería ser algo totalmente normal, como totalmente normales deberían ser las causas, últimamente Latinoamérica se ha vuelto (aún más) violenta gracias a los grupos de poder cuyo único talento es el de hacer dinero por sobre las miserias ajenas, y si para ello recurren a la violencia siempre existirán imbéciles dispuestos a ejecutarla, así este imbécil se vista de uniforme y se excuse diciendo que sigue órdenes superiores, igual merecen absolutamente todo mi desprecio y el de la gente de bien que todavía debe de existir.

En mi país (Venezuela) la muerte es una constante que cuan espada de Damocles tiembla sobre las cabezas de todos, amenazándonos desde todas las esquinas, bien sea por ladrones, viciosos, policías, militares y una nueva clase los “colectivos”, las balas y puñales están todo el tiempo en actividad , matando, robando y metiendo presos (que es una suerte de muerte en vida) a todo aquel que tenga algo, que piense algo o que exprese algo que no esté en consonancia con las ideas de los capitostres de la revolución, también el hampa desatada pone su grano de arena. En las últimas manifestaciones hubo cuarenta muertos, todos por mano de afectos al gobierno, nadie ha resultado culpable, con todo y que existen fotos, videos, testimonios que muestran en todo su esplendor a los culpables de tales “excesos”.

El año pasado estuve una temporada en el sur Mexicano, visitando y buscando alguna cosa más interesante, me devolví por razones estrictamente personales, hasta el día de hoy hablo en público de la seguridad y la calma que viví en esos meses, además claro que la gente me trató muy bien a pesar de ser extranjero. Hace días miro con espanto como mataron a 43 personas por que el gobernador no estaba satisfecho con las demandas de los jóvenes, la prensa digital reseño algunas cosas que en verdad hablan de otro México que no conocí, ese de la crueldad extrema y de la brutalidad intensa que se corresponde con los gobiernos que matan para mantener el poder.

 Vaya para todos los implicados en el crimen y en todos los demás crímenes, no creo que nadie deba morir por pensar diferente, por exigir mejoras en la calidad de vida y hasta en expresar ideas diferentes, la muerte es una salida cobarde para quienes en vez de pensar con claridad en una solución se aprovechan de su poder para matar y silenciar.

Algún día van a pagar sus crímenes, en cuyo caso me parece que la muerte es muy poco castigo, muy al contrario los dejaría encerrados de por vida, obligándolos a mirar los relatos de su crimen hasta que la locura los alcance, en caso tal les daría medicación, los curaría y comenzaría de nuevo, gentuza como esa no debe andar suelta, los derechos humanos los perdieron en el momento justo en el que se prestaron para matar por sus jefes.

El caso venezolano ya sabemos todos quienes son los culpables, en el Mexicano la verdad no me atrevo a sacar conclusiones, estoy muy lejos para poder tener una visión clara del caso pero el asunto es que matar estudiantes es una de las cosas más atroces que se pueden hacer, en ambos países el hampa es bastante creativa, la diferencia es que en Venezuela le ganamos por asiduidad y ellos (los mexicanos del lado oscuro) por su crueldad.

 Quien calla otorga y en los dos casos los gobiernos han callado, la prensa se ha silenciado, los funcionarios encargados de hacer justicia han volteado la mirada mientras las familias lloran a sus deudos y los países se llenan de tumbas que en algún momento reclamaran a los causantes de tales desgracias, desde mi esquina reitero mi repulsa a TODOS los culpables por acción u omisión, a quienes no toman partido, quienes se quedan callados, los que no levantan la voz y a quienes bajo cualquier excusa se solidarizan con los verdugos, mi asco será eterno, aunque no haga mucho ruido ni sea de gran importancia cuando menos dejo constancia en este blog de lo que siento al respecto y de mi opinión sobre quienes por “defender” su parcela de poder mata, apresa y atropella a la gente pensante, en vez de cuidarlos pues cada día son menos.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback
Foto: José Briceño


  

lunes, noviembre 10, 2014

Predicciones navideñas


Cerca de mi casa hay varias panaderías en un radio de aproximadamente dos kilómetros, son tres exactamente,  podría decirse que representan una muestra estadística bastante cercana a la realidad nacional. Una está en medio de una zona bastante populosa, la segunda, a pesar de estar también en una zona popular se encuentra al inicio de la zona comercial y la tercera está ubicada detrás de una de las urbanizaciones más caras de la ciudad, a pesar de vender básicamente lo mismo, los tres establecimientos tienen variantes que responden a la clientela común, siendo la menos favorecida la segunda panadería, imagino que será por su ubicación, mientras la primera colinda apenas por 100 metros de un urbanismo lleno de edificios de clase media acomodada  esta (la segunda) se encuentra enclavada en una encrucijada de clase baja y extrabaja que es lo que constituye el grueso de la población.

