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lunes, septiembre 14, 2015

El “pueblo” unido que no ha sido vencido

La semana pasada dictaron sentencia a Leopoldo López, con unos cargos que si a ver vamos son absurdos, si la ley fuese igual para todos, esos mismos cargos endilgados al joven Lòpez podrían fácilmente serle imputados a todos los de la camarilla presidencial, los empleados y locutores de VTV, los de Tves, toda la caterva de haladores de oficio, màs de las dos terceras partes de los gobernadores, el 98% de los alcaldes gobierneros y hasta los voceros del partido de gobierno, total, allí todos llaman a la paz invocando la violencia como forma de “lucha”, un juego bobo de hacerse los adalides de la paz pero impulsando el rencor como influencia política.

Un ejemplo claro es esa campaña de discriminación que tiene muchos años en uso, es altamente funcional en un país donde el 98% de sus habitantes está pendiente de hacerse el vivo, de tener acceso a cosas sin ganárselas y de odiar a quien tiene más sin pensar en un instante si ese ser que ha sido más afortunada ha trabajado, estudiado, esforzado y hasta dejado de comer para tener, muchos años después lo que disfruta. El gobierno y los imbéciles que se dicen marxistas, leninistas, patriotas pero que al final solo pueden ser definidos como disfuncionales intelectuales cuyas carencias elementales de lógica no los dejan ver más allá de sus peroratas sin sentido, que obedecen a un guion predefinido, que los hace creerse gentes por el solo hecho de recitar de memoria los malos libros de peores pensadores, cuyo pensamiento ha sido superado por el peso de la realidad desde hace muchos años.

Esa política gubernamental ha matado no solo el aparato productivo, también la industria publica, así vemos bachilleres presidentes de empresas quebradas, en algunos casos gente sin bachillerato aprobado con cargos que distan años luz de sus capacidades, abogados presidentes de empresas eléctricas, TSU en publicidad directores de departamentos de la petrolera estatal, enfermeras directoras de hospitales, maestros de castellano jefes de policías, alcaldes analfabetos y hasta pasquines donde hablan mal del preso insigne pues ridiculizan su formación académica como si haber estudiado fuese un insulto al gentilicio y no hacerlo te acerca al “pueblo”.

Esos discursos han convertido el vocablo “pueblo” en una ofensa màs pues, se supone (según entiendo) que pueblo es todo aquel que los aúpe, los felicite y se haga el estúpido por las colas donde toca perder un día entero para comprar cosas tan básicas como un kilo de arroz o una afeitadora, si levantas la voz automáticamente caes en desgracia y dejas de ser “pueblo” como si la partida de nacimiento se anulase por el solo hecho de que no te agrade aplaudir la idiotez supina de los tantos defensores descerebrados del gobierno e idiotas comunistas asociados.

Hoy estoy escribiendo desde una computadora alquilada, con las incomodidades propias de redactar sin poder fumar ni tomar café, dos cosas que me estimulan el pensamiento y le dan vuelo a mi verbo, quizás mi prosa sea un poco más virulenta que de costumbre, pero al incordio de alquilar computadora se junta este otro de no poder reparar la propia pues es muy caro eso, comprar una nueva me costaría un año o dos sin comer ni hacer nada para que el sueldo alcance.

Mientras el mundo sigue girando, la gente haciendo colas, los estúpidos comunistas haciendo su evangelio de miserias con arrestos de sabiduría, los venezolanos seguimos impotentes, penitentes, molestos y neuróticos pues todo parece cambiar para mal sin que se vea futuro cercano, Leopoldo preso y los ciudadanos también, pero el “pueblo” está feliz pues por `primera vez siente que la flojera de no estudiar ni hacer nada màs que esperar los regalos pareciera ser parte de la política estatal, que asco.
Josè Ramòn Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




martes, septiembre 08, 2015

Refugiados, guerra y crisis en Venezuela

Estar en una guerra debe ser la cosa más espantosa que le puede pasar a cualquiera, sobre todo porque es la suma de todos los miedos posibles, desde ver morir a tus seres queridos, no encontrar medicinas, no tener empleo, no tener acceso a la comida ni a servicios básicos, vivir con miedo perenne y jamás conseguir la calma bajo ningún pretexto, perder tu casa, la escuela, los amigos, en fin, la vida. A pesar de sobrevivir creo que salir en una pieza de cualquier guerra es igual una forma de estar muerto, imagino que la depresión de verse vivo y no tener a nadie más ha de ser horroroso.

