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miércoles, julio 18, 2018

Una de Romanos


Critica introductoria a una de las grandes taras intelectuales del  siglo XXI 


Los Romanos se dejaban crecer la barba como una señal externa de luto, así le decían al mundo que tenían alguna pena que les embargaba, de resto hacían lo imposible por andar barbilampiños todo el tiempo, en este siglo XXI me ha dado por pensar que debió haber sido terrible afeitarse con navaja a diario, si uno tiene su maquina de ultima tecnología y se queja de la cara ardida , de no tener la loción para después del afeitado y demás cosas, por suerte la moda ha venido a salvar la cosa, así uno se puede dar el lujo de andar barbado sin que nadie piense que carga alguna pena a cuestas sin hablar de que cuando menos una que otra señora de buen ver lo mira a uno bonito.

Tengo más de cuarenta años , ya caso cerca de la cincuentena así que me ha dado por meterme en temas más o menos escabrosos por el mero gusto de andar pensando, uno de ellos (aunque a decir verdad es desde siempre) es el de pretender burlarme del mundo, qui´zas por eso he dejado crecer mi barba en reiteradas ocasiones aprovechando que es lo único abundante que me queda pues ya soy casi calvo. En este caso mi “pena” podria achacarse a lo extraño que se hay vuelto el mundo y a mi reciente renuncia a lo que hasta hace poco fue mi fuente de sustento como lo fue la docencia, las razones son muchas pero entre todas y para no ponerme trágico con eso de los malos sueldos y las nulas aspiraciones de mejorar mediante el estudio de mi area de conocimiento digamos que he perdido totalmente la rendija de paciencia que me quedaba y me niego totalmente a ser un cómplice más de la degradación global.

No piensen que hablo en contra de nungún estilo de vida o posición política, más bien es por la blandengeria absoluta que se sufre en todo el mundo, ahora debes medirte de lo que dices pues alguien puede sentirse agredido por tu opinión, lo jóvenes no pueden salir aplazados (en educación básica al menos) pues sus “debiles” mentes se sentirán agredidas y les puedes crear un profundo daño psicológico impidiendoles el correcto desarrollo emocional, la verdad me harté de ser complice de tanta pendejada (perdón por la palabrota pero no encuentro  otro adjetivo más contundente) pedagógica con la que TODOS están contaminados.
Creo de manera firme que el mundo es un sitio bastante injusto, veamoslo de esta forma, la cosa más terrorifica a la que todos nos enfrentamos es la muerte, no importa cuanto te cuides pues igual te mueres, he ahí el primer sintoma de que el mundo es injusto, si a ver vamos casi nadie es totalmente felíz, ¿los actores millonarios y sin aparentes problemas se suicidan que quedara para los simples mortales que se pelean por pagar las cuentas a fin de mes? así que ya desde ahí vamos complicados.
 ¿Qué cosa es esa de que los niños no pueden perder? ¿Qué la competitividad es mala? ¿Qué el conocimiento no puede ser evaluado?, acaso en la “vida real” cuando el jefe ve que no sirves ¿te manda una tarea distinta para no despedirte del empleo? , si no estudias lo suficiente ni te preparas ¿alguien ta va a pagar un buen sueldo? Además ¿quieres vivir holgado y llegar a viejo sin hacer nada?, si logran hilar posibles escenarios donde esas preguntas no choquen con la realidad por favor escribanlo en los comentarios, aprender algo nuevo jamás está demás pero en este caso dudo que pase, sin embargo la falibilidad de mi intelecto hace bastante factible un suceso así.

 Veo mal el futuro cuando hay todo un entramado pedagógico construido para formar idiotas desde temprana edad, pleno de aparentes buenas intenciones pero que en veza de ayudar a impulsar un país, sacar a la gente de la pobreza, reducir la distancia entre los distintos estratos económicos en realidad están planteando lo opuesto pues sólo los hijos de padres que se preocupan y exigen a los maestros que a su vez obliguen a los niños a estudiar en forma son quienes heredarán la tierra, los demás si acaso obreros malpagados y muertos de hambre esperando migajas que el gobierno de turno tenga a bien regalarles.

El momento en que caí en cuenta que he perdido casi toda la simpatía por  la profesión docente, una tarde cuando la directora de un liceo donde (obligado por la circunstancia económica) trabajé por muy corto tiempo me conminó que no le contase a los alumnos sobre becas o posibilidades de estudios superiores pues difícilmente ellos saldrían del barrio, la verdad casi me dio un infarto de la bronca y no me pude contener diciéndole cuatro cosas a la señora con lo que por supuesto me gané no sólo su antipatía si no también la de los colegas a quienes al parecer tampoco les agrada mucho que se les cuestione su dócil metodología de la nada intelectual, al poco tiempo me despidieron cosa que agradecí.

Aun me dejo crecer la barba de vez en cuando como una protesta silente contra muchas cosas que me desagradan, quizás también suma la preocupación por ese cáncer de ignorancia que ha invadido los espacios educativos bajo el mal disfraz de humanismo, asunto que no preludia nada bueno en los países donde esa corriente educativa gane espacios , se seguirán fabricando idiotas como carne de feria electorera y los afortunados serán los de siempre, que espanto eso de que quienes se supone sean los buenos terminen siendo los peores. Por el momento no uso barba pues sufro un coletazo de la crisis de los cuarenta y la barba ya casi blanca de tanta cana no colabora en eso de meterse el embuste de que aun no se es tan viejo, sin embargo , los barbados deberíamos ser más , no por moda si no por la tristeza de vivir en estos tiempos llenos de buenas intenciones que al final son realmente las peores como sucede con casi todas las cosas traídas de los pelos que estas nuevas generaciones de dolorosas contemporáneas dejan bastante claro cada día por todos los medios posibles y a las que la alharaca mediática les da un inmerecido espacio en el ideario colectivo.
José Ramón Briceño, 2018
@jbdiwancomeback





viernes, junio 17, 2016

Historia del espanto cotidiano



Cuando publique esto habrán pasado tres días desde la última quincena cobrada por los profesores que dependen de las distintas gobernaciones, cuyo ámbito laboral es el de los colegios de secundaria, ya es harto sabido por todos que la crisis abarca todos los estratos del espectro docente, lo que me llama la atención es que al parecer los únicos afectados son los de la educación superior, los docentes de los escalafones de secundaria y de primaria hacen mutis por el foro, sobre todo los dependientes de las gobernaciones.

Para quienes no conocen la organización de los colegios públicos les diré, los hay nacionales que dependen del gobierno nacional y los estadales que dependen de las gobernaciones, alguna vez el “presidente” en alguna de sus múltiples alocuciones anunció aumentos que solo llegaron al sector de los colegios nacionales, a los regionales no les ha llegado nada desde hace tres meses. Lo que cobraron el 15 de este mes los maestros regionales fue apenas cinco mil bolívares (en dólares de los que queda del mercado negro son apenas 5) para que se hagan una idea, con esa cantidad de dinero apenas se puede comprar un kilo de carne de primera, dos kilos de pollo, tres kilos de granos a excepción de las lentejas ya que con cinco mil apenas te alcanzará para 800 gramos, 10 panes, un kilo de jamón, kilo y medio de queso llanero, si nos ponemos exquisitos , dos entradas al cine (sin cotufas, refrescos ni dulces) ,dos kilos de pescado del más barato o una bolsa de comida de esa miserable que ofrece el gobierno, no me mal interpreten, no es que puedes comprar todos los productos en las cantidades que nombro, es solo que te puedes comprar uno solo de los ítems que nombro donde no hay nada de las otras cosas esenciales para vivir.

Es claro que con uno solo de esos ítems no se sobrevive 15 días, la pregunta que me hago es ¿Qué les pasa a los colegas? , ¿no tienen autoestima? , ¿piensan que la miseria es algo normal y feliz? , ¿se sienten tan poca cosa que no se atreven a alzar la voz? , ¿existen gremios?,¿los sindicatos se quedaron sin voluntad?, toca preguntarse algunas cosas al respecto.

Hace muchos años, cuando yo era estudiante, recuerdo que los que podían inscribían a sus hijos en escuelas privadas para evitar la pérdida de clases por las huelgas que en los normales once años entre escuela y liceo fueron innumerables, imagino que ahora que los antaño sindicalistas están del lado de su izquierda pútrida en el poder, sienten que la labor de defender los sueldos de sus agremiados es una cosa impensable pues primero está la revolución, quizás los colegas temerosos de quedarse sin su miseria de hambre no se atreven a quejarse más allá de la conversa de pasillo, la de la vecina, en los autobuses pero jamás en ningún caso con los entes que pudieran tomar las decisiones sobre la posible solución al problema que con cada día es más grande, en mi caso he decido quedar moroso con mi tarjeta de crédito, esa misma que unos (irresponsables) del banco donde tengo mi cuenta nomina me dieron pues ni siquiera pedí, la pagaré si aparece algún trabajo extra de esos que se nos atraviesan a los fotógrafos de vez en cuando ya que la crisis hasta se ha llevado eso de las cuentas normales de cada mes, me sentiré el peor padre del mundo, no solo porque este fin de semana  es el día del padre, es que tampoco podré cumplir con las múltiples obligaciones normales de cualquier padre divorciado responsable y estoy seguro que hay miles o millones de padres en la misma situación aunque eso no disminuye ni un ápice el drama personal.

Mientras me quejaba, una colega me dijo que cambiase mi código de nómina, eso quiere decir que me pasara al sector obrero, no tengo nada contra los obreros pero yo he construido mi carrera para dictar clases no para pasar escoba no hacer cosas no calificadas, fui a la universidad para otra cosa, si me hubiese tocado de obrero (que lo hice bastante en mi juventud) quizás la historia sería diferente, pero no lo es. Esa misma persona que se ganó un par de insultos que no voy a reproducir acá, luego me cuenta muy sonreída que cambió puntos para aprobar a algunos alumnos por perrarina para alimentar sus mascotas, un kilo, un punto, me disculpan pero eso marca la máxima línea de la miseria pues indica que su sueldo tampoco le alcanza para nada pero se escuda en la infantil excusa de la “vocación” y la verdad eso es parte del problema.
Nadie va al mercado y dice “yo soy un docente cuya vocación maneja su vida, soy tan entregado a mi labor como formador de mentes inteligentes que me merezco un mercado completo que incluya todos los productos de la canasta básica y uno que otro antojo, incluyendo comida para las mascotas” , tampoco le puedes decir lo mismo al casero, la gente que vende ropa, a la señora que hace el transporte escolar , a los señores taxistas, al portugués de la esquina, al señor de la licorería, en las clínicas donde ya no aceptan el seguro, en las farmacias, el veterinario (otra vez la mascota) el banco cuando te suspendan la tarjeta de crédito por moroso, al señor o señora de la zapatería, al de la tienda por departamentos donde le compras la ropa a tus hijos o adonde sea, simplemente en todas partes debes pagar con dinero y de eso NO HAY.

Entonces, las quejas no resuelven nada, andar preguntándonos ¿hasta dónde llegaremos? , tampoco, decir ¿y yo que culpa tengo? Menos aún, escudarse en la excusa de que la vocación no te permite sumarte a una huelga es la pendejada más idiota que cualquiera me puede decir. En primer lugar esos muchachos no son hijos tuyos y si lo fueran te harías solidario con quienes se ocupan de ellos todos los días por menos de lo que gana a la semana la señora que vende café en el quiosco de la esquina, en segundo lugar, con vocación nadie vive, tercer lugar, si no te molestas en serio y tomas acciones nada cambiará, por último, si lo que te da miedo es no tener con que vivir debes recordar que con ese sueldo tampoco puedes vivir.

Ni Facebook , ni twitter, Instagram, Pinterest ni ninguna red social vendrá en nuestra ayuda, la OEA, la FAO, la ONU ni la OTAN les interesa en lo más mínimo si vives o mueres, simplemente somos una manga de mortales que no hacemos falta más que a nuestras familias así que ellas nos debemos y si seguimos de borregos pues como ellos moriremos, y según las estadísticas esa lotería tiene más números ganadores cada día, solo que el premio nadie lo quiere.
José Ramón Briceño, 2016
@jbdiwancomeback


lunes, mayo 18, 2015

Para los profesores y maestros de #Venezuela

Andando en bus mucho se oye, como tengo en suerte no usar uniforme y tampoco me gusta eso de tener el carnet del trabajo colgando del cuello, nadie sabe que intento ganarme la vida como profesor así que la gente habla a sus anchas. He oído muchas cosas desde madres quejándose porque fulano o mengano “la tiene cogida” con su hijo, para después reírse pues saben que de todas maneras el muchacho debe aprobar la materia pues así lo exige la ley de educación.

La semana pasada escuché a unas señoras quejándose de que su hijo no tuvo clases, acusaba a los maestros de flojos por ponerse en paro, ¡que bolas! Dijo una, seguramente tienen un sueldote y se quejan, estuve a dos segundos de intervenir pero ganó la cordura y mis ganas de no molestarme más de lo que ya vivo, además la verdad sea dicha, discutir con desconocidos es un asunto peligrosísimo en estos días pues uno nunca sabe qué clase de monstruos andan caminando por ahí disfrazados de gente.

Creo que todos los colegas deberíamos hacer una campaña informativa sobre lo que ganamos en nuestros respectivos empleos, las señoras y señores que representan a sus hijos o la filiación que tengan con los muchachos deberían saber que los profesores que le imparten clases a sus retoños ganan menos que un obrero cualquiera a pesar de tener títulos universitarios, además por un sueldo así, si acaso uno debería dar una hora de clase diaria y dejarlos de su cuenta, al final esos muchachos no son hijos de uno y si se desmandan allá ellos, eso verdaderamente es responsabilidad de sus familiares o tutores, no de uno que mal pagado y todo se preocupa por hacer más o menos bien el trabajo.

Las madres saben cuánto se gasta en un mercado, saben por ejemplo que un kilo de carne cuesta 600 bolívares , uno de café cuesta 300, un par de zapatos malosos no baja de siete mil , un pantalón de cinco mil, una camisa (de las muy baratas) dos mil quinientos , un par de medias mil, unos interiores de mediana calidad no bajan de los mil quinientos bolívares y un mercado completo no cuesta menos de veinte mil bolívares si por casualidad se encuentra todo en un mismo sitio y no toca buscar con los bachaqueros, pero tenemos una quincena de apenas tres mil y la otra con “beneficios” incluidos es de cinco mil (por lo menos a los estadales nos pasa así) , que además no somos solos, que tenemos familia e hijos que también pasan por la angustia de la miseria.

Creo que así se condolerían de nosotros y quizás hasta colaborarían con la lucha salarial, aunque para ser sincero a estas alturas del partido no creo en nadie ni en nada, toca hacer el esfuerzo, eso aplica también para los gremios en general.

Todo esto viene a colación pues he visto con espanto como los altos funcionarios del ministerio de educación dicen voz en cuello que cualquier intentona de paro es inconstitucional, hasta donde sé el derecho a huelga está en la constitución, si ellos quedan desnudos en su incapacidad no es mi problema, mi problema hoy es que cobré el viernes y ya no me queda sueldo, aún quedan 15 días y estoy rogando por un tigre que me ayude a equilibrar la quincena y eso que no me he tomado ni una cerveza, tampoco hice mercado, me cortaron el cable, todavía debo casa, escuela  y manutención de mi hija, mientras los desgraciados del ministerio estoy seguro que sus quincenas son adecuadas a su cargo, por lo menos seis de las mías, como son las cosas en este país seguramente apenas son bachilleres los jefes.

Sé que tener un cargo gubernamental es una carga grande, que tienen que ser consecuentes con las políticas absurdas que acataron apenas asumieron su trabajo pero no sean idiotas por favor, saben que la cosa va mal, que nadie está contento y siguen haciendo sus burradas.

Es una lucha de todos, profesores, maestros, directivos, padres y representantes, a los representantes tengan en cuenta que del buen ánimo de sus profesores dependerá en buena parte la formación de sus hijos o representados, a los directivos que son tan miserables como los profesores pues hasta donde se ganan lo mismo, a los colegas que no se dejen amedrentar y al gremio en total que nos unamos independientemente de nuestra posición política, nos pueden botar a algunos pero nunca a todos juntos. Así que sin miedo que esa es la única manera de obtener una compensación adecuada, no sigamos siendo las cenicientas de todo el sistema público.
José Ramón Briceño, 2015

@jbdiwancomeback

viernes, mayo 15, 2015

El paro docente

Hubo un paro docente de 24 horas, por primera vez en 15 o más años, los docentes reunieron todo el valor necesario para hacerse escuchar, antes no lo habían hecho gracias a las amenazas y coacciones que los jefes de las respectivas zonas educativas realizaban en contra de todos los docentes, las amenazas van desde suspensión del cargo hasta el despido por la razón que les provocase, para eso se dieron a la tarea de hacer que los consejos comunales tuvieran voz y voto dentro de los planteles educativos, bajo el supuesto de coacción política pues suponen ser mayoría dentro de todas las comunidades.

Entre otras cosas, la parte maligna de los fulanos consejos comunales, no es que la comunidad se involucre, es que en muchos casos dichas comunidades tienen niveles educativos muy por debajo del necesario para tener cierto criterio evaluador, se dejan más convencer por el asunto político o simplemente acomodaticio de tener donde depositar a los hijos por algunas horas al día, tanto así que el ministerio ha reorganizado la ley de educación para que TODOS los alumnos sin hacer distinción alguna en el mérito académico, sean promovidos al grado inmediato superior, como si ser bachiller sin méritos le traerá algún beneficio no solo al individuo si no a la sociedad que es al final la que debe ser beneficiada por el conocimiento de sus ciudadanos.

Aplaudo desde esta esquina la iniciativa de los colegas profesores de educación básica, debo admitir que siempre les tuve ojeriza pues consideré que nunca han tenido el temple para no dejarse pisotear por los jefes, alguno me dirá que no tienen salida, que encontrar otro empleo es un asunto espinoso, que trabajar en el sector privado es aún más deplorable. Pero si hasta nos han quitado los beneficios, esos que uno dice, por lo menos sé que mi familia está segura, teníamos un seguro privado para las emergencias que en este país se agradece en grado sumo pues los hospitales son morideros de pobres, había un instituto de previsión social que tampoco funciona pues el estado le adeuda pagos desde hace varios años pero igual nos descuentan, este instituto a su vez promovía planes para que los profesores pudieren comprar vivienda, créditos para amoblarla y hasta agencia de viajes, ahora de eso solo queda el recuerdo, somos los empleados públicos peor pagados de todo el sistema. Eso sin hablar de que en ciertas zonas de cada ciudad sea el empleo más peligroso después de el de policía.

Cuando digo que se dejan es que por ejemplo, los obreros ganan más que los maestros y profesores, tengo la impresión de que eso se debe a que tienen un sindicato más fuerte, se hacen escuchar y se paran cuando la cosa no los satisface. Cuando en una institución uno le pide a un obrero que limpie algo ellos tranquilamente se niegan por un abanico de razones más que válidas, no es su zona, están en periodo de descanso, no hay materiales o simplemente su sindicato no se los permite.

Un maestro necesita algo y le busca la vuelta, llama a un amigo, hace rifas, se inventa jornadas de limpieza, hace de madre o padre de los muchachos y todo lo escuda en la vocación, mientras los jefes se pasan haciendo reuniones que no van a ningún lado, llenan papeles que languidecen en los archivos e inventando gafedades solo para, a su vez, complacer a sus jefes, al final todos están tranquilos pues mientras en las escuelas y liceos se gerencia la miseria, ellos pues disfrutan su fugaz paso por los puestos de poder sabiendo que los subordinados son obedientes y tienen “vocación de servicio”, como si con esa vaina se pagara un mercado.

Discúlpenme de verdad, yo tengo vocación, de esa me sobra según he descubierto recientemente pues jamás había dado clases a nivel básico, pero me niego a ser monigote de nadie, jamás me quedo callado, me niego rotundamente a sonreír tan siquiera cuando algún jefe me exige alguna pendejada como colaboración, no pedo ser consecuente para con quien me ofende con mi trabajo, quien no respeta que todos somos profesionales universitarios pero me ofende más con quienes se dejan ofender.

No es asunto de opositores o de oficialistas, en la mayoría de los casos somos igual de pobres a excepción de los maestros dependientes de PDVSA cuyo sueldo sobrepasa casi en seis veces el sueldo promedio de un maestro de cualquier escuela nacional o estadal, mientras, al otro lado de la realidad el ministro asegura que no hay razón para un paro educativo, que los sueldos están ajustados como si un 30% fuese la gran cosa, igual a pesar de ese aumento de lastima estamos a menos de la mitad del costo de la cesta básica, es decir que no nos alcanza ni para comer completo, mucho menos para otras cosas importantes del vivir.

Ojalá exista otro paro, es más, debería ser indefinido a ver si con eso los jefes se ponen las pilas y rescatan nuestro sueldo, ojalá los colegas recuerden que tienen el empleo más importante y recobren el autoestima, eso no tiene nada que ver con ser humilde, toca tener conciencia de la importancia de nuestro trabajo, además , para esa vaina nos fajamos unos cuantos años de universidad, otros de posgrado y tantas horas preparando clases, haciendo planificación, revisando pruebas, en fin todo lo que toca hacer en el trabajo y que por cierto nadie nos paga, debemos ser un poco más como los obreros, solo que con real orgullo pues limpiar (aunque no desmerita el trabajo) no impulsa cambios en la sociedad, enseñar si.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback






domingo, mayo 03, 2015

Después del 1ero. de Mayo



Este fin de semana cometí una insensatez, me gasté más de la mitad de mi quincena en un viaje familiar, pero era justo y necesario que entre este rosario del diario vivir uno de vez en cuando se busque una pausa. No puedo negar que lo pasé excelente, estuve con mis dos amores (mi hija y mi novia) además de la juerga familiar, las conversas y la sonrisa de ambas es suficiente para que valga la pena tal dispendio de “capital”.

Al volver a casa me conecto a las redes luego de tres días fuera del aire, afortunadamente mi teléfono no tenía señal en el sitio donde estaba y yo tampoco hice mucho hincapié en buscarla. Al volver y conectarme de nuevo, investigo como es eso del aumento general de sueldos, descubro (oh casualidad) que a los docentes no nos tocan ni las gracias, pero a los milicos les dan 75%, así mismo los pensionados del seguro social y toda la cadena de trabajadores que ganan el sueldo básico.

Llama la atención (otra vez) que mientras los militares que a ciencia cierta no hacen la gran cosa, hasta donde se ellos no educan, tampoco colaboran en nada ni generan nada que no sean balas y según dicen hasta corrupción , les aumenten el sueldo como si fuesen candidatos al Nobel de economía, seguramente será pr su colaboración en el feo asunto ese del bachaqueo o del narco, aunque la verdad no tengo pruebas de nada, los medios nacionales e internacionales lo gritan, así como las sanciones a unos cuantos generalotes en otros países, lo que significa que si un general está incurso en asuntos feos, lo más común es que sus subalternos también lo estén así como sus superiores y allegados, por tanto por cada general sancionado deben haber cuando menos cuarenta militares involucrados, desde los sargentos  hasta los coroneles y generales subalternos, eso es un gentío que por cierto acumula más poder que nadie en este país.

Volviendo al oficio docente, es una verdadera patada en las criadillas ya hinchadas de impotencia y tristeza el hecho de ser inorados por los jefes, cuando de paso tienen el descaro de exigir más “compromiso” por parte de nosotros, que encima de mal pagados ya nos dejaron sin ningún beneficio para decir que alguna vaina buena sale de impartir conocimiento, no es posible que una persona que apenas es bachiller gane cuando menos 40% más que un profesor egresado de una universidad seria y que de paso los imbéciles egresados de los intentos de universidad del gobierno aplaudan la cosa como si de una limosna se tratase, imagino que ganarse el título a punta de citas del galáctico ha de ser tan fácil que toca estar agradecido de rodillas eternamente.

Por otro lado creo que mucho del irrespeto que tiene para con nuestro gremio el gobierno nacional es culpa nuestra, si algún profesor de educación básica me lee, imagino que sabrá que cada vendimia que hace para dotar la escuela o liceo, cada vez que saca de su bolsillo para hacer alguna cosa en pro de la institución para la que trabaja, cada vez que dona su tiempo para reparar las cosas del colegio o liceo, cada vez que hace funciones que no le corresponden para “ayudar” a que todo fluya se está irrespetando a sí mismo y al gremio pues eso no lo toma en cuenta nadie y mientras les sigamos haciendo la cosa más fácil a los ineptos de las zonas educativas y a los no menos ignorantes y jala bolas directivos de los respectivos ministerios, ellos (los directivos) están felices haciendo la nada cotidiana de hacer que hacen siguiendo en su empeño de matar la educación para crear más ignorancia a fin de seguir usufructuando lo que a nosotros pertenece.

Creo que debemos unirnos todos, sin pensar mucho en los sindicatos para gritar al unísono y ponernos en una huelga general de brazos caídos en todas las instituciones educativas del país, escribir volantes para que todos conozcan la problemática, hablar con los representantes para que colaboren no mandando a sus hijos a una escuela que de paso se esta cayendo a pedazos, informar a TODA la colectividad sobre la problemática del mal sueldo  peores condiciones de vida de todos los docentes y mandar a la mierda por un rato tanta pendejada sensibilera que nosotros nos metemos a diario pues si en algo estamos todos claros es que para ser docente hay que tener vocación pero con la vocación no se hace mercado, sobre todo si en tres kilos de carne se te va la mitad de la quincena, no tienes seguro de ningún tipo, los créditos para vivienda apenas si alcanzaran para comprar una carpa e instalarla el el patio de los suegros o de los padres del docente, un par de zapatos cuesta lo mismo que un mes de salario y estamos más del 85% por debajo del costo de la cesta alimentaria, es decir, de vaina comemos.

Mis lectores por favor disculpen la descarga, es que esta tarde ando acojonado pues mi paciencia tiene un límite, no puedo seguir pensando que mis colegas sean de una madera diferente a los de antaño cuando por menos se paraban las clases en los liceos por meses y eso que sin ser millonarios tenían sueldos dignos, ahora pues ganamos menos que los obreros pero a nadie parece importarles, creo que mis colegas son felices con su miseria de sueldo pues de otra seriamos más los molestos que gritásemos. Se que escribiendo por acá no hago mucho, pero me queda la satisfacción de que por lo menos 400 personas me leerán y de esos por lo menos 100 harán eco, un maestro molesto no causa nada, pero mil maestros indignados de seguro lograríamos algo, lástima vivir en un país donde la violencia y la ignorancia privan sobre el conocimiento y la urbanidad, que patria tan rara se ha inventado esa gentuza que se dice de izquierda.
José Ramón Briceño, 2015
@jbdiwancomeback




jueves, diciembre 11, 2014

La Fuga de cerebros y el Presidente


Cada día uno revisa los sitios de noticias en internet y sin falta hay de que sorprenderse, entre las tantas cosas extrañas que declaran desde Miraflores me tropiezo con un tema interesante, la fuga de cerebros. Visto así, en crudo parece título de una película de zombis o la descripción exacta de la condición neuronal de los declarantes, sin embargo resulta que están hablando de la cantidad importante de emigrantes con titulación universitaria que se están yendo del país, en la mayoría de los casos a buscarse la vida así sea en un McDonald’s a pesar de posgrados y doctorados.

Lo increíble es que nadie desde el gobierno da una razón sensata para esta diáspora de gente inteligente, se limitan a escupir una sarta de adjetivos poco halagadores y a acusar a otros de la fuga de los talentos, caramba, nadie dice que la mayoría se va por la inseguridad, los malos sueldos, la ausencia de futuro o la nula capacidad de ahorro de este país, amén de la inflación descontrolada que mata el sueldo cada día un poco más.

Seguramente quienes jamás han estudiado más allá de lo básico (aplica solo leer, escribir y contar hasta mil) les de grima que otros se dediquen a ejercitar las neuronas, los libros que tanta alergia les dan a los comunistoides, esos que no hablan de marx ni les dan las seguridades que la realidad les niega, esos no tienen valor alguno, si no me creen pregunten cuanto gana un obrero universitario y cuánto gana un profesor, si no se quieren meter con eso pues pregunten cuánto gana un licenciado en administración con posgrado y lo contrastan con su jefe cuyo mayor logro fue haberle tirado una molotov a los estudiantes allá en el 2003, así la cosa va para largo, el desprecio por la educación bien fundamentada es un fundamento básico para el avance de las roboilusiones como esta.

Si fuese otra cosa de seguro nadie se iría, por ejemplo, no veo a ningún venezolano que ha nacido con una temperatura ambiental promedio de 25 grados centígrados, feliz en un invierno canadiense de -15 grados, tampoco sé que mate de la alegría a nadie vivir nueve meses al año con frio si acá uno con gusto puede estar en una playa en cualquier momento del año, tampoco se de nadie que sea feliz solo con 10 días de vacaciones al año, menos aun sabiendo que les tocará trabajar hasta que la vejez no los deje pues por lo general quienes se van mayores no se podrán acoger a ningún plan privado a menos que sean de los privilegiados que encuentran el empleo de sus vidas apenas al llegar al aeropuerto.

En resumen, muy pocos son los que se van del país solo por necio, razones hay muchas para irse, también para quedarse, sin embargo cada quien es dueño de su vida y la vive como mejor le sienta. Toca ser sincero y decir que si yo encontrase un empleo en el extranjero donde me pueda llevar a mi familia a cuestas y recomenzar por allá, sin el incordio de las balas y los puñales, me voy, aunque sé que vendré por lo menos una vez al año a visitar a mi viejo y a los amigos que se quedan, estoy muy venezolanizado para decir que no volveré nunca más como muchos de mis amigos han dicho y lo han hecho.

Sres. De Miraflores, si de verdad les importase un poquito el país y su fulana fuga de cerebros, toca hacer un sacudón y reformar la educación desde las bases, eliminar la violencia como herramienta política, desarmar a todos los colectivos, quizás hasta pasar por el paredón a tanto hampón, perdón pues sé que quizás más de uno de los jerarcas debería terminar en el paredón, acomoden la situación económica, mejoren las condiciones de vida de todos los ciudadanos, eliminen el pillaje y la trácala de todos los cuerpos de seguridad del estado, mejor, dennos permiso para dividir el país en dos, en una mitad se quedan ustedes y en la otra nos permiten hacer lo que queremos para avanzar, yo les regalaría la capital para que puedan seguir haciendo sus boberas militares y sus festivales para atontar a quienes no se quieren dar cuenta que la miseria se ha vestido de rojo, en esa otra mitad podremos fundar una nueva capital donde el trabajo, el estudio y el esfuerzo sean recompensados, donde la honestidad y el ejercicio ciudadano sean la clave para llegar a ser una verdadera potencia y no esta potencia en miseria que nos han forzado a ser, saludos a los amigos emigrantes, yo no me voy por puro necio pero si ustedes han logrado lo que querían quédense, no vuelvan a menos que las condiciones estén dadas y ustedes gobierneros, mejor  dejo esto hasta acá pues los adjetivos calificativos que quisiera dedicarles empañan el mensaje y harían muy largo y feo este texto, saludos desde mi esquina.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback


sábado, septiembre 13, 2014

A propósito de la lucha de clases


Decir que el país está hecho un desastre es un lugar común, las razones, sabemos todos que a pesar de lo que podamos alegar, en principio el asunto es meramente económico, no tiene otro análisis que haga un real retrato de la situación desesperada que vivimos más que ese de la economía. Los socialistas hablan mal del capitalismo, tienen todo un discurso que está elaborado sobre otro muerto ya hace años, más que demostrada su ineficacia pero en el país tiene asidero pues el odio y la envidia, inoculados con metódica regularidad han terminado por hacer trizas lo que otros más inteligentes tardaron 40 años en instaurar.

Los opositores peleándose por migajas y los jefes de las distintas empresas odian a los empleados de más bajo rango pues estos, siendo influidos en primer lugar por los socialistas que les han hecho creer que el mundo les debe algo, en segundo lugar están amparados en leyes que pervierten el normal desenvolvimiento de una empresa, abusan de la permisividad con actos que no corresponden a sus labores o simplemente no haciendo nada, lo que termina siendo una lucha sorda de clases entre trabajadores y empleadores.

Me sorprendo cada vez que oigo a un “empresario” hablando mal de sus empleados y envidiando otras economías donde despedir a un empleado es un asunto rutinario, si lo dijese de otra manera quizás no me incomodaría tanto pero el odio que supuran sus palabras me asusta. Mientras vivía en México vi como despedían a empleadas solo porque suponían que estaban embarazadas, todo por huirle a sufragar los costos del parto, tal y como las leyes locales exigían, me parecía un acto ruin, así un largo etcétera de abusos que cometían los pequeños comerciantes que conocí mientras estaba allá, por supuesto nunca expresé nada pues estaba de visita y no sabía por dónde va el asunto en profundidad.

La otra cara de la moneda no es más grata, los obreros usualmente hacen todo lo posible por incordiar al jefe, odian cuando uno de sus iguales asciende, pero se niegan a estudiar lo que sea que les reporte más ingresos o ascensos en la estructura de la empresa donde laboren pues suponen que trabajo es lo que ellos hacen, eso de estar todo el día supervisando, llenando papeles, haciendo proyectos, vigilando la producción y pensando es realmente una excusa de vagos, si no sudas no hay trabajo real. La excusa para no hacer nada por superarse está amparada bajo el axioma de que “terminan muy cansados al final de la jornada” estudiar no tiene sentido pues “Loro viejo no aprende a hablar”, eso es flojera justificada, se de muchos (incluyéndome) que estudiaron y trabajaron al mismo tiempo para levantar una familia y avanzar en esto de la economía personal, además claro de intentar dejar algo para las futuras generaciones. Eso de quejarse pero no hacer nada es una cosa terrible pues terminaremos viviendo del gallinero vertical, el cultivo organoponico, el criadero de cerdos en el balcón y el jineterismo institucionalizado como otra nación por la que estos socialistas suspiran.

Vale, en Venezuela al parecer hay una relación inversamente proporcional entre el dinero y la cultura, existen excepciones a la regla, pero por lo general uno ve en las calles gente en unas camionetotas cuyo valor es el equivalente a unos mil sueldos de profesor, donde el volumen de sus equipos de sonido molesta el sueño del vecino de tres cuadras atrás, los ves en los aviones aplaudiendo el aterrizaje en el aeropuerto, hacen colas para comprar celulares que cuestan quince sueldos mínimos solo para estar a la moda y al final esa exhibición de bienes no es más que una demostración de pobreza mental, quien realmente tiene dinero compra el aparatejo ese en el imperio que cuesta la tercera parte en dólares, ni de vaina hace esos escándalos pues los convierten en víctimas fijas de un secuestro. Las galerías de arte languidecen, las librerías casi que desaparecen de las grandes ciudades (en las pequeñas no pasan de ser quincallerías) y sus lecturas por lo general dejan mucho que desear, algunos hasta dicen viajar solo para “raspar el cupo” ni salen de los hoteles a ver la vida de las ciudades que visitan, haciendo de sus viajes solo anécdotas para creerse la gran cosa pero hacen lo mismo que cualquier motorizado en la guaira un domingo cualquiera.

Los que pueden menos, toman por asalto las licorerías del barrio, se instalan a gastarse la mitad del sueldo semanal en cerveza mientras la señora y los hijos venden para sobrevivir comida del mercado negro, hacen fiestas pantagruélicas sin respetar a los vecinos, protegen malvivientes solo por un asunto de afinidad de clases, no estudian, cuando lo hacen reclaman por que el profesor les exige “demasiado” se beben hasta el agua de los floreros, roban en sus empleos, no van los lunes a trabajar por la resaca pero el jefe les tiene “el ojo puesto”, prefieren la colita para comprar en vez de trabajar en función del ascenso social y económico, hacen de la miseria un asunto de orgullo y de la riqueza algo detestable solo porque la ven tan lejos que nunca la podrían alcanzar, para ellos solo hay “sifrinitos hijos de papá” y para los otros solo son “monos malandros”, al parecer son irreconciliables.

En medio estamos los que pensamos, muchos se han ido del país, otros del mundo como víctimas del hampa. Debo hacer patente mi angustia, la verdad no me quiero ir del país, me fui y volví, acá están mis amores, mi familia y mis muertos, pero igual tengo mi pasaporte al día, presto para la huida por tierra, tengo dos brazos, dos piernas, mis ojos y mi cerebro que de seguro me sirven para ganarme la vida en cualquier parte, pero me niego a hacerlo pues tengo la esperanza de que mi hija crezca feliz y con oportunidades en la tierra que la vio nacer.
José Ramón Briceño, 2014

@jbdiwancomeback