En fin, esta semana estuve de gira comprando algunas cosas y en cada ocasión paré en un local en tres días sucesivos, la verdad aun no salgo de mi asombro, el pan de jamón está entre los 500 y los 700 bolívares, mientras el sueldo promedio mensual ronda los cuatro mil ochocientos (con todo y aumento general), la verdad no creo que nadie se gaste la cuarta parte de su quincena en un alimento que al final es solo un símbolo de la época, debo confesar que soy de los que se compra uno de esos para utilizarlo como desayunos y cenas hasta que se acabe, este año dudo mucho que lo haga a menos que alguien me lo regale, me niego a gastar tanto en una sola cosa, quizás como me gusta la cocina me busque una receta en internet e intente hacer uno con la colaboración de mi novia y en plan de vaca ( para los que no hablan venezolano, una vaca es una colaboración entre varios para comprar alguna cosa), acción que ya esta de moda entre los venezolanos de a pie que no tenemos mayores medios de fortuna para acceder a cosas banales pero satisfactorias.

Si el pan de jamón está incomprable, no me quiero imaginar lo demás, un vino decente ni soñarlo, hallacas pues serán compradas al detal y medidas para compartir, el pernil pues mejor ni me acuerdo y le achaco la imposibilidad a mi estómago maltratado y a los triglicéridos disparados para no deprimirme por eso, licores de los baratos (muy baratos) bajo el riesgo de quedarme ciego por consumir alcohol de dudosa procedencia, sopa post farra navideña, seguramente será de hueso rojo, de aquellos que le compraba mi abuela a los perros para que ejercitasen su dentadura que ya no son baratos pero cuestan menos que una buena carne para sopa, sin inventar mucho pues los vegetales y verduras tampoco son económicas.

De los juguetes, resulta que quería utilizar mi cupo electrónico pero alguna cosa hice mal y al desgraciado sistema no le da más que ofrecerme una fulana remesa para estudios en el exterior que se e antemano que me negará, no solo porque no estoy en ese plan, es que tampoco se lo dan a los venezolanos en el extranjero que si andan estudiando y eso que no es un regalo, esa vaina uno la paga con el dinero que produce con su trabajo, no como algunos a quienes se lo regalan por sus triquiñuelas con el estado omnipotente. Quería hacerle un regalo excéntrico a mi hija y sorprender a unos cuantos seres queridos pero ya ni modo, tocará regalar las baratijas que acá venden a recio de oro y explicarle a mucha gente querida  que no es que no los quiera, es que si les regalo lo único que pudiere comprar con mis magros ingresos parecerá más un insulto que un acto de cariño (pendejadas sensibileras aparte).

Nunca me gustaron mucho las navidades, cuando tuve la dicha de ser padre siempre me entusiasmó la cosa del niño Jesús más allá del hecho de quedarme más pobre o no comprarme nada, igual mi navidad preferida es en bermudas y sandalias acompañado de la gente que quiero, este año mi depresión navideña comienza casi mes y medio antes, a menos que ocurra un milagro creo que no pasará nada especial, quizás encuentre alguna cosa interesante para regalar, pero con todas las privaciones y desapariciones de todo no creo que desear una feliz navidad vaya a ser este año una sentencia sincera.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback

domingo, noviembre 09, 2014

Grupos de opinión en Venezuela


Hace días leí un artículo de Elides Rojas donde exponía las tres expresiones más escuchadas entre la población. Ciertamente hay tres grandes grupos de opinión, los que defienden la ¿gestión? Gubernamental , los que detestan a cualquier cosa que apeste a gobierno y los de más crecimiento que son los que están hartos de cualquier cosa política y aseguran que ya no les interesa nada, que no desean escuchar más del tema y que apenas puedan hacen maletas, venden hasta los platos y se van del país para no volver jamás.