En Venezuela ya conocemos la mayoría de las sensaciones de una guerra, igual comer es un lujo, andar tranquilo en la calle también, las medicinas son un asunto de suerte así como la atención médica, quizás pudiéramos sentirnos en paz pues no hay bombardeos ni balaceras perennes, pero se de mucha gente que tiene entrenamiento de combate en sus barrios para evitar caer víctima de alguna balacera en los “territorios de paz”.

Eso del éxodo venezolano se parece mucho a una crisis de refugiados, la diferencia es que todavía existimos quienes tenemos arraigo y la situación la campeamos como bien podemos para evitar caer en la tentación de la balsa o la caminata, además los más pobres saben que no tienen oportunidad en otras tierras gracias a su absoluta falta de formación especializada, sin embargo estoy seguro que han de haber miles de albañiles, ebanistas, carpinteros, electricistas, fotógrafos, cocineros, mecánicos y hasta prostitutas emigrando como bien pueden y sobreviviendo en otras tierras, los otros, esos que se graduaron en las universidades y tienen títulos que los certifican como profesionales se van también en avión con la esperanza bajo el brazo, con la maleta llena de proyectos y el corazón flojito de tanta nostalgia que entra apenas se cruza el caminito del aeropuerto hasta el avión.

Antes de sentarme a escribir esto entré a un supermercado muy grande, solo hay muchas bebidas gaseosas y otras cosas que al parecer no se venden mucho, de cosas realmente importantes de comer no había la gran cosa, hasta la verdulería y frutería, usualmente plena de productos está casi sin nada, las neveras de jugos y lácteos están vacías y las de productos congelados es igual la cosa, total, parece el preludio de alguna película pos apocalíptica.

Pretendía escribir mi insulto cotidiano pero debo ser sincero, las ganas me fallan, ya estoy cansado de decir lo mismo y sentir que le grito a las paredes. Como si fuera poca mi desesperanza leo que el imbécil de Miraflores ha decidido traer 20 mil refugiados de la guerra Siria, pobre gente, los sacan de esa guerra para esta otra, tienen dos caminos o se amoldan a sus colas, descubren que comer acá es casi tan complicado como en su tierra y que las balas acá no son por ideologías si no por otras cosas menos complejas o más simples según se vea. Ojalá sea falso eso de que son combatientes para preservar al régimen, sería terrible comenzar a odiar a una gente que ni siquiera habla mi idioma.

Ahora quiero saber de dónde saldrá el dinero para alimentar a 20 mil personas, en que parte los alojaran, quien les dará empleo, quienes tendrán que perder su trabajo para darles espacio, como justificaran que mientras la mayoría del país se muere de hambre con unos sueldos groseramente insuficientes, a otros les van a “ayudar” mejor que a los nacionales. Son respuestas necesarias antes de tomar la determinación de tener un frente más a quienes despreciar o sentirme triste por su suerte, espero esas respuestas, sé que muchos pro gobierno me leen, quizás hasta exista inteligencia de ese lado, ojalá sepamos los venezolanos que no se nos va a tratar peor que las visitas como es la costumbre de los imbéciles comunistas quienes en pro de hacer propaganda para que los crean gente son capaces de cualquier cosa, el mundo ha cambiado, esa guerra anunciada al otro lado del mar lo hará cambiar más , ojalá nosotros también cambiemos para peor, ya estoy harto de cambiar para mal.

José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


lunes, septiembre 07, 2015

Resilencia cero

Hoy me he levantado renegando de todo y de casi todos, uno de esos días donde te das cuenta o cuando menos prefieres creer que el asunto económico es por no haberle hecho caso a tus padres en eso de la escogencia profesional y no de mala suerte por el momento histórico en que vivimos. Después de mucho darle vueltas al asunto, a pesar de no creer en eso de la mala suerte, no me ha quedado más remedio que asumir sin lugar a dudas que es parte de la mala suerte, esta suerte de miseria en la que vivimos muchos.

Salir a la calle para hablar con muchos es sinónimo de quejas y malas vibras, no conozco a nadie que ande feliz con la situación, ni los bachaqueros, esos que se lucran de manera grosera con la miseria de quienes se pueden permitir el lujo de pagar las sumas exorbitantes por productos que en otras latitudes son muy baratos por aquello de lo cotidiano, que si a ver vamos es el mejor negocio del mundo donde te ganas hasta el dos mil por ciento de la inversión de manera casi que inmediata, hasta esa gente se queja de que el dinero no les alcanza, mucho menos a quienes pretendemos vivir de lo aprendido en la universidad.

Mi queja principal va en función de que tu profesión debe darte para vivir de manera digna, los lujos toca buscarlos haciendo cosas extraordinarias o esforzándote el triple para alcanzarlos, eso sería lo más normal del mundo, no al revés como sucede acá donde para vivir más o menos holgado debes cuando menos hacer horas de taxi, ser bachaquero, vender drogas o ser político de alto vuelo, cuando menos manejar un presupuesto que puedas alterar sin problemas, de otra te toca morder el polvo y aguantarte. Puedo entender que la miseria no es solo venezolana, que en otras latitudes hay peores situaciones, sin embargo a decir verdad poco me importan, no quiero ser descarnado pero no pedo preocuparme por miserias ajenas mientras acá vivo algo similar, tengo la creencia que para ser buen samaritano hay que tener si no de sobra por lo menos algo más que los otros, eso de sentirme mal por los refugiados sirios mientras pienso que comer hasta que llegue la quincena me parece un absurdo. Vaya mi repulsa para el gremio docente de educación básica que acepta con pasividad la miseria con que los trata el estado, mientras los colegas de nivel universitario están incomodos por que el aumento básico apenas les llega a los diecinueve mil bolívares, a nosotros de básica, muchos hasta doctores cobran menos de diez mil mensual que equivale a la quinta parte de la canasta básica alimentaria, trabajar en el sector privado es peor la cosa pues la hora trabajada la calculan a fracción de sueldo básico en las universidades privadas y algo menos en la básica, una verdadera tragedia.

La semana entrante nos reincorporamos a nivel administrativo, según el ministro todos deben acatar el llamado a clases, teóricamente los alumnos también, aunque sea a motu proprio seguiré con mi política de no colaboración, me negaré a hacer nada que esté fuera de las funciones docentes, que no es más que dar mis clases, me niego absolutamente a colaborar para nada, tengo la creencia de que mucho de lo que nos sucede como gremio es por la misma pasividad con que se comportan los colegas, es triste ver como se desmoronan las escuelas mientras el gobernador tiene helicóptero y carros de lujo, igual los alcaldes y otros funcionarios de alto rango, mientras ellos exigen colaboración no hacen absolutamente nada por el avance en materia económica, ya ni seguro de vida tenemos los docentes para nuestras familias. Muchos colegas molestos, algunos realmente valiosos han renunciado para pasar al sector informal pues ganan más en un día vendiendo café que en un mes dictando clases, tener grados superiores no tiene sentido, mucho menos preocuparse por los alumnos, la vocación con hambre se transforma en molestia, con ella el abandono y por último el odio, el atraso de un país es directamente proporcional al nivel de vida de sus maestros.


José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback


domingo, septiembre 06, 2015

Reflexión dominical II


Mientras busco inspiración para escribir mi reflexión dominical, siento un ligero escozor de vergüenza pues me incomoda quejarme en público, da como vergüenza la cosa. Siempre recuerdo a mi abuela que le decía a todo el mundo que ella estaba bien, que la artritis no la dejaba en paz pero que las pastillas ayudaban, no le contaba a nadie que se tomaba cuando menos quince pastillas al día para los múltiples dolores y que había que interrogarla con saña para adivinar que necesitaba, sin embargo uno que por suerte no tiene artritis (aun) ni nada de lo que usualmente ataca a la gente mayor, se queja a diario de lo duro que es sobrevivir en Venezuela.

Es complicado dárselas de duro, quizás el único momento agradable (si es que puede decirse así) es cuando ves a esa gente que dio todo por acceder a altos cargos gubernamentales y que hoy día se ven casi en la miseria, amenazados por quedarse sin empleo y sin posibilidad de cristalizar sus planes que se quejan casi al borde del llanto, cuando menos a mí se me atraganta en la garganta un par de insultos junto a un “yo te lo dije pero nunca me paraste bolas”. A esos exchavistas los detesto, me provoca ciertamente gritarles en su cara la pendejada de su vida.

Muchos me dicen que ellos creyeron, que les decían cosas bonitas y se comieron completicos los múltiples cuentos de guerras económicas, dignidad latinoamericana, independencia, potencia, imperialismo y otras pendejadas que gritan voz en cuello los bobos izquierdosos. Eso no es excusa, la historia grita desde todos lados la falsedad de tales consignas, además están las pruebas más que fehacientes de la mentira absoluta y el mal fon de tales aseveraciones, no me vengan con cuentos de caminos, que si saber mucho del asunto, hace 20 años ya me daban piquiña los gobiernos militarizados, peor aún es cuando los civiles se meten a creerse gentuza armada, eso jamás termina bien.

Quizás lo más impresionante es ver a muchos que en algún momento hicieron negocios, llevaron votantes, eran miembros del partido, usaban su camisita roja, administraban mercales y hasta tenían en alta estima como amigotes a gente del al gobierno que le facilitaba los negocios, hoy son furibundos opositores, tengo la impresión de que la alegría de la revolución les tocó hasta que se quedaron sin su cambur, otros en cambio arrancaron de la nada hasta llegar a lo máximo que podían, tampoco pudieron lograr nada y comparten este destino miserable de todos los ciudadanos, estos últimos ni siquiera son opositores pues creen que todavía un golpe de suerte los puede colocar otra vez en la palestra.

Mientras me tomo mi café sin azúcar, agradeciendo que todavía tengo algo de café y pienso que le voy a dar de comer a mi hija que está conmigo el fin de semana, no hago más que pensar en tanto imbécil en el gobierno, en esos que lo mantuvieron allí, los que hablaban de integración, inclusión y humanización del estado mientras apoyaban la razia de los opositores de cualquier cargo público, que aplaudían las peroratas imposibles del difunto , que aun apoyan al imbécil y a los criminales que lo acompañan, buscando explicaciones lógicas para sus ilógicos discursos, ignorando olímpicamente esta realidad de balas , puñales, pranes, ladrones, narcos con las demás “sutilezas” de la revolución.

Sentirse el más desdichado no tiene sentido, cuando menos existimos 35 millones de desdichados en este país, el resto están muy felices como los cerdos en sus porquerizas, asumen que la peste a excremento es lo más normal del mundo, mientras que otros (como uno) saben que eso no es así. Alguna vez trabajé para el gobierno, un buen amigo me dio un cargo ornamental que terminó en depresión medicada y demás, donde pude apreciar, desde adentro la sarta de estúpidos que nutren el estado, adivinar en muchos casos cosas que hoy día son del dominio público, sin embargo muchas siempre son sospechas, una cosa es pretender que pueda suceder, otra muy distinta constatarlo. Hubo desfalcos, robos institucionalizados pero todos sin culpables, muchos de aquellos hoy viven en oros países pues alegan que su vida corre peligro.

Para cerrar, nunca creí en la fantasía militarista, así como no creo en la idiotez de la que se mienta extrema derecha pues son la misma vaina de los de la izquierda solo que con otra excusa, jamás me agradó el discurso del difunto ni las excusas de sus seguidores, de hecho siempre me he burlado muy frontalmente de la izquierda que pretende usar su discurso de aire para que quien les reclame se quede perdido, esa estratagema les resulta con mucho opositor pues tampoco entre estos la inteligencia es muy abundante. Sigo recordando a mi abuela con su negativa a quejarse, sin embargo también aplico mí ya mítica desobediencia para quejarme en voz alta y recordarle a los que alguna vez colaboraron con esta peste que también ellos son culpables de esta situación, aquí nadie puede sacudirse la culpa, la parte mala es que tanto descreídos como creyentes sufrimos el mismo incordio, la esperanza es que su purgatorio sea mayor que el mío.


José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback





sábado, septiembre 05, 2015

La (in)justicia Venezolana

Se suponía que ayer debían de dictar la sentencia de Leopoldo López, el que no exista aun tal dictamen es una prueba fehaciente de la poca seriedad de la administración de justicia en Venezuela, mucha gente se leía esperanzada, de mis conocidos habían muchos que sostenían la posibilidad de que lo liberasen pues saben que no existen pruebas concluyentes del tal delito que se le acusa. Por mi parte jamás tuve dudas de que no lo dejarían salir así de fácil, luego de tal campaña en contra del hombre, de tanto odio que supuran los voceros del gobierno, es difícil pensar que lo dejaran salir para continuar como una sombra política, así lo inhabiliten sigue siendo referencia obligatoria para cualquier candidato viable, por tanto es peligroso para sus fines.

La parte más interesante del asunto es que su tiempo de presidio es directamente proporcional al tamaño de su popularidad, por tanto los jefes de la tal involución andan con el miedo a dos aguas pues preso es tan potencialmente nocivo para sus mentiras como libre. Lo más sorprendente es que una de las excusas es la desaparición del joven Coello, en primer lugar, suspender un juicio por que otro reo se haya escapado, sin que este tenga realmente nada que ver con la causa investigada no tiene ningún sentido, hasta donde sé, el muchacho no era ni siquiera testigo de la fiscalía como para tener mucho que ver en la fulana suspensión.

Es interesante ver el contexto, si era un peso político ¿Cómo se escapó? ¿Quién lo dejó salir? ¿En qué momento huyó?, ¿los funcionarios que lo custodiaban?, más allá de cualquier  apreciación toca hacerle esas preguntas a las autoridades pertinentes, hasta donde sé , salir de una cárcel es una cosa complicada como para que cualquier hijo de vecino se escape así de fácil, quizás hubo hasta comandos israelíes que lo secuestraron un martes a media noche y se lo llevaron a bordo de un helicóptero artillado, a lo mejor Obama lo mandó a buscar con un portaaviones pero por la censura nada sabemos.

En cualquier caso la huida del joven no tiene nada de particular, si yo que no estoy preso quisiera salir corriendo y no parar hasta llegar a una frontera amable donde vivir no sea este sobresalto de calor y malandros, él que pasó por el infierno de una cárcel más rápido debe querer irse para no volver, su mamá por fin puede dormir tranquila y la vida del joven será un poco más larga que si se queda por acá, donde hasta comer es un dilema.

Creo que con esta payasada de juicio que le siguen a Leopoldo ya acaban de ale oda la razón a la oposición, dudo que ningún gobierno serio pueda ver con buenos ojos como los funcionarios de lo más competente que debe tener una sociedad, la ley, sean cómplices (obligados o por placer) de esta comparsa carnestolenda que tenemos por gobierno. Aprovecho para apuntar también a ese lote que se dice opositor pero que anda dando brincos por un curul sin poner mucha atención en eventos como ese, ni siquiera hacen presión por el largo rosario de dramas nacionales, entiendo que se deben cumplir las formas políticas, pero ese olvido selectivo de algunos sectores opositores también es una mancha en el avance de la política hacia donde debe ir.

Espero que a López lo liberen pronto, que el joven Coello sea libre pero que no  olvide de los que nos quedamos acá y que quienes aspiran dirigir el país recuerden la idiotez del populismo y hacia donde nos ha llevado, deben expulsar del ideario político toda esta basura que nos hicieron tragar, hacer votos para que la educación, la cultura, la economía, el estudio y la planificación efectiva sean el norte de nuestro futuro, claro, cuando López salga suelto, propongo que  construyamos una cárcel especial para tantos que con sus acciones han comprado sus habitaciones de por vida, casualmente todos militan en el Psuv o el fulano Polo patriótico que de patrióticos solo tienen el nombre, hoy día todo el que o sea opositor es cómplice, por tanto es co-culpable.


José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback


viernes, septiembre 04, 2015

A propósito del niño Sirio

Hay todo un escándalo por la foto del niño ahogado, no me mal interpreten, no es que no me importe, al final quienes somos padres solo podemos imaginar el dolor de perder un hijo, en las condiciones que sean. Volviendo al niñito ahogado, ciertamente me da mucho dolor verlo, sin embargo siento que la tal publicación así como su masificación es en efecto u ardid propagandístico, eso la verdad me incomoda más.

Desde que la fotografía existe han quedado testimonios de la salvajada humana, mientras veía la foto del niño en Facebook, recordaba las de la primera guerra mundial, las de la gran depresión norteamericana con las filas de gente haciendo cola por un plato de sopa, los niños europeos entre las ruinas de las ciudades bombardeadas por la guerra, las de la segunda guerra mundial cuando ya la prensa escrita era un poder y la fotografía su mayor fuerza, los niños judíos de los campos de concentración, los otros no judíos pero igual pasando hambre luego de las batallas, los que sobrevivían a los bombardeos, los niños alemanes de soldados muertos en las trincheras de quien sabe que poblado, los sobrevivientes del sitio de Stalingrado, los sobrevivientes a la toma de Berlín, los que sobrevivían y los que murieron por los bombardeos de saturación alemanes y más adelante los de los aliados sobre territorio alemán, los que morían en los menos publicitados bombardeos “convencionales” sobre territorio japonés que por cierto no solo poco se habla, tampoco se dice que murió más gente por esos bombardeos que por las dos bombas atómicas.

Si vamos más adelante en el tiempo, no me puedo sacar de la cabeza la niña Vietnamita que corría desnuda e incendiada en Napalm. Para este final de siglo los niños croatas y serbios que fueron víctimas de su propia gente en la manía racista de los animales ultranacionalistas, más cercano aún, las victimas de ISIS, Boko Haram, los niños Palestinos, los niños Israelíes, más cerca, los niños que mueren todos los días porque no encuentran la medicación para el cáncer en este país, sin hablar de los que mata la delincuencia a diario, ni los que terminan de delincuentes para sobrevivir, mucho menos de los miles de niños mendigos que pululan por las calles del país, para tener que rasgarse las vestiduras por niños muertos a otro lado del mundo sin ver que la tragedia vive acá mismo, al otro lado de la calle.

Así un largo camino de ejemplos que pueden ser citados y que deberían levantar alarmas desde hace mucho tiempo para que la humanidad fuese más humana. Me niego a caer en la fácil queja del niñito ahogado a orillas de una playa, diariamente se mueren millones y a nadie le importan una mierda, aunque a mí me importen no puedo hacer nada, casi nadie puede hacer nada, creo que lo único que podemos es proteger a los nuestros y hacer algo por los que están a nuestro alrededor, así hacemos más que multiplicando la tristeza de esa imagen espantosa y sin querer apoyando quien sabe cuáles oscuros deseos tras la escalada propagandística. Comencemos por los niños que tenemos cerca, los animalitos también aplican, seamos un poco menos pendejos y no os dejemos manipular, así mismo enseñemos a nuestros hijos como debería ser el asunto para que cuando ellos crezcan no sea unos más de esos que poyan ridiculeces y al final, alguna vez, tengamos un mundo decente donde la gente se mate porque le da la gana, dejando por fuera del conflicto a quienes no están de acuerdo y a aquellos que por edad o condición ni siquiera se les puede pedir opinión ni pertenecen a bando alguno.




José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback


jueves, septiembre 03, 2015

CIDH, crisis e inutilidad


No entiendo el lio con las denuncias ante la corte interamericana de derechos humanos, disculpen que lo escriba en minúsculas violentando una lógica regla gramatical, es que siento que el tal organismo es uno de los adornos institucionales e internacionales menos funcionales. Creo recordar que en algún momento llovieron las denuncias en contra del difunto y no pasó nada, si de otros países hablamos a Cuba le llovieron igualmente denuncias en su momento por los abusos cometidos por los fulanos, tampoco pasó nada.

Ahora vuelve el problema con las denuncias por parte de Colombia y todos andan vueltos locos, hasta un ex candidato y gobernador supuestamente de oposición le pide al presidente del país vecino que por favor no denuncie, como si esa vaina a final de cuentas va a salvar a alguien pues hasta donde sé, Venezuela salió de ahí hace rato, además no creo que resuelvan nada, al final estos animales con corbata siempre se salen con la suya mientras la oposición mira desconsolada como le cierran espacios mientras los políticos de ese lado andan como gallinas descabezadas impulsando votar en las elecciones a ver si se alzan con un curul.

Al final, sutilezas aparte, todo es por poder, nada es por ser buenos, todo es por las posibilidades que otorga tener una cuota de poder en este  país, eso la verdad me tiene más desmoralizado. No hace falta ser un gran filósofo, conocer los vericuetos de la alta política o un muy ilustrado ideólogo para saber que acá nadie anda con delicadezas, el asunto es poder puro y simple, nada de esa paja del pueblo, los ciudadanos, el avance nacional, ser potencia o cualquiera de las “babosadas” de los eslogan es cierta, todo indica que el asunto es ganar poder a todo costo, sin importar el daño que se haga en el camino.

A mí eso del poder me tiene sin cuidado, la verdad me siento muy bien siendo un cero a la izquierda en eso de tener algo de poder, en mi caso sería feliz solo si tuviera casa propia, atención médica para mí y la gente a mi cargo, un empleo que disfrute, posibilidad de ahorro y hasta un viajecito anual, con eso sería un tipo si no muy feliz cuando menos tranquilo que ya es bastante, por el momento solo tengo un empleo que me gusta, lo demás lo sigo buscando. Eso de tener cien escoltas, andar cuidándome de lo que digo, pienso y hago, mantener mi vida como un secreto pues nadie sabe quién te está espiando, no poder estar donde me de la real gana pues puede ser lesivo para mi imagen que me encuentren en cualquier sitio de mala muerte, vivir simultáneamente múltiples vidas para despistar y además vivir más asustado pues nunca sabes quién es tu amigo o quien tu enemigo.

Todas esas cosas desagradables que vienen con eso de tener poder, quizás por eso no entiendo el desespero de muchos por tenerlo, considero que la vida toca vivirla sin ese afán de evitar el “qué dirán” , cada quien debería ser como quiere ser , allá la gente a quien no le agrade tu estilo de vida, estar bajo la lupa del público ha de ser una cosa realmente espantosa, sobre todo con estos politicuchos de todos los bandos cuya piel  para la crítica es tan sensible.

Si las cosas con la CIDDH fuese funcional por lo menos habría que comprar, el galáctico se estaría pudriendo en alguna cárcel internacional al igual que muchos de los que hoy son jerarcas, Fidel estaría en un ancianato suizo, China estaría a la vanguardia en lo de la contaminación ambiental, los sudcoreanos tendrían elecciones libres y serian en verdad democráticos, ISIS habría desparecido de la faz de la tierra, Siria no tendría guerra y hasta las barreras para la emigración habrían dejado de existir hace años.

No sé, quizás hoy amanecí más desencantado que de costumbre, ojalá esté equivocado y la fulana corte haga algo para ayudarnos a salir de esta gentuza, por el momento lo veo lejos a menos claro que algunos generalotes o militares con honra (que deben haber) se alcen y cambie el panorama, por el momento hampa y revolución son sinónimos, pobreza y exclusión también. Espero pronto encontrar la manera de ser deportado con todas las posibilidades de un ciudadano para recomenzar en alguna parte donde mi titulo y experiencia valgan para vivir si no como potentado si como gente normal y decente que solo quiere futuro, no en esta eterna vivencia de mendigo con sueldo qe comparto con tantos otros millones de desesperanzados que tienen el mismo pasaporte que yo junto a las mismas posibilidades.
Donaciones serian una bendición
   
José Ramón Briceño, 201
@jbdiwancomeback





martes, septiembre 01, 2015

Reflexión sobre la libertad


Desear es parte importante de la vida de todo ser humano, todos deseamos algo, hay quienes desean una nueva pareja, una nueva computadora, cámaras más nuevas, una cirugía plástica, un mejor cuerpo, ganarse la lotería, una beca de estudios, viajes, placeres, drogas, alcohol, gatos, perros, peces, un hada madrina  y hasta un injerto de cabello, en fin, la lista de deseos posibles aunque finita es bastante larga. El asunto toma un cariz menos amplio cuando hablamos del venezolano de a pie.

En estos momentos los deseos de todos van más o menos en el mismo sentido, según lo que miro todos deseamos libertad, pero al parecer muchos no han terminado de asimilar el verdadero significado de la palabra o sus connotaciones reales dentro de esto que damos en llamar mundo. Hace años (creo que también escribí algo por ahí al respecto) leí un libro de la periodista italiana Oriana Falacci donde por fin entendí a carta cabal que es eso de la libertad, muchos la pedimos a gritos, todos la deseamos, los fascistas se abrogan la palabra, los comunistas son tan descarados que las pocas repúblicas comunistas que quedan le agregan antes del nombre la palabra “democrática” como un detalle humorístico pienso yo.

Al momento de pensar en la libertad uno se imagina tras unos barrotes, preso y deseando disfrutar de la calle, la casa, los hijos y hasta las mascotas, eso es solo una parte de ella, la otra parte importante de tener libertad está constituida por el abanico de posibilidades que a uno se le ofrecen a cambio de su preparación y no por pertenecer a alguna logia satánica de esas que llaman “partido” donde parte de tu labor es ser genuflexo y apoyar las aspiraciones de tú mesiánico líder sin criticar ni pensar mucho.

Parte de ser libre es escoger donde estudiaran tus hijos, como vestirse, que aparatos tener en casa, el modelo de automóvil que quieres comprarte, donde pasar las vacaciones sin que eso suponga pasar hambre, cambiar de empleo cuando no estés conforme con lo que tienes, saber que ahorrar es parte importante para tu futuro, contratar los servicios que tu bolsillo te pueda proporcionar y por supuesto saber que tu preparación académica te puede llevar adonde tú quieras, viéndolo de ese modo la libertad acá no existe. Lo peor es que toca sumarle la inseguridad tanto física como jurídica, la intolerancia, el irrespeto a tu profesión pues cuando vemos que un maestro gana menos que los obreros de la escuela donde laboras es la máxima muestra de irrespeto gubernamental pues para ganar más simplemente toca saber pasar un trapeador y eso no se aprende en la universidad, misma opinión tienen los médicos, los profesores universitarios, ingenieros y toda la gama de profesionales que hacen vida laboral en las instituciones del estado.

Una de las labores de los partidos creo que es hacer fuerza en ese punto, no es difícil demostrar cuan sometidos estamos como ciudadanos pues nada de lo que líneas arriba explicaba que significa ser libre lo podemos hacer, cuando menos no el 98% de la población, muchos tenemos que decidir entre pagar las cuentas normales del vivir diario o medio comer para no morirnos de mengua. Si el presidente se rumbea todos los dólares del erario nacional o los otros jerarcas los imitan con precisión y desenfado toca denunciarlos pero no centrarnos en eso, creo que toca organizar cosas como huelga de padres y representantes, que manden a los niños sin uniforme a las escuelas pues están excesivamente caros y los sueldos siguen igual, los maestros y profesores pónganse en huelga, los profesionales subpagados del gobierno pueden hacer lo mismo, igual los médicos, paremos el país, pero de manera organizada, con demandas sólidas, dejemos de esperar que algún militar nos ayude, eso no pasará, esa gente está muy feliz siendo lo que son, la corte interamericana o la Haya no harán nada pues hace años hay miles de demandas contra el galáctico que no llegaron a nada, eso es pura bulla mediática, pensemos sobre la libertad y enseñemos a nuestros vecinos en que consiste, es un paso adelante que debemos tomar.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback