viernes, octubre 21, 2022

El misterio de Satoshi Nakamoto

 Hace unos días andaba vagueando por twitter , leyendo lo que hacen otros y viendo cuanta noticia curiosa me tropezaba cuando sin cuento ni preparación leo que unos fulanos en alguna parte de Europa han “descubierto” cómo funcionan unas cosas llamadas “cristales de espacio/tiempo” , como en internet hay tanta gente inventando embustes para captar likes y visitas, antes de abrir el articulo me fui hasta Google y busqué el termino, resulta que la cosa es cierta , tanto así que hasta fotografías hay de los fulanos cristales, una cosa de tamaño atómico que está dentro de los la estructura cuántica de los átomos, desde ese precisa instante entré en fase conspiranoica, si ya descubrieron cómo funcionan los fulanos cristales en algún momento de los próximos años alguien inventará la máquina del tiempo, en ese preciso momento el tiempo dejara de ser relevante y TODAS las ficciones  sobre el tema empiezan a cobrar sentido más allá de la farsa natural de quienes inventan historias, no hay que decir que el asunto da miedo. 


 

Sin embargo me ha dado en pensar que quizás sea la explicación para muchas cosas, una de ellas es el fenómeno de los criptoactivos, específicamente del Bitcoin, ese invento del valor convertido en bites, intercambiable sin que los bancos tengan que ver y de libre uso, por supuesto es un valor tan complicado que van 20 años y aún no ha logrado la estabilidad a pesar de tantos detractores, como cosa más extraña el supuesto creador, el señor Satoshi Nakamura no aparece ni siquiera para dar una entrevista a los medios especializados, cosa rara sobre todo en estos tiempos donde una buena campaña de medios es la garantía de una venta exitosa y por tanto algo complicado de evadir, ni así el hombre aparece, de hecho, según los registros tiene un millón de Bitcoin reservados para si mismo, que en el mejor de los casos representa hoy 19 billones de dólares, como para tener una isla en el pacifico y nunca más volver a hacer nada, solo pedir por Amazon y disfrutar la autonomía de ser tan invisible como tu isla te lo procure.

La verdadera (posible)  historia

Como el tiempo ha dejado de ser una variable para quienes poseen una máquina que le permita viajar, también es factible que para el momento en el que se pueda viajar utilizando la física cuántica también puedan inventar una suerte de piedra filosofal que previa emisión de algún tipo de frecuencia puedan alterar la estructura atómica de los metales, matando en el proceso toda la gran estructura de los valores para pasar a comerciar con otras cosas, lo que propone el uso de las criptomonedas como algo bastante factible, imaginemos además que para ese instante ya existan colonias humanas regadas por todo el sistema solar, ya no especulemos sobre la tierra que para esa época debe ser un planeta muerto si no toxico gracias a la costumbre humana de funcionar como los hongos súper evolucionados que somos.

Satoshi Nakamoto seguramente es un colono de Marte o la Luna desde donde, como ejercicio universitario modeló el Bitcoin en su estado puro, agregando en el camino los algoritmos necesarios para su correcto funcionamiento y un día cualquiera se trasladó en el tiempo para crear la moneda perfecta, recordemos que tiempo/espacio es algo irrelevante, sabiendo de antemano que el oro, la plata  el platino y vaya usted a saber cuántos metales preciosos existen o se crean para su tiempo ya no tienen el valor estratosférico que desde hace siglos poseen hace factible pensar que se trajese un par de kilos que vendidos de a poco en cualquier agencia de empeño pueden sostener sin problemas la vida de una persona en el siglo XXI , con el añadido de solamente trabajar con efectivo lo que hace más factible su invisibilidad, digamos además que sabe de antemano cómo evolucionará  el internet, para un ser con esas posibilidades viajar hasta este tiempo no es nada del otro jueves, programar un algoritmo a  prueba de máquinas fabulosas tampoco es un problema, quizás el único drama para el muchacho fue hacer el malabarismo informático necesario para empalmar su programación del futuro con las muy limitadas máquinas de 2008.


 

La pregunta es por cual razón viajó hasta esta época para presentar un artículo que ya existía en la suya, la respuesta es simple, hizo mejoras y madrugó al inventor original, una vez hecha toda la tarea montó en su máquina del tiempo y despareció hasta su época, todo sin que nadie se enterase pues el viaje a su tiempo solo le ocupó unos segundos entre la ida y la vuelta, en cambio vivió entre nosotros algo más de tres años mientras hacia todos los acomodos. Cincuenta años en el futuro el joven Satoshi Nakamoto pasa de ser un asalariado común para poseer una fortuna incuantificable para nosotros pero lo suficiente para ser un viajero interestelar sin más preocupación que encontrar el mejor alojamiento en donde quiera que esté, un millón de Bitcoins en cincuenta años debe valer fácil todo el oro del año 2022 más aun el de 2072.

Puede ser que esté especulando, pero seamos sinceros , si alguno de nosotros pudiese hacer eso con gusto lo haría, sobre todo sabiendo que puedes llevarte esos billones en un papelito que pasaría desapercibido, apenas un código QR que mientras vas montado entre los cristales espacio/tiempo van ganando valor mientras en esos 50 años los humanos se siguen matando por un dinero que a final de siglo ya no valdrá más que el recuerdo y los metales hoy cosas preciosas seguramente se podrán fabricar en aparatos un poco más gandes y costosos que un micro ondas de este tiempo, seguramente en este preciso momento pero cincuenta años más tarde, el joven Nakamoto se está bebiendo un vodka Tonic importado desde Rusia en la cualquier luna de Saturno mientras dos bailarinas exóticas pasean sus anatomías por su cara.

En realidad nadie sabe.

José Ramón Briceño

Caracas 21/10/2022