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jueves, octubre 09, 2014

Costumbre, revolución y colas


Hace dos noches vi con espanto a través del tuiter como se organizó una balacera con saldo de muertos en pleno centro de la ciudad capital (curiosamente) un rato después que un fulano líder de uno de los “colectivos” hizo algunas declaraciones comprometedoras para el gobierno. Como de costumbre llegué tarde a la noticia, sin embargo eso me permitió hacer cierto juicio pues al parecer el gobierno declaró públicamente que el tal directivo del “colectivo” que cayó bajo las balas de la policía era un delincuente, el detalle está en que muchos tuiteros comenzaron a publicar fotos del hombre en cuestión con mucha gente importante del régimen, lo que los deja desnudos en su mentira, hasta donde se ningún hijo de vecina, así, de gratis se fotografía con la esposa del presidente, con el embajador de Irán ni con los más altos jerarcas, a menos claro que tengan alguna filiación por alguna parte.

Mientras comentaba eso anoche con mi novia, decidimos ir a una farmacia de esas grandes que abren toda la noche, la señora estaba antojada de comer helado y yo como buen caballero me ofrecí a comprarlo, al llegar al sitio había una cola bastante grande en la puerta, al acercarnos a preguntar si podíamos comprar el fulano helado, la vigilante nos indicó que debíamos hacer la cola pues había desodorante, champú, jabón de baño y pañales, razón por la cual debíamos esperar nuestro turno como todos. Por supuesto no hicimos tal cola y mi novia se quedó sin el helado, con la subsiguiente tanda de insultos para todos por la monstruosidad de hacer una cola a las ocho de la noche para comprar una cosa que antes estaba al alcance de la mano.

Eso me hizo pensar ¿Por qué con todo lo que pasa no pasa nada? ¿el estado se ha quedado con los pantalones abajo más de una vez en su asociación con el hampa y a nadie parece importarle?  Ahora buscar pañales desechables (de los malos o buenos no importa), jabón de baño, jabón en polvo, champú y otros productos de cuidado capilar, afeitadoras, café, azúcar, carne de res (a buen precio) y hacer el mercado con lo que se encuentra sin que se encuentre la manera de comprar de todo y nadie se acojona o por lo menos protesta de alguna manera ¿Qué pasa en mi país?.

Creo que esa pregunta es bastante común entre todos los que caminamos por estas calles, creo que la respuesta está inserta en un vocablo que casi nadie usa “Resilencia” que significa :  Convencimiento que tiene un individuo o equipo en superar los obstáculos de manera exitosa sin pensar en la derrota a pesar de que los resultados estén en contra.

Es decir te acostumbras a todo y le buscas la vuelta para intentar sobrevivir sin mayores tropiezos, aun cuando esto signifique una cantidad considerable de obstáculos que te obligan a ser sobreviviente en vez de un ciudadano. Esa es la herencia del galáctico y su corte interplanetaria, quienes han logrado elevar las barreras hasta niveles insólitos, por ejemplo, la lista Tascón, los carcelazos, la represión, la censura y pare usted de contar, eso sin hablar de los retrocesos que se han obtenido cada vez que se intenta algo y la  muda grita para pedir lo contrario quien sabe por cual razón.

 Eso de la resilencia se puede traducir en desesperanza, cuando na hay una salida a la vista, mejor dicho, cuando la única salida posible está imposible, la gente decide vivir como mejor puedan, lo demás será parte del tiempo perfecto de dios como muchos dicen por ahí. Nadie sabe ni sabrá jamás la verdad sobre los tales colectivos, seguramente habrán ordenes giradas para que los involucrados del lado oficial desaparezcan en alguna oficina, quizás hasta un premio les den por muertos del bando “enemigo”, eso la verdad no es mi problema, lo que si es mi problema es que estamos gobernados por una sarta de incapaces cuyas capacidades de destrucción sistemática y criminal las tienen a flor de piel mientras los ciudadanos estamos atrapados entre las balas, ya desesperanzados o resignados a hacer una colita para los que necesites en tu casa, a que el sueldo no se te acabe sin poder comprar lo poco que se encuentra y que de paso te alcance para medio comer en la quincena, rogar a todos los santos posibles que nadie se enferme pues no van a encontrar las medicinas o no van a poder pagarlas, pero la revolución avanza como el virus de la Chicunguya, tranquilo que a quien el estado no ha jodido ya lo hará, al igual que el fulano virus que nos ha terminado de rematar, encima de pobres, desmotivados, amenazados, asustados ahora pues tuyidos por un virus que oficialmente no existe, más allá de la propaganda.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback


martes, octubre 07, 2014

Propuesta de futuro


Creo que ya basta de hablar mal del gobierno, debo confesar que me da pena ajena la visión que del presidente se habla por ahí, creo que jamás personaje alguno había sido ridiculizado con tanta saña, quizás me molesta más la gente de a pie, esos cuya educación deja mucho que desear asume su “fidelidad” con el personaje más por incordiar al grupo que detestan que por certezas reales, los amigos opositores no se quedan atrás, muchos de esos que tienen aforos y hasta público no ha hecho ninguna promesa ni aporte real de esos que les interesan a las masas , por tanto, para que le ofrezcan la misma cosa, ellos prefieren el desbarajuste legal, social, económico y hasta educativo para al final, vivir en la misma miseria.

A mí me encantaría oír a algún opositor de esos con aspiraciones electorales con propuestas realmente innovadoras, por ejemplo, solicitar que los impuestos por alcohol y tabaco sean utilizados en los sistemas educativos y de salud, eso debe ser un dineral a diario que alcanzaría para adecentar los sueldos de los maestros y profesores de todo el sistema educativo, desde el kinder hasta la universidad, los hospitales y ambulatorios no serían los morideros de hoy día, creo que tendríamos un buen inicio como país, un sitio donde enfermarse o estar seguro de que tus hijos reciben la mejor educación del mundo ya es un avance al país que queremos.

Legalizar algunas drogas como la marihuana por ejemplo, que paguen impuestos, que generen dinero para clínicas y centros de apoyo para que los adictos a las drogas duras, esos que pululan entre lo más feo de las ciudades, tengan donde trabajar en función de superar sus adicciones que de tan miserables los obligan a cometer crímenes atroces para sufragar los gastos. Así quizás volveríamos a tener turismo a granel, más impuestos para educación y salud pues tendrían que ser pechados también como alcohol y tabaco, quizás ¿Por qué no? Establecer un fondo para la investigación junto al desarrollo científico en función de la farmacopea derivada de esos canabinoides. Sería interesante comenzar a estar aunque sea por esto en algún otro listado que no tenga que ver con la criminalidad, creo que es momento de dejarse de mojigaterías y comenzar a tomar algunas medidas modernizadoras, total ya las drogas hacen desastres en esta sociedad y según leo es más fácil encontrarlas que una cajita de acetaminofén para la gripe.

Seguro alguien me leerá y se espantará, bueno de una vez le cuento que los indígenas pueden producir y consumir algo que llaman YOPO y lo utilizan con fines religiosos, aunque me han contado de ciertas posibilidades recreativas, eso no hace que nadie levante la ceja. Muchos hogares son escenario común de borracheras colectivas o individuales sin que eso presuponga un drama, es más, muchos hasta les hace gracia el asunto, con todo y que el alcohol es el catalizador de muchísimas tragedias además de la antipática cirrosis. Bueno, según algunos nada de eso sucede con el Canabis, toca ir pensando en eso entonces.

Como último punto a proponer a los amigos candidatos, deberían pensar en impulsar el matrimonio igualitario, creo que ellos o ellas tienen derecho a vivir su vida como les provoque, además me incomoda que ellos sean tan felices que nadie los obligue a casarse y a sufrir los malestares que eso supone, bien sea por que uno no se quiere casar o si se ha casado muchas veces (una vez ya aplica como “muchas veces”) , eso significaría no solo que obtienen iguales derechos, también iguales obligaciones, así si de verdad seriamos un país con libertades. A mí me gustaría morirme y que mi esposa o “pareja de hecho” del momento (espero sea la misma de estos momentos) heredase todo o en mi caso lo repartiera con los hijos que tuviere si es que me da por tener otro, seguramente a otros les pasará lo mismo, si se casan pagan impuestos, heredan hasta las pensiones  alguna otra ventaja seguro habrá, me parece que es una cuenta que dejó pendiente el gobierno, alguna vez les hizo algunos guiños, sin embargo no pierden oportunidades para hacer campañas homofóbicas, muy mala señal y difiere totalmente entre lo que profesan los documentos y lo que sucede en las calles.
Hay más cosas que proponer, sin embargo hoy lo dejaré hasta allí, ojalá me lean y los amigos que me leen por favor lo difundan, que genere controversia a ver si le llegan aunque sea los chismes a quienes deberían leerlo, sé que algunos lo hacen pero debemos hacer presión, es verdad, estamos pelando, la crisis de tristezas tiene vacías calles y negocios, que hay cosas más importantes en el camino, sin embargo creo que si por lo menos arrancamos con las primeras dos recomendaciones podremos ir bogando a puerto seguro y dejar esta caída libre que amenaza con partirnos la madre a todos y con eso, el futuro.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback



@plurofotos


lunes, octubre 06, 2014

Emigrar


En estas tardes estaba conversando por ahí, cuando, no sé por cual razón la conversación giró en torno a algunos emigrantes que conocemos de manera cercana, como por las redes me da cierta vergüenza meterme en sus actividades pues lo que publican me da la impresión de que lo hacen solo para convencer a los demás que haber huido de su tierra fue lo mejor que les ha pasado. La verdad sí creo que emigrar es un gran paso para muchos, sobre todo en esto de vivir pues en este país, vivir está cada día más complicado, tanto que creo firmemente en pensar que lo más usual acá es no llegar a viejo, mientras que en otras tierras lo usual es una longeva vida sin la posibilidad de que ningún imbécil armado se antoje de vaciar tu arma encima de ti, o estés en un mal momento y en un peor lugar, tanto que termines preso y eso se parece mucho a estar muerto, pero en vida.

Lo que me entristece de irme es separarme de todo lo que he construido y comenzar de cero, si es que comienzas alguna vez, he sabido de muchachos con futuros brillantes o cuando menos de medianas posibilidades que al emigrar terminan de jardineros, otros de baby sitter, vendedores de Herbalife, taxistas, carpinteros y hasta vendedores de mostrador, ningún trabajo desmerita, sobre todo si se hace de manera honesta pero seamos sinceros, pasar por la universidad, hacer posgrado, cursos de especialización y hasta haber tenidos cargos de muchísima responsabilidad y prestigio, para terminar de barrendero en un país donde por lo general siempre te miraran por encima del hombro, es un crimen de lesa humanidad.

Eso sin hablar de que ha  pedido su jubilación y el arraigo tan importante de vivir en su suelo, si me dijeran que uno se va y enseguida encuentra un empleo con la misma dignidad del que uno tiene acá (solo por ser comedido en el sueño) no creo que lo pensaría tanto pero eso de irme y tener de por vida la necesidad de trabajar, hasta cuando sea un anciano solo para no morir de mengua, me espanta sobremanera, debe ser mi crisis de los cuarenta que me ha dado por ser extrañamente intenso en mis reflexiones en vez de ser como muchos que les da por perseguir veinteañeras, hacerse una peluca para disimular la calvicie, se tiñen las canas y algunos hasta hacen ejercicio para saberse aún activos, por lo pronto a mí solo me ha dado por pensar y ahora pues por escribir.

La verdad vivo en vilo cada vez que leo que tal o cual se van del país, otros que se fueron para buscar un futuro mejor y lo mejor al final fue lo peor que podían imaginar por acá, terminar haciendo las mismas cosas a las que uno le saco el cuerpo y termino en la universidad, no es justo. Sé que a muchos de mis amigos y familiares les va bien, sin grandes aspavientos en unos casos, unas fanfarrias muy grandes por su éxito a otros, sin embargo se dé buena fuente que todos serian felices aunque sea de vacaciones por acá, sin embargo le tienen un pánico africano (totalmente razonable en muchos casos) que ni de vacaciones vienen.

También tengo la certeza de que acá la cosa está tan jodida que prefieren bajar sus aspiraciones de vida y éxito a malvivir asustado en la tierra que los vio nacer, no los critico, mucho menos los censuro pues uno nunca sabe cuándo le toque en serte tener que huir y terminar de mesonero a los cuarenta, con dos premios nacionales , una maestría en literatura, para terminar siendo un mesonero muy culto que es feliz siendo infeliz por partida múltiple.
José Ramón Briceño 2014

@jbdiwancomeback

jueves, octubre 02, 2014

El que siembra tormentas cosecha tempestades



Esta mañana pasé frente a un quiosco de periódicos y por costumbre ojeé los titulares a ver si alguno me motivaba a comprar uno de los diarios nacionales o locales, cual será mi sorpresa que veo que a un diputado, muy joven lo mataron anoche en su casa junto a su “compañera”, lo peor (si es que hay cosas peores que un asesinato) es que me importó poco, no me conduele ni un poquito y eso la verdad me horroriza más que la muerte del fulano, quisiera compartir con ustedes la razón de mi desinterés.

Voy a comenzar por decir algunas cosas que pienso suceden a diario y por invocación de las mismas políticas que ese fulano apoyaba. La guerrilla y el narco al parecer son aliados incondicionales del estado, es complicado sentir afinidad por esas dos industrias que viven apoyadas en plomo y sangre, cuando no es que el crimen en sus más variadas formas apuntala sus actividades, ¿Cómo lo sé?, no se estresen que no tengo informantes no nada por el estilo, ellos mismos se han encargado de propagar esas noticias. Hace unos años el galáctico abogó por convertir a las FARC en un cuerpo beligerante a fin de que se acogieran a la convención de Ginebra como si de un país en guerra se tratase y no de una banda de malandros apoyados por cuanto sátrapa izquierdoso e imbécil hay por ahí, es más, el año pasado no se cual ministro aseguró que se habían entrevistado con más de dos mil bandas armadas en todo el país.

Todo eso apunta a que todos saben quiénes son y donde están los grandes jefes de los diversos carteles del país, quizás hasta (exagerando) podría asegurar que muchos de los jerarcas del estado son cómplices y beneficiarios de esa gran industria del hampa que es lo único que sigue funcionando en esta moridero de pobres, no me atrevo a acusar directamente a nadie pues cuando quien hace la ley es el mismo que la quebrantan de paso es amo y señor de eso que llaman “justicia” que como todos sabemos quién más plata tiene mejor saldrá parado en cualquier caso y yo señores gano un sueldo de maestro que no alcanza ni para una consulta de abogado popular, de esos que asaltan a los posibles clientes a las puertas de los tribunales tarjeta en mano, de esos que uno confunde con testigos de jehová que andan propagando la buena nueva de que algún día Jesús vendrá látigo en mano y acabará con todas las miserias del hombre.

En fin, mataron al diputado, quien sabe por cual razón lo hicieron, el cual negocio raro estaba metido, a quien le metió una zancadilla, que pran se incomodó con él, cuáles de sus “amigotes” se sentían molestos, extrañamente en ninguna de las notas por la noticia hablan de robo o de secuestro, no hay historias de guardaespaldas abaleados, policías enfrentados, nada que apunte hacia otra dirección que no sea el sicariato, pero ¿realmente fue gente de otro bando?, no sé.

Lo que me espanta, como dije líneas arriba es que me importe un carajo su muerte, pero si me importan los cientos de compatriotas que matan a diario en las calles, los que se mueren de mengua porque no tienen un medicamento, los que matan por quitarles un teléfono “inteligente” , esos miles al año que nade investiga, esos que se mueren, los entierran y hasta allí las investigaciones, mi abuela que era muy sabia decía que “Quien siembra tormentas cosecha tempestades” a ese hombre se lo llevó el tsunami que el mismo ayudó a  crear y que ahora amenaza a todos con llevarnos por delante y lo más seguro es que nadie pague como nadie paga por ningún crimen en este país.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback


miércoles, octubre 01, 2014

Drama doméstico de cada día


Desde hace rato vengo comentando en privado (y algunas veces en público) sobre mucha de la estupidez gubernamental, cada vez que leo en alguna valla, prensa, medios digitales o donde sea que fulano , fulana, el ministerios tal o cual hicieron, están haciendo, van a construir, tramitaron recursos, compraron medicinas o cualquier otro “logro” me molesto. No es envidia como algunos dicen, es que si haces tu trabajo no tienes que hacerte propaganda, se supone que si haces cualquiera de las cosas para la que te contrataron o eligieron no debes hacer promoción, me parece que es como si uno que responde a las responsabilidades de ser padre, compra comida para sus hijos, celebra el cumpleaños, los busca en la escuela, paga la escuela, los invita a salir o cualquiera de los millones de detalles que se generan de la responsabilidad de ser padre obligue a los muchachos a hacer proselitismo o hace una valla para avisar que esta navidad si hay regalos con una valla o un aviso de prensa que diga “gracias papá, me quieres”, coño eso sería terrorífico.

No digo que pensemos en los “lideres” como si de padres se tratase, es que si cumples con tu responsabilidad debe ser lo más normal que las cosas funcionen, además de que sería una muestra de seriedad que los tipos hicieran vallas o algo similar solo cuando los hechos estuviesen consumados. Por el contrario uno está acostumbrado a que los avisos y la propaganda usualmente hagan proselitismo de algo que de paso no existe. Lo más ridículo es que se hacen ver como grandes cosas, cuando no hacen más que hacer su trabajo.

Revisando la prensa, sobre todo la que el régimen regala en cada esquina para convencer a los demás que ellos trabajan, si es que hacer que trabajan sin resultados tangibles es trabajar, no pido disculpas por ser tan rudo en mis aseveraciones pues están a la vista. Fíjense, todos los días algún ministro prohíbe alguna vaina, promulga una ley, hace un show con cadena de radio y TV incluida pero todo sigue igual, es más, cada hora es peor la cosa.

Importan, exportan , van a la ONU se gastan una cantidad de dinero en una semana casi igual al presupuesto educativo, hacen gala impúdica de su exageración al gastar dólares sin pararle mucho al cupo que estamos sometidos los demás mortales y de paso tienen el descaro de decirse “obreristas”. Quisiera poder utilizar mi frase favorita “ese no es mi problema” sin embargo en este momento si es mi problema pues me afecta al igual que afecta a TODOS los que aún no nos hemos podido ir por cualquier razón.

Tengo que confesar que a pesar de lo que me aterra que en el oriente medio se estén matando todos contra todos, que los musulmanes sean ahora una suerte de plaga bíblica, que los rusos invadan un país vecino sin que la opinión internacional pueda hacer la gran cosa, que los estudiantes chinos tengan una semana en las calles de Hong Kong y la policía extrañamente no haya comenzado alguna escabechina tipo Tianamen y pare usted de contar los horrores que están sucediéndose en el mundo, la verdad me importan poco, creo que debemos atender el drama doméstico y después si es que hay un despues nos preocupamos por el mundo, de todas maneras al mundo tampoco parece importarle lo que nos pasa como país.

No soy insensible pero es que no hay razón para que mientras nuestro mundo es una cerca con barrotes llena de el vacío de la escasez y la pobreza, nos dé por rasgarnos las vestiduras por males extraños de gente que ni mi idioma habla, que además tampoco puedo hacer nada por ellos. Mientras las vallas muestren rostros sonrientes de incapaces que tienen que gastar dinero en contarnos que “trabajan”, la tinta de imprenta sea todo un gran cuento de ficción, salir a las calles sea un acto de temeridad y comprar la comida un ejercicio faquirico para seleccionar lo que se puede comprar o lo que no por aquello de estirar el sueldo, el futuro sea una entelequia que dependa más de la suerte que de otra cosa, me negaré a angustiarme de los males extranjeros.

En el momento que no exista limitaciones de futuro pensaré en donar parte de mis ingresos a alguna causa justa, mientras la única causa justa que me interesa es la de mi casa, los demás me valen madres, cuando no sea un escándalo que el presidente y su comitiva se gasten el equivalente al presupuesto educativo en un fin de semana mientras los maestros y profesores no tenemos seguro porque el ministerio dejó de pagarlo, pero te lo descuentan de nomina, no tiene sentido hacer manifestaciones por Siria, Palestina, Israel, Las Malvinas, los Kurdos, los Rusos, las maras centroamericanas, los Paramilitares, la Guerrilla, Bush, Obama, Putin, los Chinos, los (cabrones) Cubanos o lo que sea.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




martes, septiembre 30, 2014

Políticamente incorrecto



La escogencia de oficio o de profesión siempre ha sido un asunto bastante complicado, es una decisión muchas veces basada más en la posibilidad de supervivencia que en otros factores, como el gusto personal o la capacidad intelectual y hasta los beneficios contractuales que devienen de ejercer una profesión definida. Así vemos a muchos que se deciden a ser militares pues así jamás les faltará empleo, otros terminaron de médicos pues de esa manera algún día tendrían consulta privada y no se privaran de nada en el futuro, así un largo etcétera de profesiones regidas más por el importantísimo factor económico más que el vocacional.

Hoy día la cosa ha cambiado pues el único oficio que podría darte beneficios económicos más allá de la media es la política, hasta los militares terminaron de politiqueros para poder acceder a sus inmensas cuotas de poder, los demás pues ya se lo pueden imaginar, es más, ya ni es necesario asistir a la universidad a nada, el intelecto es un asunto incomodo, mejor te metes a político, te borras las neuronas de la lógica y obedeces ciegamente, así te aseguras una parcelita de poder que te permita sobrevivir con cierta holgura sin las miserias que tienen que tener los ciudadanos que nos negamos a ser borregos, lo más triste es que tanto gobierno como oposición piensan de esa manera.

Dirán que soy un exagerado, pero seamos sinceros ¿Cuándo alguna de estas crisis han sido tratadas con la seriedad debida? ¿la crisis de la salud ha sido resuelta más allá del ámbito político?, la respuesta es negativa, ¿la razón? , los cargos de responsabilidad son seleccionados según su adhesión a tal o cual funcionario, quien a su vez está conectado con tal jerarca y este igualmente depende directamente de las altas esferas de poder, el resultado es que tenemos gente que no sabe mucho del asunto administrando hospitales y ambulatorios, falseando estadísticas (en el mejor de los casos) engañando a toda la cadena administrativa para demostrar que el fulano instituto funciona a las mil maravillas pero que la derecha internacional los odia tanto que sabotea toda su gestión pagando a gente para que se muera de mengua. Igualmente nadie dice que los mencionados sitios no tienen agua corriente, medicinas básicas ni personal suficiente para funcionar correctamente, pero la revolución avanza.

En el caso educativo el panorama no es mejor, aunque allí la cosa es más rara aun pues casi todos sus funcionarios son docentes que si bien no todos ejercen , cuando menos alguna vez lo hicieron o tienen hijos y saben cómo debería funcionar el asunto, pero por el asunto político prefieren hacerse los locos y hacer felices a muchos con ignorancia al mayor que poner el grito en el cielo para exigir una educación diversa y exigente que produzca generaciones valiosas para todos los campos del saber humano, no esta suerte de lotería que depende más del interés de los padres que del interés de las instituciones.

Quizás la apuesta sea para que los padres hagan su parte, pero sabemos que la economía no da para que una madre o un padre estén dispuestos a vivir de cabeza en los colegios tal y como pretenden desde el ministerio, la sinverguenzura de muchos padres llega hasta el extremo de “exigir” que su representado sea promovido al grado superior así no sepa leer muy bien, por eso el sistema educativo no sirve de mucho. Si hablamos de los maestros y profesores, ellos no pueden más, hablamos de gente mal pagada que ya ni beneficios tienen pues lo usual es que algo tan básico como el seguro privado siempre esté suspendido por falta de pago, no existan políticas habitacionales ni incentivos académicos para el avance profesional y personal de un empleado que debería ser tratado con más consideraciones pues es el soporte básico de todo el sistema educativo del país, sin embargo un obrero sin el bachillerato aprobado gana más que un licenciado en educación con carga horaria completa.

Vamos directamente a ser un emulo de las naciones africanas, esas donde aún viven en el siglo XVII, en algún momento se abrirán las iglesias chavistas del siglo XXI, se inventarán alguna jerarquía eclesiástica y yo dejaré de escribir por acá, bien sea por que se dañó mi computadora y no pude comprar otra, me pusieron preso, escapé por los caminos verdes o alguna bala se tropezó con mi cuerpo y me volví parte de alguna estadística, dramas aparte si no superamos esta pendejada de ver todo de manera política, nos ponemos serios en esto de acomodar el país y castigamos a tirios y a troyanos con la debida contundencia, estamos condenando a nuestros hijos a malvivir en esta tierra o peor, a vivir en tierra ajena, siendo siempre extranjeros sin gozar los beneficios de ser venezolano, aunque no sirva efectivamente de mucho, es algo que tenemos que mantener pues de eso otro se alimentan los jerarcas y los politicuchos, por nuestra indiferencia han logrado estar donde están.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


martes, septiembre 23, 2014

La Guerra del fin del mundo

Tengo días fuera del aire, una de las razones es que me comí el plan de navegación de Movistar, esos 6Gigas no alcanzan ya para nada, lo otro es que me atrapó el fulano virus del Chicunguya y me ha tenido por dos semanas postrado en cama, hoy ,me animé y estoy en un Ciber para no perder la costumbre.

Resulta que vivimos en guerra, pero nadie (desde el gobierno claro) habla de esa otra que cobra cientos de muertos cada semana, la de bala, metralla, atraco, asaltos y demás sutilezas del hampa común que usualmente está apoyada por la organizada, de esa no se dice ni una palabra. Sin embargo gritan voz en cuello una ilógica guerra económica donde todos los bandos convergen en Miraflores, cuyas políticas son de un tono cantinflerico que se le ven las costuras desde lejos, pero que antes que los sigan acusando y como dando aliento a los imbéciles de siempre, gritan que es una guerra económica que el imperio les tiene.

Ayer vì un titular al vuelo, hablan sobre una tal guerra bacteriológica, tengo dos días preguntándome si en serio hay quienes se creen tal patraña, ¿es que nadie va a los hospitales y ambulatorios públicos? Ahí no hay ni acetaminofen tan siquiera, el domingo estuve en el “Ambulatorio del Norte” otrora un centro modelo y no hay suero tan siquiera, los médicos trabajan casi por obligación y atienden al paciente con la cara de “ese no es mi peo” , tiene más de desencanto e impotencia que otra cosa, ahí uno dice, bueno, el centro es pequeñito pero mientras estaba allá llegó una mujer con uniforme de funcionaria de la red de ambulancias estatales y el médico le dijo que lo único que podía hacer por el niño que la funcionaria traía era dejarla usar las duchas para bajarle la fiebre pues no había nada más que ellos pidiesen hacer.

Creo que el reclamo no sería tan destemplado si algún funcionario aceptase sus culpas, pero nadie dice nada, todos asienten como autómatas y le echan la culpa a otros de sus desatinos, el país se está haciendo nada mientras los jerarcas gritan que hay una “GUERRA” , no me jodan señores.

Una cosa que podría probar la veracidad de lo que digo es que el presidente del colegio médico local denunció lo que sucede y zas, lo mandaron a meter preso, claro, es una voz autorizada y a ellos no les interesa que se sepa que su gestión es una porquería, bueno, todos lo saben pero una cosa es que un ciudadano común y silvestre como yo diga algo sobre la salud y otra cosa muy diferente es que alguien bien documentado como el Doctor Angel Sarmiento los deje en evidencia.

Ahora pregunto yo a los otros ciudadanos, esos que no levantan su voz, que jamás dicen esta boca es mía, los que a pesar de las pruebas de que nada sirve, siguen usando su franelita roja hasta para hacer su colita por el pollito, ¿ustedes de verdad se creen esa patraña de las guerras? ¿Creen en serio que Obama está detrás de todo? ¿Están seguros que el imperio está interesado en este paìsito? .


La verdad ya ni sé que pensar, la desesperanza cunde por doquier, a nadie parece ya importarle nada y el sueño de las mayorías es el de el exilio para no volver nunca más, ni de vacaciones, la guerra bacteriológica es tan cierta como la pronta recuperación del galáctico, la económica va del mismo estilo , mientras unos nos acojonamos solos, otros se pelean las migajas de las próximas elecciones, los menos agarran su avión  y la calle sigue su fiesta de balas ,pero la culpa es de otros jamás de los responsables, ellos solo son culpables de ser disminuidos mentales y a los que tienen ese tipo de problemas no se les debe acusar de nada, es que así los obliga a a ser los de la oposición, aunque tengo casi la certeza de que ellos realmente son víctimas de un arma bacteriológica que transmuta la materia gris en materia fecal.
Josè Ramòn Briceño, 2014
@jbdiwancomeback

domingo, septiembre 14, 2014

Venezuela, moridero de pobres


Este domingo amanecí de carrera, mi hija de nueve años me levantó llorando y diciendo que le duele todo el cuerpo, la toqué y casi que quema de tanta fiebre. En tiempos normales no pasaría la gran cosa, ni me preocuparía mucho, total ella es lo suficientemente sana como para que pudiera darse el lujo de una gripecita de vez en cuando, sin embargo debo admitir que estoy en pánico total. Los rumores vuelan, el miedo también pues tras los rumores hay verdades que causan espanto.

Siempre digo que Venezuela se ha transformado en un moridero de pobres, y así parece ser, dicen las redes y algunos médicos que hay una epidemia, cuentan que es un cuadro febril que termina en hemorragia masiva y de ahí al foso no hay mucha distancia. Como a mí me gusta hablar con cierta certeza y tengo amigos médicos a los que les tengo toda confianza, levanté mi teléfono y les pregunté, ambos coinciden en que el problema de las bacterias extrañas tiene rato, uno me confesó haber perdió dos pacientes en proceso post operatorio que murieron a causa de la contaminación de las áreas hospitalarias y que el no tuvo más que ver como se le morían los pacientes pues no existen los antibióticos en este país para atacar tal virus.

Otra coincidencia entre lo que aseguran está en que la gente si se está muriendo por un cuadro febril agudo, puede ser un brote de Dengue Hemorrágico o el virus Guanarito pero a ciencia cierta nadie sabe pues NO HAY reactivos en los laboratorios y donde se hacen aun esos exámenes (en Caracas) tardan tanto en llegar los resultados que cuando por fin saben de qué se trata la enfermedad no hay posibilidad de salvación pues el paciente ya murió. En cualquier caso es un asunto de lenidad gubernamental, su idiotez supina los hace cometer torpezas como esas que al final pagamos todos, ya no importa si tiene o no dinero, el asunto es que si no hay lo que necesitas para sobrevivir te mueres como un pendejo, solo porque unos funcionarios decidieron que eso no era importante y cando les dio la realidad en la nariz ya es tarde para hacer acomodos, así que ante la avalancha de protestas prefieren negarlo todo.

Entonces ya no es solo que si sales te matan, es que si no lo haces también te puedes morir por la picada de un inocente zancudo, no hay ninguna medicación en el mercado para combatir cualquier dolencia de ese tipo, si vas a un hospital puede ser peor la cosa, allá es común que no existan insumos, pero por su condición te puedes contaminar con cualquier bacteria exótica, una enfermedad aún más rara.

Al parecer hemos retrocedido al siglo XIX donde era más sano quedarse en casa que ir a un hospital pues todo apuntaba que de allí no salías vivo. La verdad señores hoy estoy algo más sensible, mientras escribo esto mi hija se ha levantado de la cama para reclamar su derecho a usar mi computadora, le ha bajado la fiebre, aunque tuve que bañarla con agua fría y dejarla vomitar, se siente mejor, tanto como para levantarse cojeando pues le duelen las articulaciones, respiro más tranquilo por eso y agradezco la suerte que tengo pero estoy conciente que seguramente habrán otros tantos padres, hermanos, esposas, esposos, nietos y hasta cuñados que no tienen esta suerte, mientras las pantallas gritan que es una mentira las calles dicen lo contrario.

Ojalá se contagien algunos hijos de esos funcionarios mezquinos que nos han llevado a esta situación, aunque no me agrade eso de alegrarme del mal ajeno de seguro me alegraré y haré publico mi contento, no es justo que eso que ellos laman “PUEBLO” se muera mientras ellos que se erigen sus defensores dejan que se mueran solo por ser los seres imbéciles que son, disculpen si mi artículo de hoy supura rabia pero ante tanta iniquidad e impotencia no queda más que el odio y la resistencia.
José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback




sábado, septiembre 13, 2014

A propósito de la lucha de clases


Decir que el país está hecho un desastre es un lugar común, las razones, sabemos todos que a pesar de lo que podamos alegar, en principio el asunto es meramente económico, no tiene otro análisis que haga un real retrato de la situación desesperada que vivimos más que ese de la economía. Los socialistas hablan mal del capitalismo, tienen todo un discurso que está elaborado sobre otro muerto ya hace años, más que demostrada su ineficacia pero en el país tiene asidero pues el odio y la envidia, inoculados con metódica regularidad han terminado por hacer trizas lo que otros más inteligentes tardaron 40 años en instaurar.

Los opositores peleándose por migajas y los jefes de las distintas empresas odian a los empleados de más bajo rango pues estos, siendo influidos en primer lugar por los socialistas que les han hecho creer que el mundo les debe algo, en segundo lugar están amparados en leyes que pervierten el normal desenvolvimiento de una empresa, abusan de la permisividad con actos que no corresponden a sus labores o simplemente no haciendo nada, lo que termina siendo una lucha sorda de clases entre trabajadores y empleadores.

Me sorprendo cada vez que oigo a un “empresario” hablando mal de sus empleados y envidiando otras economías donde despedir a un empleado es un asunto rutinario, si lo dijese de otra manera quizás no me incomodaría tanto pero el odio que supuran sus palabras me asusta. Mientras vivía en México vi como despedían a empleadas solo porque suponían que estaban embarazadas, todo por huirle a sufragar los costos del parto, tal y como las leyes locales exigían, me parecía un acto ruin, así un largo etcétera de abusos que cometían los pequeños comerciantes que conocí mientras estaba allá, por supuesto nunca expresé nada pues estaba de visita y no sabía por dónde va el asunto en profundidad.

La otra cara de la moneda no es más grata, los obreros usualmente hacen todo lo posible por incordiar al jefe, odian cuando uno de sus iguales asciende, pero se niegan a estudiar lo que sea que les reporte más ingresos o ascensos en la estructura de la empresa donde laboren pues suponen que trabajo es lo que ellos hacen, eso de estar todo el día supervisando, llenando papeles, haciendo proyectos, vigilando la producción y pensando es realmente una excusa de vagos, si no sudas no hay trabajo real. La excusa para no hacer nada por superarse está amparada bajo el axioma de que “terminan muy cansados al final de la jornada” estudiar no tiene sentido pues “Loro viejo no aprende a hablar”, eso es flojera justificada, se de muchos (incluyéndome) que estudiaron y trabajaron al mismo tiempo para levantar una familia y avanzar en esto de la economía personal, además claro de intentar dejar algo para las futuras generaciones. Eso de quejarse pero no hacer nada es una cosa terrible pues terminaremos viviendo del gallinero vertical, el cultivo organoponico, el criadero de cerdos en el balcón y el jineterismo institucionalizado como otra nación por la que estos socialistas suspiran.

Vale, en Venezuela al parecer hay una relación inversamente proporcional entre el dinero y la cultura, existen excepciones a la regla, pero por lo general uno ve en las calles gente en unas camionetotas cuyo valor es el equivalente a unos mil sueldos de profesor, donde el volumen de sus equipos de sonido molesta el sueño del vecino de tres cuadras atrás, los ves en los aviones aplaudiendo el aterrizaje en el aeropuerto, hacen colas para comprar celulares que cuestan quince sueldos mínimos solo para estar a la moda y al final esa exhibición de bienes no es más que una demostración de pobreza mental, quien realmente tiene dinero compra el aparatejo ese en el imperio que cuesta la tercera parte en dólares, ni de vaina hace esos escándalos pues los convierten en víctimas fijas de un secuestro. Las galerías de arte languidecen, las librerías casi que desaparecen de las grandes ciudades (en las pequeñas no pasan de ser quincallerías) y sus lecturas por lo general dejan mucho que desear, algunos hasta dicen viajar solo para “raspar el cupo” ni salen de los hoteles a ver la vida de las ciudades que visitan, haciendo de sus viajes solo anécdotas para creerse la gran cosa pero hacen lo mismo que cualquier motorizado en la guaira un domingo cualquiera.

Los que pueden menos, toman por asalto las licorerías del barrio, se instalan a gastarse la mitad del sueldo semanal en cerveza mientras la señora y los hijos venden para sobrevivir comida del mercado negro, hacen fiestas pantagruélicas sin respetar a los vecinos, protegen malvivientes solo por un asunto de afinidad de clases, no estudian, cuando lo hacen reclaman por que el profesor les exige “demasiado” se beben hasta el agua de los floreros, roban en sus empleos, no van los lunes a trabajar por la resaca pero el jefe les tiene “el ojo puesto”, prefieren la colita para comprar en vez de trabajar en función del ascenso social y económico, hacen de la miseria un asunto de orgullo y de la riqueza algo detestable solo porque la ven tan lejos que nunca la podrían alcanzar, para ellos solo hay “sifrinitos hijos de papá” y para los otros solo son “monos malandros”, al parecer son irreconciliables.

En medio estamos los que pensamos, muchos se han ido del país, otros del mundo como víctimas del hampa. Debo hacer patente mi angustia, la verdad no me quiero ir del país, me fui y volví, acá están mis amores, mi familia y mis muertos, pero igual tengo mi pasaporte al día, presto para la huida por tierra, tengo dos brazos, dos piernas, mis ojos y mi cerebro que de seguro me sirven para ganarme la vida en cualquier parte, pero me niego a hacerlo pues tengo la esperanza de que mi hija crezca feliz y con oportunidades en la tierra que la vio nacer.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


viernes, septiembre 12, 2014

El enemigo


Uno de los asuntos más ridículos de la cosa política es ese de que todos en realidad son enemigos, a pesar de los grupos que naturalmente surgen en el seno de las distintas organizaciones, bien sea por afinidad ideológica, amistosa, de compadrazgo o de lazos consanguíneos, siempre habrá otro grupo o individualidad que será considerada como enemiga. No importa de cual sea el extremo del espectro político del que estemos hablando, siempre eso del enemigo es una constante.

Creo que tenemos que clarificarnos como grupo opositor si queremos alguna vez mejorar el país desde nuestra filosofía del progreso, no es posible que la oposición sea un saco de gatos donde todos se quieren y se odian en la misma proporción, la mayoría de las veces es un asunto de ego pues quienes se pelean no tienen ni siquiera real base política para creerse la gran cosa, todos son simplemente uno más cuyo aforo es superior al de quienes ni se interesan en hacer vida política, pero tampoco es que llenan un estadio con seguidores, si acaso un par de centenas los siguen por Facebook, unos cuantos más en las otras redes sociales y ya se creen émulos de quien sabe quién carrizo.

Si por casualidad los cofrades de la misma ideología no los siguen o apoyan terminan saltando la talanquera, se pasan al oficialismo sin que se les mueva un pelo, de paso tienen el descaro de ocupar centimetraje de prensa “denunciando” lo que hasta hacía apenas unas semanas eran sus banderas de lucha, no sé.

¿Quiénes son nuestros enemigos reales?, en primer lugar el ego desmedido de unos cuantos, los he visto, he hablado con ellos, me he burlado y en algún momento, ya harto de sus pajuatadas, los he insultado, sé que no es el deber ser hacer ese tipo de cosas, sin embargo el intelecto a veces obliga liberar presión con un par de insultos bien colocados así termine siendo un enemigo más, ya ni importa realmente, no tiene sentido andar por la vida sin fijar posición y creo que se hace necesario un poco de honestidad en eso de la política, Versalles queda muy lejos como para pretender imitarlo. Los enemigos somos muchas veces nosotros mismos.

Claro aplican como enemigos, el ejército, la policía, el gobierno, los malandros, los colectivos, el hampa, la economía y pare usted de contar sobre las cosas que atentan contra nuestra calma mental y nuestras vidas, las balas no saben de ideologías. Los enemigos a acabar en estos tiempos deben ser la ignorancia, la apatía, ese gusto de muchos por no ser ciudadanos, el ego desmedido y la blandengeria política.

En esto último quiero hacer hincapié, eso de aceptar que los “dirigentes” opositores reciben coimas del gobierno para quebrantar la oposición, todos saben quiénes son pero igualmente les permiten espacios en las organizaciones opositoras, esa cosa espantosa de recibir con los brazos abiertos a ex militantes de relevancia en el partido de gobierno me parece sospechosa, discúlpenme, quizás peco de exagerado pero no puedo creer que un dirigente del Psuv salte a la oposición por que una mañana vio la luz para descubrir milagrosamente que el tal partido no hace nada por la humanidad ni es salvador de la galaxia y sus alrededores, ese salto responde (según mi opinión) a dos cosas, la primera, no le dan espacios para su ascenso político, la otra, recibió órdenes superiores para perforar la oposición y ser un buen informante para sus jefes.

Mientras no seamos un solo bloque, hagamos formación ideológica, respetemos a nuestros iguales, tengamos un poco de humildad para reconocer que no somos la gran vaina, quienes pueden hagan aportes reales por el avance de la población, para eso son diputados a la asamblea nacional, alcaldes o gobernadores carajo y manejan un presupuesto que bien pueden apuntalar más las ideas y menos a las personalidades que de paso algunos son nulidades absolutas cuya presencia da más grima que gusto. Mientras no ofrezcan soluciones reales, por ejemplo en vez de regalar tanques de agua ofrezcan de manera publica un plan dirigido a resolver el problema del agua, facilítenselo a los vecinos y que ellos se ocupen de reclamar a las autoridades sobre el asunto, claro con alguna orientación por parte de los equipos de prensa de quienes ofrezcan esas mismas ayudas, no puede ser que sus egos los descentren tanto que a pesar de las protestas y los problemas se pongan como cachorros cuando se aproximan las elecciones a cualquier cosa, es deprimente como en vez de amarrar la cara ante la problemática muchos simplemente mueven la cola y hasta ladran de contento ante la proximidad de n proceso eleccionario.

Ojalá me lean algunos de esos señores de la oposición, sé que muchos lo hacen, sin embargo a pesar de que estoy claro que caeré en la lista negra de muchos, mi esperanza es que se avergüencen de su actuar y se replanteen muchas cosas, no estamos en tiempos de divos, estamos en tiempos de trabajo duro, con miedos sí, pero de no repensar con seriedad corremos el riesgo de terminar regalando el país para que lo terminen de destrozar mientras nosotros seguimos llorando nuestras miserias y los miserables se llevan nuestro futuro.
 José Ramón Briceño, 2014
@jbdiwancomeback





martes, septiembre 09, 2014

Las máximas de mi abuela


Mi abuela tenía razón en muchas cosas, en otras tantas no, sin embargo había dos cosas que ella repetía casi que como sentencias infalibles, la primera “todo malo es cobarde” y la segunda “cada ladrón juzga por su condición”. Dando vueltas y conversando con gente que por su trabajo está en constante contacto con algunas realidades ajenas, no me puedo sacar de la cabeza aquellas dos sentencias de mi difunta abuela Josefina.

Vayamos con la primera, después que el jovencito Saleh fue deportado y posteriormente secuestrado en el vecino país, cuando ningún funcionario ha emitido declaraciones al respecto y al parecer aún está incomunicado, da que pensar y ese pensamiento va en función de la cobardía de unos cuantos poderosos a quien no les gusta que denuncien sus burradas, que de paso son públicas y notorias, no es que son vicios secretos como ese de las famosas “jolibudenses” que salen en cueros porque un ocioso hacker les desfalcó las memorias de sus celulares, esas cosas son muy privadas, aunque debo admitir que me alegraron la vista y estimularon mí ya desbocada imaginación, en fin, el asunto es que los jerarcas andan muy pudorosos como dueña de burdel, todos saben de que vive pero le incomoda profundamente que se lo recuerden, así un largo etcetera, tanto es el problema que vivimos en una eterna censura, todos los periódicos andan chorreados pues si se salen de la línea editorial pro estatal les suspenden los dólares y se quedan sin papel, cuando no es alguna televisora a la que se le quita la concesión o una emisora de radio, sobre todo las FM pues son las de mayor audiencia, así que mi abuelita tenía razón, todo malo es cobarde y estos como son la encarnación misma del mal, les espanta sobre manera que se comente o recrimine, para eso son unos linces “interpretando” leyes e inventándose otras para que no quede ni un resquicio de opinión libre.

Alguno dirá que en tuiter se dicen muchas barbaridades, yo les responderé que allí la censura se mueve con otros recursos y de paso el internet es un recurso invaluable para el escrutinio de la vida privada de muchos, por tanto si lo cierran se pierden una ayuda inmensa para espiar los movimientos de todos los venezolanos y si por casualidad se tropiezan con una cuenta incomoda, sus redes de tuiteros pagados se unen denunciándote hasta que el sistema te cierra la cuenta, ya me ha pasado unas cuantas veces.

Lo otro, eso de que cada ladrón juzga por su condición, la podemos entrever , sin buscar mucho, por ejemplo, el presidente dijo hace unos días que una familia de diez personas puede tranquilamente vivir con un sueldo de 10 mil bolívares, se nota clarito que el hombre o su mujer tienen años sin saber lo que cuesta un modesto mercado, para una sola persona medio comer se gasta poco más de tres mil bolívares mensuales, entre lo que encuentra y lo que  pueda comprar pues el presupuesto es complicadísimo extenderlo más, pero todavía ese individuo no ha pagado alquiler, pasajes, servicios, manutención ni del gato y afortunadamente no le tocó pagar ninguna emergencia de esas atorrantes que nos asaltan de vez en cuando.

El otro ministro, aquel del desaparecido “Cheverito” pues supone que hacer turismo en este país es buenísimo, se nota que el amigo tiene destinos exclusivos, salidas con una corte de guardaespaldas y una caravana de gente que los protege, ellos jamás serán asaltados en plena carretera, tampoco tendrán temor cuando una alcabala de cualquier cuerpo de seguridad te detiene en la carretera pues sabes que puede ser alguno disfrazado o que los pobres agentes les toca hacer mercado y como el sueldo no les alcanza les toca recolectar caros en la calle o hacer algún secuestro para redondearse, como sucede a diario en este país, uno nunca sabe. Eso sin hablar de los precios, por ejemplo una posada en Ocumare de la costa te cuesta alrededor de mil trescientos por persona la noche, eso sin incluir otros gastos, total la gracia te sale en no menos de ocho mil, que suponen unos 160 dólares al cambio oficial, por pasar un sábado y parte del domingo, sin licores exóticos ni langosta para la cena, mientras que al otro lado de la realidad, en otros país como México, una semana todo incluido en hotel cuatro estrellas, con piscina , bebidas, comidas y hasta paseos te cuesta 300 dólares por persona cinco días y cuatro noches, y es CANCUN en la Riviera Maya, por lo menos allá no se va la electricidad tres veces al día ni te van a asaltar a la orilla del mar para quitarte el celular que de paso te costó seis meses de sueldo para reunir la primera cuota del crédito con la tarjeta.

Creo que con esos dos ejemplos se ilustra la idea de la sabiduría de mi abuela, aunque por ahí existe mucho acéfalo que aun pasando tanto trabajo como los demás, al parecer les encanta que los traten mal y tener que padecer ese estado de pobreza es su aspiración máxima.
José Ramón Briceño 2014

@jbdiwancomeback

lunes, septiembre 08, 2014

Articulo atípico


Siempre me ha disgustado quejarme , pero en estos últimos tres años es muy complicado no hacerlo, es verdad que nada parece funcionar, no hay sitio adonde esté que no escuche alguna cosa terrorífica, las calles hablan solas no hace falta volver la mirada a los periódicos ni a los noticieros para saber que realmente algo apesta en Venezuela y que al parecer a nadie le importa, mucho menos a los que teóricamente debería importarles más pues hacen lo posible por poner al país más en desgracia que otra cosa, lo peor es que esa tarea la sacan con sobresalientes méritos siempre.

Mientras me decidía por cual tema abordar hoy para escribir en el blog, he decidido hacer un acto extraño, intentaré escribir sobre las cosas buenas que me han pasado para ver si con la buena vibra atrae algo bueno, como dicen los santones, tarotistas y astrólogos que al parecer son los empresarios más exitosos en este país de locos.

La verdad en cosas materiales no tengo mucho, jamás he tenido vehículo desde que un hampón se robó mi bicicleta del patio de una casa donde viví, además toca confesar que no me agrada en lo absoluto manejar aunque se hacerlo y cuando exista una emergencia pues lo haré, mientras soy bastante feliz sin las angustias promedio de la gente que tiene un carro pero su sueldo no le alcanza para mantenerlo como debe ser. En contraste he descubierto que tengo amigos brillantes, gente con la que reunirse es un placer, que tiene conversas interesantes y que anda más pendiente de trabajar y progresar que de otra cosa menos productiva (o más según el cristal con que se mire). Tengo miles de lectores en todo el mundo, aun me sorprendo cuando estoy en una reunión y alguien que no conozco me da la mano para felicitarme por el blog, desde las redes me llegan aún más comentarios halagadores por algo que a decir verdad no me da más provecho y que comenzó más por abrirle una espita a mi depresión que por hacerme “famoso” sin embargo la tarea al parecer no se me da tan mal y he acumulado conocimientos sobre la escritura periodística que ni sabía que poseía, tanto así que muchos no me creen que no soy más que un profesor de castellano como muchos, cuya profesión fue el resultado de muchos años de ocio nocturno y dominical donde los libros fueron los principales instigadores para pasar horas en la cama sin atender a nada más, en algunos casos ni al sueño si la lectura era muy buena, eso demuestra que hay vicios realmente productivos como este de la lectura.
Tengo un empleo cuyo único mal asunto es el sueldo, la verdad ya casi nadie habla maravillas de su empleo, trabajan por obligación como el médico que está obstinado de ir a no hacer nada al hospital pero se niega a renunciar para dedicarse a la práctica privada pues siente que falta a su deber como especialista, el otro amigo fotógrafo que ha renunciado a su empleo pues gana más alquilando inflables a los niños o vendiendo jugos en la esquina de su casa, el otro artista plástico con varios galardones nacionales que ante la inviabilidad de las ventea se decidió por montar una tienda junto a su esposa para vender adornitos y vinilos decorativos, así un bastante largo etcétera de gente que odia lo que hace para vivir, yo soy tan afortunado que hasta me gusta mi empleo, el detalle del sueldo pues se resuelve con cosas adicionales que uno se inventa en el camino, el dinero la verdad no da felicidad pero si da calma que ya bastante ayuda.

Tengo una hermosísima hija que ya va para diez años y quien se ha vuelto una niña bastante inteligente, despierta y curiosa, cosa que desespera a las maestras y a la gente de corto entendimiento, me he trazado la labor de tenerla cerca mientras crece para ayudarla a pasar el mal trago de la incomprensión de los adultos promedio que son tantos que hasta la torpeza intelectual es considerado como algo normal. No es fácil pero tampoco imposible, creo que si uno tiene un hijo la obligación es velar por todo lo que le suceda, así nos curamos en salud cuando crezca, evitando que termine como un bobo más de Smartphone y regeton de esos cuya única lectura fue la gaceta hípica o la revista Cosmopolitan.

He tenido conversaciones con mucha gente sobre diversos temas pero ese de las parejas me espanta cada día más, hay tantos tan infelices con sus parejas, historias muchas como para llenar un libro, gente aprisionada en relaciones que más amargan que otra cosa solo para no sentirse solos que me parecen en su mayoría casos clínicos de demencia por aquello de someterse a la tortura diaria solo para “mantener la relación”, en mi caso soy tan afortunado que tengo una bella mujer que no me estresa con sus cosas, que comparte una copa de vez en cuando conmigo, no me molesta por que fumo o tomo café, que me deja ser y de paso no me estresa con las cosas que a otros si.

En resumen, a pesar de las arbitrariedades de vivir por acá y mi escasísimo bolsillo, tengo cosas invaluables que muy pocos afortunados tienen, desde lectores formidables, amigos (virtuales y reales) que merecen absolutamente todo mi respeto y admiración, una hija hermosa, un padre que obstina de tan atento y preocupado que es,  unos lectores fieles que se toman el tiempo de leer mi visión de país , unos contactos excepcionales en redes como LinkedIn con cargos que dan hasta vértigo y cuando gente así voltea la mirada para que un mortal como yo los tenga entre sus contactos toca agradecer, una hija excepcional y una mujer cuyos méritos propios pasan muy por encima de los míos y para cerrar un empleo que me pone contento pues dar clases en una escuela de artes te libera del yugo de las escuelas de Comunicación social o de cualquier otro programa universitario, tengo la certeza de que el empleo es como las mujeres, en lo que te da flojera ir a trabajar toca cambiarlo igual con las parejas, cuando ya no quieres salir con ellas es el momento de pensar seriamente en criar gatos, no dan besitos pero tampoco te estresan y son de bajo mantenimiento.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback
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