La verdad es difícil comprender las razones del primer gran lote de opinión, se me hace difícil compartir las ideas de quienes llevan quince años destrozando el país , ignorando todo el desastre que han realizado, digamos que no todos hacen su agosto con el dinero de la nación pero si todos son culpables por acción u omisión del empobrecimiento progresivo que amenaza con ser definitivo de este país que hasta no hace muchos años era un sitio donde se podía creer en el progreso, tener una casa, un carro, un empleo cuyo sueldo fuese directamente proporcional a las habilidades ganadas a punta de estudio (las familias de muchos pueden dar fe de eso), ahora hay ilustres escolares presidentes de empresas del estado, “gerentes” internacionales que no han aprobado el bachillerato, periodistas presidentes de empresas eléctricas, tenientes multiministros y así una larga lista de gente cuya formación acaso les daría para gerenciar un puesto de empanadas con altísimos cargos, donde por supuesto su ignorancia no les deja tener ni siquiera una mediocre gestión, tienen terribles gestiones donde los grandes jefes se embolsillan una buena tajada mientras lo demás se esconde tras una gran patraña de propaganda y fanatismo, si no creen tomen por ejemplo la del ministro aquel, un economista metido a ingeniero agrónomo cuyo mayor logro fue el de formar un escuadrón de sicarios que expropiaron el 90% de las tierras cultivables para convertirlas en montarrales y ahora pues hasta un kilo de zanahorias cuesta más que el billete de mayor denominación, la carne de bovino es incomprable y hasta los pollos se importan pues al parecer a nadie le importa ser productivo.

Al segundo grupo de opinión que va en franco crecimiento, no hay forma de culparlo de nada, por supuesto toca andar molesto, si del lado oficial tienen sicarios que llaman “colectivos” “círculos” o cualquiera de los epítetos que se les endilgan a los fanáticos de moto y bala a quienes hasta la policía les rinde pleitesía, creo que lo justo es que en algún momento existan grupos que les hagan peso (eso aún no sucede, pero sucederá), mientras entre tanta impotencia se vale la bronca. El problema es que del lado oficial nadie fue, nadie es culpable y se sienten ofendidísimos cuando se los reclaman, puedo dar fe de eso pues por asuntos de vida he tratado a altos funcionarios que ya no me tratan por haberles reclamado alguna vez su absurdo accionar y su falta de honestidad al realizar algunas cosas fraudulentas para colaborar con una gran cantidad de ilegalidades que sus jefes les exigían. Aunque yo pertenezco a este grupo de opinión he descubierto que con buenos e inteligentes argumentos se hace más que insultando a cuanto chavista se me atraviese, de hecho, aunque trabajo en una dependencia educativa del gobierno, no oculto mi filiación política ni evito discusiones en ese sentido, algunas veces me porto hasta mal haciendo sentir miserables a algunos compañeros de trabajo o diciéndoles cuatro vainas a quienes se acercan con argumentos idiotas a la conversa, creo en la inteligencia antes que la violencia.

Eso no quiere decir que en pos de eso me deje insultar o ningunear por el primer pendejo que se le ocurra, también tuve bastante calle en mi juventud como para no dejarme amedrentar de gratis, sin embargo toca explorar la concordia antes que la violencia.

El último grupo ese de “no me importa nada, métanse su país por donde les quepa, yo me voy”, ciertamente tiene razones válidas, debo confesar que si yo pudiera llevarme a todos mis quereres en un avión (incluidos perros, gatos, amigos y hasta empleos) me voy sin pensarlo dos veces, pero a los cuarenta y tantos pensar en irse a limpiar mesas y condenarme a una vejez sin pensión ni calma, es complicado pensarlo en serio. A esos amigos les digo que mientras no se vayan tampoco se hagan los locos, hagan ruido, dejen el miedo, sean más inteligentes (el lado oscuro no se lleva con la inteligencia), si de verdad se van hagan resistencia hasta con la impresora de su casa, no se queden callados frente a las injusticias, váyanse pero hagan su parte que quienes nos quedamos de pie los miraremos si no con odio, si con indiferencia en el futuro, eso señores se lo deben a sus hijos, sus muertos, sus familiares, sus amores y hasta sus desamores que se quedan.
En fin creo que el odio no tiene vuelta, el país está a un tris de algo que no quiero ni nombrar, la división es un hecho y si aún estamos así es realmente por la cobardía de unos pocos y el cansancio de muchos que tienen años en la pelea mientras los políticos de oficio se creen en Versalles haciendo cálculos y sacando ganancias para sus deseos mezquinos de poder efímero, haciendo tratos bajo la mesa y engañando a su propia gente mientras sus cuentas siguen creciendo “por si acaso”.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



sábado, noviembre 08, 2014

El LSD , la CIA, la AN y Miraflores


Escuchar a los “amigos” funcionarios del gobierno debería ser catalogado de deporte extremo, es verdaderamente un desafío oírlos sin que a uno se le revuelva el estómago, pues su descaro sobrepasa con creces al negar realidades tan evidentes que uno, desde esta esquina, no puede hacer menos que hacerle rechifla y en medio de toda la impotencia del mundo, apagar el televisor, radio o cambiar la página web a algún sitio de humor quienes por cierto se ven mucho más serios que la mayoría de los ministros, imagino que de esos que parecen serios son los que nadie nombra, fíjense que hay ciento y tantos viceministerios y un número similar de ministerios cuyas funciones (al menos para mí) son un misterio, como aquel viceministerio de la felicidad pero son solo unos pocos los que tienen cabida en los medios,

Esta mañana veía unas declaraciones de un tal ministro, la verdad no se ni me interesa su nombre, es uno de esos funcionarios oscuros cuyo trabajo es el de repetir incansablemente que cualquier cosa negativa que se diga sobre la distribución de alimentos o de la inflación es una mentira inmensa de la derecha internacional y la guerra económica, él decía por la TV que ya no hay colas en ningún establecimiento comercial, que los anaqueles están llenos de todo lo inimaginable, que las colas se hacían por los acaparadores de todas partes, en una escena ese fulano le decía al periodista su discurso de falsedades mientras en el segmento siguiente el noticiero sacaba unas tomas de no menos de 200 personas haciendo su cola muy obedientes frente al mencionado local que dicho sea de paso es del gobierno, entrevistaron a algunos de los ciudadanos en cola y se quejaban de tener varias horas allí, que tenían que hacer una doble cola, la primera para entrar y la segunda para pagar, es decir que la inexistente cola del ministro la tenía a diez metros y decidió negarlo como ya tienen por costumbre, aun no se han dado cuenta que de tanto ignorarlas ya ni sus propios acólitos les creen, es complicado por cierto cuando uno cobra su quincena menos triste y te das cuenta que tampoco te alcanza para comprarle la merienda a tus hijos, el regalo de navidad está cuesta arriba, eso sin hablar del kilo de carne a casi mil bolívares débiles, la leche en polvo que no se encuentra, por lo menos la regulada, yo le compro a mi hija una semidescremada que cuesta casi trescientos bolívares, los niños han de tener su ración de calcio diario y me niego rotundamente a pagarle a un buhonero que me vende el producto regulado a seis veces su precio.

Hoy me ha dado por pensar que somos víctimas de alguna célula añeja de la CIA, algunos vejetes que quedaron olvidados por estos lados y que en su jardín tenían enterrados unos cuantos galones de LSD, al ver que ya todo estaba perdido, que Obama se negó a pagarles los sueldos atrasados, se propusieron invertir unos dólares en regar el tal químico en la AN y en la presidencia, de todas maneras recordemos que mil dólares equivalen casi a veinte sueldos básicos, además todo el mundo anda desesperado por ahorrar en esa moneda por lo que venderlas en el mercado negro no debe ser a gran cosa.

Seguramente le pagaron  a quienes tienen la concesión de vender las botellitas de agua mineral para todos los integrantes de la poco ilustre AN (asamblea nacional), les vendieron a la décima parte de su costo un par de camiones del líquido embotellado, los proveedores que deben ser primos o compadres de algunos altos funcionarios ya pasarían su factura por unas cien veces el precio regulado pero al camarada fulano como le toca una parte ni hace comentarios tan siquiera. Con estos datos absolutamente inventados intento encontrar una explicación a los miles de exabruptos que a diario colman mi país.

Gente a quien yo consideraba inteligente hace declaraciones absolutamente tiradas de los pelos (además del fulano de las colas y los alimentos en todos lados) Earle Herrera por ejemplo, haciendo una rueda de prensa para anunciar su campaña en pro de la censura, con cualquier excusa para evitar que los medios de cualquier naturaleza difundan información sobre los crímenes que a diario inundan las morgues del país, cuando se supone que como periodista de muchos años de experiencia debería abogar más bien por la calidad y la abundancia de información de cualquier tipo, eso contribuye a que los ciudadanos sepan la situación real del país y de cómo evitar que sucedan cosas así a diario, en cambio hace votos públicos para que la censura campee sin medida en todas partes, así ellos (el estado) puede seguir protegiendo a cuanto facineroso con dinero e influencia hace lo que le da la real gana, las voces disidentes son calladas si no por las rejas si por la censura o la autocensura y los ministros pueden darse banquete contándonos un país que dejó de existir hace rato y del que solo ellos están en cuenta, una suerte de estrategia de avestruz para no encarar esta crisis política, económica y social que nos está matando como nación.

Ahora, con este invento mío de la conspiración de la CIA y el LSD en el agua quizás pueda explicar ese fenómeno, además claro de la contaminación del agua potable que muchos hogares sufren, así se podría lograr el milagro de la distribución del alucinógeno en todas las casas donde gente preocupada prefiere comprar el botellón de agua antes que usar el agua corriente (que ya huele a cloaca corriente por cierto) de forma tal que todos comencemos a ser felices cuando lo sensato y común es ser infeliz en este mar de la felicidad que nos ha heredado su dios supremo y galáctico de la iglesia ateo-marxista del panteón chavista.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback


jueves, noviembre 06, 2014

Al ministro con cariño


Hace rato que no veo televisión nacional, la verdad la programación de los canales de por estos lados no ha mejorado en lo más mínimo, además los comerciales que el gobierno parece producir con pasmosa celeridad me provocan nauseas pues muestran algunas cosas que no veo. Si son los noticieros, esos están peor, no sé si es por la censura oficial, pero los contenidos noticiosos y las “declaraciones” de los jerarcas del estado son de lo más pornográficas de tan tiradas de los pelos, groseras y falsas.

Entre esas declaraciones quisiera dedicarle algunas mis líneas de este día al señor Elias Jaua, este junto al presidente y a ese otro que dice llamarse Diosdado Cabello, son el caretablismo personificado pues sus aclaratorias y decires en cámara son de lo más tiradas de los pelos, lo peor, hay quienes dan por ciertas tales cosas.

Por ejemplo, hace días sorprendieron en un aeropuerto de Brasil a una fulana que dice ser la niñera de los hijos de Jaua con un revolver entre sus pertenencias, inmediatamente la noticia ha dado la vuelta al mundo junto a la respectiva condena automática a la mujer, luego de la alharaca mediática, leí en alguna parte que la fulana había sido dejada en libertad luego de una exótica explicación por parte del multiministro, sin embargo llama la atención algunos detalles del suceso ¿Qué hace un ministro armado? ¿Para eso no tiene una batería de escoltas?, digamos que la cosa está muy complicada por eso de la inseguridad y el hombre ya no cree en nadie, ¿es válido dejar “olvidada” un arma cargada? ¿Es tan descuidado que una persona cualquiera maneja su maletín personal? No sé, hay muchas cosas raras, como raro es el razonamiento del cerebro tras el descalabro agrícola en mi país.

Como si fuera poco he leído en las redes que el fulano recomienda a las madres que enseñen a sus hijos a ir al baño desde el primer mes de nacido para evitar los problemas del desabastecimiento de pañales, en cualquier país serio esa declaración hubiese sido motivo hasta de remoción del cargo pues suena no solo a insulto por lo loco del razonamiento, si lo pensamos mejor la cosa se pone peor pues hasta donde sé, mientras menos evolucionados son los animalitos más pronto se pueden valer por sí mismos, como cada ladrón juzga por su condición seguramente por ese camino ha de ir la progenie del fulano. Ojo el mismo es que se insulta, nadie en su sano juicio diría tal cosa y se ofendería si uno (muy justificadamente) les menta la madre.

Si de los otros, me siento absolutamente sorprendido por la alegría con que declaran el fulano 15%  de aumento general de sueldos y salarios, con expresiones que van desde una total ignorancia con respecto a la economía local al descaro de decir cosas como esas de que ese aumento está sobre la inflación o que ahora si seremos más ricos como país, imagino que los fulanos no hacen mercado o sus sueldos han de ser en euros para que les agrade la cosa esta de la devaluación continuada.

Uno puede entender que toda decisión tenga algún grado de oposición, siempre habrá gente en desacuerdo con algunas medidas, pero que se tomen medidas absurdas y todos las aplaudan como si de una gracia se tratase, la verdad deja mucho que desear de muchos. Con respecto al fulano aumento todos sabemos cuáles son las consecuencias para la economía nacional, ningún aumento desde los tiempos de la cuarta república ha logrado frenar la inflación, muy al contrario la impulsa, si los políticos fuesen realmente gente inteligente y estos panas del gobierno la verdad distan mucho de serlo, comenzando por los jefes y terminando por los acólitos, se esmerarían más en reforzar la economía desde las bases, reflotando la moneda así sea cambiando nombre y denominación, convirtiéndola a dólar, euro, libra esterlina pero no dejando estos billetes de monopolio con nombres de prócer, que es tanto insulto al libertador como si le pusiéramos su cara y firma a un papel higiénico de los populares. De paso aumentándoles (en lo que va de año) más del 98% a los militares como si ellos aportasen realmente algo al país, seguramente el fulano Jaua mañana dirá en cadena nacional que el estado invertirá unos cuantos millones en una nueva misión llamada “Malandro revolucionario” dedicada a “dar de comer” a los abnegados colectivos por ser tan buenos trabajadores de la revolución y su administradora será la niñera que logró la proeza de hacer ir al baño desde el primer mes a los hijos del multiministro, eso lo dirá en cadena nacional junto al presidente de la republica que lo oirá llorando de la emoción tomado de la mano del otro presidente de la asamblea nacional.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




martes, noviembre 04, 2014

Cifras esclarecedoras

Siempre he tenido la idea de que cada ladrón juzga por su condición, es decir, uno hace conjeturas basado en lo que está pasando o por las situaciones que tiene a su alrededor, cosa que usualmente vicia cualquier intento de ser más o menos objetivo en las opiniones personales. Hoy he descubierto (muy a mi pesar) que la cosa es realmente como la veo, he visto unas estadísticas que la verdad hace que mi ánimo, sumado a la decepción y la desilusión vaya en caída libre.

Tal y como expresé hace un par de días en mi blog he decidido solo tratar a gente seria, esta tarde un amigo de esos excesivamente serios me ha mostrado una investigación que llevó a cabo una empresa para la cual trabaja, son unas estadísticas que fungen de observatorio político/social en el país, pero mi amigo, quien por cierto es uno de los lectores más constantes del blog me mostró solo las que se refieren a mi estado de residencia, antes de seguir hablando mejor les cuento algunas de esas cifras y ustedes saquen sus conclusiones:

24% de deserción escolar (solo en la educación básica), 19% de embarazo precoz, 53% de empleo no estable (a destajo), 52% desilusionados con la situación del país, 43% piensa que trabajar honradamente para hacerse un futuro no es posible, 77% no cree en el futuro del país, 57% de los encuestados asegura vivir del gobierno, 75% no cree en sí mismo, 56% quiere irse del país, 71% no votará en elecciones parlamentarias, 60% cree que la cultura no es importante, 80% teme salir a la calle.

Si leen entre líneas, la interpretación de tales cifras aproxima a mi estado a una epidemia depresiva de dimensiones extraordinarias donde nadie está libre de sentirse mal en su propia ciudad, si lo pensamos mejor, podríamos hasta asegurar que es un panorama desolador del país.

Si observamos en detalle ese 75% de gente que no cree en sí mismos, es una cifra que a todas luces parece sacada de alguna película de zombis ¿Qué vaina es esa de no tener autoestima? ¿Qué clase de vida te hace llevar a pensar que nada tiene sentido? ¿Con que valor la gente que no cree en si misma echa para adelante? , si fuesen pocos, un 6% por ejemplo, uno dice que son candidatos a tomar litio por un rato, hasta normal sería en estos tiempos de globalización e hiperespecialización, ¿pero 71%?, no soy psicólogo ni nada que se le parezca pero esa cifra pareciera cuadrar con un campo de concentración más que con un país tropical que hasta hace pocos años era un sitio para que la gente trabajadora y estudiosa echara adelante cualquier proyecto, nunca ha sido fácil en realidad pero nunca ha sido tan cuesta arriba hacer nada como hasta ahora, es más, al parecer es más sensato no hacer nada y esperar a que alguien te de una mano o te regale algo, tal como parece hacer el estado con sus acólitos.
77% no cree en el futuro, ya con eso estamos al borde si no de una guerra civil cuando menos de un apocalipsis zombi, con gente peleándose por una lata de sardinas, millonarios de quinientos dólares al año y dignos funcionarios con aviones privados, cuentas en Suiza mientras prometen lo que jamás cumplirán, como tienen 15 años haciendo.

Ahora entiendo la razón de tanto fanatismo, si tenemos a más de la población deprimida e ignorante, pendientes más de una fiesta, un negocio turbio, unos dólares del mercado negro, algún enchufe gubernamental, sin estudios ni básicos siquiera, con un embarazo precoz superior al 10% de la matrícula escolar, es decir que por lo menos 10 (para dar el otro 9% a posibles ganadoras) niñas de cada cien seguramente no culminan el bachillerato, por tanto no tendrán acceso a la universidad y ellas siempre tendrán sueldo básico que por cierto está un 80% por debajo del costo real de la cesta básica, cuyos hijos a su vez tampoco tendrán las grandes oportunidades y quién sabe si llegaran a grandes viviendo entre la miseria y la violencia de los barrios pobres de las ciudades y pueblos de este país, nada alentadora la cosa.

Fuimos una nación rica, con gente pobre de mente, cuyos “lideres” naturales han logrado el fin máximo del comunismo, regar la desesperanza y matar la iniciativa, pocos escapamos a eso, espero que estos pocos hagamos algo, sin embargo creo que mejor me busco el psiquiatra que me recete pastillas pues en cualquier momento termino igual que muchos de mis compatriotas, aunque conociéndome como creo hacerlo dudo que termine de mendigo estatal, preferiré pasar (más) trabajo antes que rebajarme a mendigar las sobras de la mesa de los energúmenos de rojo.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



lunes, noviembre 03, 2014

Alegrías de tísicos


Aunque no me lo crea nadie, hablar de política me aburre, sobre todo esta política ramplona de la calle, ese que suena a titular bobo de algún medio digital cuyo fin pareciera ser el de parodiar pero que nadie se ha dado cuenta. Me he encontrado a gente que se frota las manos de pensar que los fulanos “colectivos” les van a prender el candelero al gobierno, o comentan voz en cuello su alegría por que tal o cual fabrica cierra operaciones, que la cerveza va a escasear y ahora si es verdad que los cerros bajarán para quitarle los calzoncillos al gobierno, así una larga lista de “alegrías” exóticas por decir lo menos de la manera más elegante.

No sé, esas conversaciones de gente que no mide el alcance de lo que pronostica me dan casi tanta bronca como los comentarios de los habitantes de la zona desconocida, esos que a pesar de las colas repite su mantra zoocialista de felicidad eterna donde jamás hace falta nada en sus casas, que celebra con ahínco un aumento de sueldo pírrico que se volverá sal y agua aun antes de ser cobrado.

Les cuento, si se termina de acabar lo poquito que queda, nos jodemos todos por igual, los barrios no bajaran mientras les den su bozalito de harina pan y pollo barato cada quince días, ellos ya están acostumbrados a la miseria y el discursito oficial los lleva a pensar con desilusión que tener mejor calidad de vida es una entelequia más allá de sus posibilidades, además el estudio al parecer no aporta nada al mejoramiento de este mal vivir que todos tienen, si no me creen revisen las cifras de deserción universitaria, pero de las universidades públicas y se darán cuenta (como yo) no sin espanto que hoy día la matrícula es cuando menos 60% menor que hace diez años. En definitiva no creo que bajen, ya al parecer los milicos han sido comprados con aumentos consecutivos que la verdad sea dicha no aportan nada al país, con esos no contaremos jamás, cuando la razón está gobernada por la obediencia ciega pues no hay salida posible con esa “gente”.

Los del PSUV que parecen ciegos –sordos-mudos a la realidad/país, con esos contamos menos, ellos se solazan en administrar la miseria y no siquiera desde las aulas de clase permiten nada, los panas estudiantes que en épocas pasadas determinaban la caída o el auge de cualquier gobierno están poco menos que jodidos, los líderes presos, los otros en régimen de presentación y los pocos con el guáramo para prender la calle andan de capa caída entre los espías y la paja de la MUD que si fuesen un poquito más brillantes se callarían la boca en vez de abrir las espitas de su verborrea sin sentido para apaciguar los ánimos, aunque sabemos que ellos tampoco están libres de culpa, el miedo es libre y a la gente mediática lo más factible es que una bala se los tropiece de frente (o en la frente) para que los cataloguen de cualquier cosa y le achaquen el muerto al primer malandro que se les antoje, total (los hampones) en la cárcel están mejor que en las calles, hasta discotecas tienen. Mal la pasa en la cárcel la gente de bien como uno, que en su vida ha tratado con el hampa ni tiene contactos a ningún nivel y mucho menos dinero para pagar protección o algún accidente procesal que te libere de todo mal.

Si la oposición sigue empeñada en demostrar que ellos son de “izquierda moderada” inventando imitar el esquema chavista no vamos a ningún lado, si no ofrecen alguna salida real a los miles de problemas que tenemos como país, más allá de la denuncia, la palabrería y la búsqueda de calle sin cerebro, mal nos vemos, señores caramba, no estoy pidiendo nada del otro jueves pero inventarse congresos, conciabulos, reuniones, marchas, asambleas de ciudadanos sin ofrecer nada por adelantado no estamos más que haciendo tiempo y dejándoles espacio a los del lado oscuro a realizar sus planes macabros donde perdemos todos sin excepción.
Si yo que no soy más que un intento de escritor con título de profesor de castellano, quien en algún momento renunció a estudiar administración por no entender más allá de la contabilidad básica puedo medio atisbar algunas propuestas para solucionar algunas cosas, los DOCTORES de la oposición también pudieran hacer algo por el país, así sea solicitar plebiscito por delante la división geográfica del país, así la gente de bien se muda a su espacio y los que no pues sigan su sueño que en diez años hablaremos y compararemos.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


domingo, noviembre 02, 2014

Opciones para la supervivencia


Como todos sabemos en este país hay escasez hasta de ciudadanos (gente hay, ahora ciudadanos, es otro asunto), tengo varios días buscando champú y desodorante, el primero para mi hija y el segundo para mí, la verdad esto me tiene muy incómodo, no es posible que un país donde hasta hace apenas unos años vendían eso hasta en la bodega de la esquina, hoy día toca hasta rebuscar en el mercado negro o depender de la buena fe de amigos y familiares para tener tal o cual producto.

Ayer precisamente mi alarma subió a otro nivel pues me sorprendí teniéndole envidia a una tropilla de indigentes que vive bajo un puente muy cerca de mi casa, ellos al parecer hace tiempo superaron todos los escollos de la vida del mortal común, el dólar les interesa poco, aparentemente tampoco se enferman y cuando lo hacen se mueren sin que su familia o amigos tuvieren que preocuparse por los gastos astronómicos de un sepelio, por vivir tan miserablemente tampoco tienen miedo de andar por la calle pues ningún hampón los robará, mucho menos tienen las angustias de todos nosotros, esas de lo que no encontramos, lo que no podemos pagar, lo que nos hace falta y hasta lo que deseamos.

Cuando uno comienza a tener envidia de la vida ajena ya debe preocuparnos, pero cuando esa envidia tiene como punto focal la locura ajena del indigente promedio, ya toca hacer cuentas para visitar al psiquiatra o comenzar a investigar en google sobre drogas legales o ilegales para bajar el estrés traumático de vivir en una economía de guerra sin frentes, donde todos pueden ser enemigos y la vida a pesar de ser un regalo divino, es complicado agradecerla mientras piensas encarecidamente como prolongarla cuando menos hasta que tus hijos tengan edad para valerse por sí mismos.

No he pensado en el suicidio ni mucho menos, pero si lo he hecho en función de tener una discusión bastante seria con mis familiares y amigos, especialmente con mi novia  (cuando tenga la edad suficiente) con mi hija, desde hoy he decidido dejar de cuidar las formas, dedicaré los sábados en la noche a beber hasta perder la conciencia, buscaré más a mis amigos inteligentes, no le hablaré más a nadie que no tenga conversa interesante, me dedicaré exclusivamente a intentar complacer a la gente que quiero, a escribir y dejaré de lado mi natural prurito a las drogas, tengo la impresión que una pastilla mágica si bien no va a acomodar nada, cuando menos bajará esta beligerancia que me está comiendo por dentro como un virus mal sano, si por casualidad no se encuentran las fulanas pastillas por aquello de la escasez me pasaré a la marihuana, al parecer ser una persona “normal” en este país está derivando a tener que estar intoxicado para no terminar en un loco ni suicidarse cuando una mañana de domingo me descubra viejo y cansado para seguir peleando contra el monstruo de la nada venezolana, donde ser imbécil y arrodillado es la mejor forma de sobrevivir a este imperio de energúmenos inútiles que mandan en el país.

Eso aplica también para mucho opositor que sigue viviendo en otra dimensión donde las leyes sean respetadas y las elecciones una forma de santificar el sistema “democrático” cuando la verdad es otra. Me niego a buscarme un arma, la verdad me dan grima todas, tengo la impresión de que la gente que usa las armas para amedrentar simplemente se está escondiendo de su poca inteligencia, la única manera en que pudiera justificar su uso es en la defensa de gente y bienes, de otra son simplemente adornos que “embellecen” la poca cantidad de materia gris de quienes las portan, una suerte de marca para imbéciles que la comunidad sociópata rojarojita ha estandarizado para justificarse.

Como no pensar en usar ansiolíticos si caminar en la calle es un asunto de extrema valentía, el motorizado bien puede ser una persona trabajadora como un asesino en potencia, el señor o la señora que caminan por la acera igualmente podrían serlo, los jóvenes son víctimas fáciles de secuestro para cualquier fin malévolo pues ni los pobres se salvan, los militares con su bozal de arepas ya ni de gente pueden ser calificados, los policías pues aparentemente son bandas armadas santificadas por su placa además de protectores oficiales de cuanto malviviente poderoso camina y respira en esta tierra de maldad institucionalizada, eso sin mencionar la volatilidad de los sueldos y la pobreza obligada en la que vivimos, ya ni meterse a alcohólico es posible pues los licores son carísimos.

Apenas pueda me daré una vuelta por los consultorios populares, pediré una cita con un psiquiatra (ellos son los que recetan químicos) y le rogaré que me mande algún coctel que me vuelva ecuánime, para que dejen de importarme las cosas que no puedo obtener y quizás así vea la salida que no he podido encontrar, saludos desde mi esquina.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback